/ domingo 2 de enero de 2022

La única constante es el cambio

Los días que separan la Navidad del año nuevo se caracterizan por prestarse para una profunda reflexión, para hacer un balance del año que se va y proponer cambios en nuestro entorno y en nuestra vida misma, que es de donde se desprenden todas las alteraciones que constituyen nuestra historia de vida, nuestra realidad. Así como el universo, en su inmensidad afuera del planeta, está en constante cambio, también nuestros cuerpos y nuestras ideas.

Llegamos al 2022 como un árbol, metáfora del crecimiento, escarbamos para reconocer las raíces que dan vida al movimiento estudiantil, crecimos para sostener los cambios, siembre apostando por el bien común y maduramos para poder compartir frutos ricos en alegrías. Ahora creo que la justicia siempre está del lado de la alegría porque solo con justicia y con verdad, podemos sanar los dolores que carcomen a nuestra sociedad.

Como decía al inicio, la naturaleza del universo es el cambio. La FEU está lista para afrontar los retos de Jalisco, México y el mundo, porque el rol de las y los estudiantes es primordial para reconstruir un presente con justicia. A nivel mundial, la lucha por la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, una revolución protagonizada por las mujeres de esta generación, ha logrado resonar a nivel mundial, sin duda ellas marcarán este siglo. Otro cambio importante es la lucha contra el calentamiento global, pues de acuerdo con las y los especialistas estamos en la última década donde podemos detenerlo y sobrevivir como especie.

Si algo nos queda claro es que en México en general, y en Jalisco en particular, quien la hace no la paga. El principal cambio hacia donde debemos apostar es la justicia; ya tuvimos demasiados años de impunidad, para muestra de ello, los cientos de miles de asesinatos acumulados y los más de 15 mil desaparecidos en Jalisco. Es evidente que el país atraviesa la peor crisis del sistema de procuración de justicia de su historia moderna y la clase política no hace lo necesario, por eso dudamos de quiénes son realmente los buenos. El funcionario que en verdad enfrenta al crimen por lo general lo hace solo, sin la solidaridad institucional de ninguno de los niveles de gobierno y por eso es que, desafortunadamente la mayoría de las veces, le cuesta la vida. La enfermedad detrás de esta putrefacción se llama corrupción.

No hablamos de Covid-19, la corrupción es el virus que porta la mayoría de personas de la clase política. Es tanta su fidelidad a la cultura de la muerte, su amor al dinero sucio, que no tienen reparo en la vida de a quienes se supone “dicen que representan”. No hay otra explicación para que Jalisco hipoteque nuestra calidad de vida y entregue nuestros parques a la mafia inmobiliaria. El descaro y la corrupción han vuelto “normal” que se privilegie la asignación de presupuesto para obra pública, a costa de recortar el presupuesto para educación, cultura, salud, deporte y ciencia, lo cual significa sentenciar las oportunidades de toda una generación. La clase política no invierte en estos rubros porque no es negocio para sus bolsillos.

En este contexto, las y los estudiantes aceptamos la responsabilidad de pensar, organizarnos y tomar acción, esta generación de jóvenes tenemos la encomienda de resolver estos problemas. Los retos implican un cambio en la forma de hacer las cosas, el cambio es impostergable, así como la manera de hacer política y tomar decisiones. De estas decisiones depende nuestra vida; el tiempo y la cuenta regresiva siguen su curso. Al ser universitarios es nuestro deber compartir y revolucionar las ideas del cambio. Feliz 2022 para todxs.

* Presidente de la FEU

Twitter @JavierArmentaMX

Los días que separan la Navidad del año nuevo se caracterizan por prestarse para una profunda reflexión, para hacer un balance del año que se va y proponer cambios en nuestro entorno y en nuestra vida misma, que es de donde se desprenden todas las alteraciones que constituyen nuestra historia de vida, nuestra realidad. Así como el universo, en su inmensidad afuera del planeta, está en constante cambio, también nuestros cuerpos y nuestras ideas.

Llegamos al 2022 como un árbol, metáfora del crecimiento, escarbamos para reconocer las raíces que dan vida al movimiento estudiantil, crecimos para sostener los cambios, siembre apostando por el bien común y maduramos para poder compartir frutos ricos en alegrías. Ahora creo que la justicia siempre está del lado de la alegría porque solo con justicia y con verdad, podemos sanar los dolores que carcomen a nuestra sociedad.

Como decía al inicio, la naturaleza del universo es el cambio. La FEU está lista para afrontar los retos de Jalisco, México y el mundo, porque el rol de las y los estudiantes es primordial para reconstruir un presente con justicia. A nivel mundial, la lucha por la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, una revolución protagonizada por las mujeres de esta generación, ha logrado resonar a nivel mundial, sin duda ellas marcarán este siglo. Otro cambio importante es la lucha contra el calentamiento global, pues de acuerdo con las y los especialistas estamos en la última década donde podemos detenerlo y sobrevivir como especie.

Si algo nos queda claro es que en México en general, y en Jalisco en particular, quien la hace no la paga. El principal cambio hacia donde debemos apostar es la justicia; ya tuvimos demasiados años de impunidad, para muestra de ello, los cientos de miles de asesinatos acumulados y los más de 15 mil desaparecidos en Jalisco. Es evidente que el país atraviesa la peor crisis del sistema de procuración de justicia de su historia moderna y la clase política no hace lo necesario, por eso dudamos de quiénes son realmente los buenos. El funcionario que en verdad enfrenta al crimen por lo general lo hace solo, sin la solidaridad institucional de ninguno de los niveles de gobierno y por eso es que, desafortunadamente la mayoría de las veces, le cuesta la vida. La enfermedad detrás de esta putrefacción se llama corrupción.

No hablamos de Covid-19, la corrupción es el virus que porta la mayoría de personas de la clase política. Es tanta su fidelidad a la cultura de la muerte, su amor al dinero sucio, que no tienen reparo en la vida de a quienes se supone “dicen que representan”. No hay otra explicación para que Jalisco hipoteque nuestra calidad de vida y entregue nuestros parques a la mafia inmobiliaria. El descaro y la corrupción han vuelto “normal” que se privilegie la asignación de presupuesto para obra pública, a costa de recortar el presupuesto para educación, cultura, salud, deporte y ciencia, lo cual significa sentenciar las oportunidades de toda una generación. La clase política no invierte en estos rubros porque no es negocio para sus bolsillos.

En este contexto, las y los estudiantes aceptamos la responsabilidad de pensar, organizarnos y tomar acción, esta generación de jóvenes tenemos la encomienda de resolver estos problemas. Los retos implican un cambio en la forma de hacer las cosas, el cambio es impostergable, así como la manera de hacer política y tomar decisiones. De estas decisiones depende nuestra vida; el tiempo y la cuenta regresiva siguen su curso. Al ser universitarios es nuestro deber compartir y revolucionar las ideas del cambio. Feliz 2022 para todxs.

* Presidente de la FEU

Twitter @JavierArmentaMX