/ miércoles 23 de febrero de 2022

La utilidad de lo inútil

El italiano Nuccio Ordine, profesor de Literatura en la Universidad de Calabria, y huésped en el Instituto Max Planck, Harvard y La Sorbona, miembro de honor de la Academia Rusa de Ciencias, es autor del libro que lleva justo el título de este artículo: “La utilidad de lo inútil. Manifiesto.”, publicado por la Editorial Barcelonesa Acantilado, obra que no tengo duda en recomendar a mis lectores.

El título es por demás sugerente e inquietante. ¿Que utilidad podemos obtener de las cosas inútiles? El enfoque se orienta hacia la utilidad de aquellos saberes humanísticos que, siguiendo un concepto utilitarista, no producen beneficio alguno, si acaso un conocimiento en un marco teórico o referenciativo y hasta allí.

Y es que hay muchas cosas que consideramos inútiles; yo recuerdo que mi Padre me decía que así fuera un clavo que me encontrara tirado en la calle, lo recogiera porque me sacaría de un apuro. Un simple clavo. Pronto pude comprobar su sabio consejo; un día mi carro amaneció sin ganas de caminar. Mis experiencias previas prestando servicios como aprendiz de mecánico en la Asociación Nacional Automovilística, la antigua ANA -de gratos recuerdos- me dirigieron hacia la batería del coche para iniciar la revisión acerca de la razón del no encendido; y me percaté que una de las terminales o polos de la batería ya no podía ajustarse porque el tornillo y la tuerca decidieron divorciarse.

Fue entonces como aquél, clavito que recogí por consejo de mi padre, me sacó del apuro, colocándolo en el polo de la batería y los cables de conexión y mi carcanchita volvió a la vida.

Ese clavo botado en la calle, con intención o por accidente, aparentemente inútil, semi oxidado y torcido, me sacó del apuro. La utilidad de lo aparentemente inútil.

Pero hablamos de objetos. Ahora vayamos a los pensamientos y las acciones.

Aunque tengamos una carrera profesional o técnica, que representa conocimientos específicos sobre una rama del saber, necesitamos tener una amplia cultura para entender mejor las cosas que están alrededor.

Cuando vamos al médico, al abogado, escuchamos al arquitecto o al ingeniero, al ingeniero en sistemas, su lenguaje es prácticamente inentendible, pero lo comprenderíamos mejor con conocimientos superficiales de la materia que no queremos adquirir porque los consideramos inútiles.

Le aseguro que lo inútil tiene su utilidad. Si no lo cree, lea el libro de Nuccio Ordine o recuerde aquel clavito tirado en la calle que me supo sacar de mi apuro.

* Doctor en Derecho

@Wolfcampirano

El italiano Nuccio Ordine, profesor de Literatura en la Universidad de Calabria, y huésped en el Instituto Max Planck, Harvard y La Sorbona, miembro de honor de la Academia Rusa de Ciencias, es autor del libro que lleva justo el título de este artículo: “La utilidad de lo inútil. Manifiesto.”, publicado por la Editorial Barcelonesa Acantilado, obra que no tengo duda en recomendar a mis lectores.

El título es por demás sugerente e inquietante. ¿Que utilidad podemos obtener de las cosas inútiles? El enfoque se orienta hacia la utilidad de aquellos saberes humanísticos que, siguiendo un concepto utilitarista, no producen beneficio alguno, si acaso un conocimiento en un marco teórico o referenciativo y hasta allí.

Y es que hay muchas cosas que consideramos inútiles; yo recuerdo que mi Padre me decía que así fuera un clavo que me encontrara tirado en la calle, lo recogiera porque me sacaría de un apuro. Un simple clavo. Pronto pude comprobar su sabio consejo; un día mi carro amaneció sin ganas de caminar. Mis experiencias previas prestando servicios como aprendiz de mecánico en la Asociación Nacional Automovilística, la antigua ANA -de gratos recuerdos- me dirigieron hacia la batería del coche para iniciar la revisión acerca de la razón del no encendido; y me percaté que una de las terminales o polos de la batería ya no podía ajustarse porque el tornillo y la tuerca decidieron divorciarse.

Fue entonces como aquél, clavito que recogí por consejo de mi padre, me sacó del apuro, colocándolo en el polo de la batería y los cables de conexión y mi carcanchita volvió a la vida.

Ese clavo botado en la calle, con intención o por accidente, aparentemente inútil, semi oxidado y torcido, me sacó del apuro. La utilidad de lo aparentemente inútil.

Pero hablamos de objetos. Ahora vayamos a los pensamientos y las acciones.

Aunque tengamos una carrera profesional o técnica, que representa conocimientos específicos sobre una rama del saber, necesitamos tener una amplia cultura para entender mejor las cosas que están alrededor.

Cuando vamos al médico, al abogado, escuchamos al arquitecto o al ingeniero, al ingeniero en sistemas, su lenguaje es prácticamente inentendible, pero lo comprenderíamos mejor con conocimientos superficiales de la materia que no queremos adquirir porque los consideramos inútiles.

Le aseguro que lo inútil tiene su utilidad. Si no lo cree, lea el libro de Nuccio Ordine o recuerde aquel clavito tirado en la calle que me supo sacar de mi apuro.

* Doctor en Derecho

@Wolfcampirano