/ martes 28 de junio de 2022

“La seguridad si importa, a pesar de los datos”

Ante la estrategia que ha seguido el ejecutivo federal para combatir al crimen organizado y generar condiciones de seguridad en el país, pareciera que la seguridad no es una prioridad para el Presidente y para su equipo, porque no se ve una estrategia y no se ve que el contexto mejore con el paso del tiempo.


Seguramente a muchos consternaron los lamentables e indignantes hechos en los que 2 sacerdotes jesuitas y un guía de turistas fueron cobardemente asesinados en Chihuahua y que se han convertido en nota internacional por lo que representan para México, aunque pareciera que sólo en Palacio Nacional no dimensionan la trascendencia de lo que pasó.


Hace años pensábamos que como sociedad no debíamos normalizar la violencia, pero hoy lo que estamos viendo es que desde el ejecutivo federal no sólo se ha normalizado, sino que se ha dejado de ver a la inseguridad como un problema que afecta a todos, hoy hace falta un líder nacional que recuerde en Palacio que la seguridad si importa.


Sumando a la falta de liderazgo, también hace falta un personaje en Palacio Nacional que sea autocrítico y que acepte cuando el, sus decisiones o su equipo comete errores, porque es de sabios recapacitar, pero hoy pareciera que en el Ejecutivo Federal está prohibido rectificar ya que se estaría aceptando en automático que la estrategia no ha sido la adecuada.


Lo peor que puede pasarle a un gobierno es entrar en una burbuja que crea que todo está bien y que el Presidente de la República tenga en su equipo a personajes que solo le digan “todo va bien Señor Presidente” cuando en la realidad las cosas no van bien y como ejemplo claro es ver lo que pasó en Chihuahua y que ya han pasado días y no hay resultados en la investigación y lo más importante, no han detenido al responsable.


Hoy los otros datos sirven de escudo para permanecer una burbuja que no le hace bien al país, no le hace bien al Presidente para tomar decisiones objetivas, firmes, pero sobre todo congruentes y necesarias con los problemas que enfrenta el país, porque ese es el papel de un Presidente, rodearse de personas capaces que puedan ayudarle a construir un mejor país, pero si ellos no le ayudan y el no se deja ayudar, terminará la administración con resultados como los que lleva hasta ahora, pésimos resultados.

México necesita un líder, que ponga orden, que tome decisiones, que se deje ayudar y que sepa construir acuerdos y generar consensos con las distintas fuerzas políticas, porque todos buscamos un mejor país, el problema es cuando los otros datos le nublan el panorama a algunos y se niegan a cambiar el rumbo y la estrategia, un ejemplo, la estrategia de seguridad, porque la seguridad no solamente importa, es la base fundamental para desarrollar cualquier actividad y atraer inversiones y desarrollar a una sociedad que hoy vive asustada y lastimada.






Ante la estrategia que ha seguido el ejecutivo federal para combatir al crimen organizado y generar condiciones de seguridad en el país, pareciera que la seguridad no es una prioridad para el Presidente y para su equipo, porque no se ve una estrategia y no se ve que el contexto mejore con el paso del tiempo.


Seguramente a muchos consternaron los lamentables e indignantes hechos en los que 2 sacerdotes jesuitas y un guía de turistas fueron cobardemente asesinados en Chihuahua y que se han convertido en nota internacional por lo que representan para México, aunque pareciera que sólo en Palacio Nacional no dimensionan la trascendencia de lo que pasó.


Hace años pensábamos que como sociedad no debíamos normalizar la violencia, pero hoy lo que estamos viendo es que desde el ejecutivo federal no sólo se ha normalizado, sino que se ha dejado de ver a la inseguridad como un problema que afecta a todos, hoy hace falta un líder nacional que recuerde en Palacio que la seguridad si importa.


Sumando a la falta de liderazgo, también hace falta un personaje en Palacio Nacional que sea autocrítico y que acepte cuando el, sus decisiones o su equipo comete errores, porque es de sabios recapacitar, pero hoy pareciera que en el Ejecutivo Federal está prohibido rectificar ya que se estaría aceptando en automático que la estrategia no ha sido la adecuada.


Lo peor que puede pasarle a un gobierno es entrar en una burbuja que crea que todo está bien y que el Presidente de la República tenga en su equipo a personajes que solo le digan “todo va bien Señor Presidente” cuando en la realidad las cosas no van bien y como ejemplo claro es ver lo que pasó en Chihuahua y que ya han pasado días y no hay resultados en la investigación y lo más importante, no han detenido al responsable.


Hoy los otros datos sirven de escudo para permanecer una burbuja que no le hace bien al país, no le hace bien al Presidente para tomar decisiones objetivas, firmes, pero sobre todo congruentes y necesarias con los problemas que enfrenta el país, porque ese es el papel de un Presidente, rodearse de personas capaces que puedan ayudarle a construir un mejor país, pero si ellos no le ayudan y el no se deja ayudar, terminará la administración con resultados como los que lleva hasta ahora, pésimos resultados.

México necesita un líder, que ponga orden, que tome decisiones, que se deje ayudar y que sepa construir acuerdos y generar consensos con las distintas fuerzas políticas, porque todos buscamos un mejor país, el problema es cuando los otros datos le nublan el panorama a algunos y se niegan a cambiar el rumbo y la estrategia, un ejemplo, la estrategia de seguridad, porque la seguridad no solamente importa, es la base fundamental para desarrollar cualquier actividad y atraer inversiones y desarrollar a una sociedad que hoy vive asustada y lastimada.






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