/ martes 3 de noviembre de 2020

La seguridad pública en Guadalajara

Guadalajara representa la ciudad más importante del Occidente del país, todavía conserva su historia colonial desde su fundación el 14 de febrero de 1542, que se situó en el Valle de Atemajac y Tonalá hasta lo que hoy es la ciudad de Guadalajara, transitando por Zacatecas y siguiendo sus pasos por el río San Juan de Dios, por el lado Oriente como vigilante del tiempo se encuentra el templo de San Juan de Dios y por el lado Poniente el Palacio de Gobierno, por citar dos monumentos característicos de la Guadalajara colonial conocida por sus torres de Catedral con la figura de alcatraces.

Guadalajara se funda en un Valle; en la actualidad la Guadalajara moderna está casi en la totalidad urbanizada, en el Sur con Polanco y sus Lomas en las faldas del Cerro del Cuatro, en el Norte la Barranca de Huentitán, en el Oriente Tetlán que también formó parte en la fundación de Guadalajara y en el Poniente Los Colomos, que siguen siendo un bosque con agua, flora y fauna y considerado el principal pulmón de la ciudad, así tenemos una Guadalajara con su centro histórico con una riqueza arquitectónica colonial desde Analco hasta Mexicaltzingo, el Santuario y el Expiatorio.

En la Guadalajara colonial independiente en la Reforma y en la Revolución se mantuvo la seguridad que en términos coloniales se hablaba de la tranquilidad de los habitantes desde los serenos del romanticismo colonial hasta las policías rurales al servicio del gobierno del Estado y sus municipios, así como los alcaides que fueron parte importante de la seguridad de los tapatíos.

Guadalajara tuvo dos centros penitenciarios, el primero a finales del Siglo XIX conocido como la “Prisión de Escobedo”, fundado por Ignacio Luis Vallarta, lo que hoy se conoce como el “Parque rojo”, el segundo construido en los años treinta del Siglo XX, conocido como “La penal de Oblatos”, que abarco desde las calles de Josefa Ortiz de Domínguez y la 58 hasta la calle de Gómez de Mendiola y la 62.

La ciudad de Guadalajara en los años sesenta creó la policía secreta, asimismo la policía municipal ha sido parte de la historia con esos hombres uniformados de azul que caminaban por la ciudad, teniendo contacto con los barrios, los niños los llamaban amigos.

La Guadalajara de estos días tiene proyecto de seguridad pública, tiene objetivo de una ciudad tranquila y ordenada, asimismo desde el mes de diciembre establecieron una estrategia para construir un proyecto de una Guadalajara libre de violencia, segura para las mujeres, los hombres, y los niños, como en los tiempos en que los vecinos por las tardes sacaban su silla afuera de su casa y platicaban con los vecinos y los niños jugaban en las banquetas, en un proyecto de una ciudad de futuro y de oportunidades.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio

Guadalajara representa la ciudad más importante del Occidente del país, todavía conserva su historia colonial desde su fundación el 14 de febrero de 1542, que se situó en el Valle de Atemajac y Tonalá hasta lo que hoy es la ciudad de Guadalajara, transitando por Zacatecas y siguiendo sus pasos por el río San Juan de Dios, por el lado Oriente como vigilante del tiempo se encuentra el templo de San Juan de Dios y por el lado Poniente el Palacio de Gobierno, por citar dos monumentos característicos de la Guadalajara colonial conocida por sus torres de Catedral con la figura de alcatraces.

Guadalajara se funda en un Valle; en la actualidad la Guadalajara moderna está casi en la totalidad urbanizada, en el Sur con Polanco y sus Lomas en las faldas del Cerro del Cuatro, en el Norte la Barranca de Huentitán, en el Oriente Tetlán que también formó parte en la fundación de Guadalajara y en el Poniente Los Colomos, que siguen siendo un bosque con agua, flora y fauna y considerado el principal pulmón de la ciudad, así tenemos una Guadalajara con su centro histórico con una riqueza arquitectónica colonial desde Analco hasta Mexicaltzingo, el Santuario y el Expiatorio.

En la Guadalajara colonial independiente en la Reforma y en la Revolución se mantuvo la seguridad que en términos coloniales se hablaba de la tranquilidad de los habitantes desde los serenos del romanticismo colonial hasta las policías rurales al servicio del gobierno del Estado y sus municipios, así como los alcaides que fueron parte importante de la seguridad de los tapatíos.

Guadalajara tuvo dos centros penitenciarios, el primero a finales del Siglo XIX conocido como la “Prisión de Escobedo”, fundado por Ignacio Luis Vallarta, lo que hoy se conoce como el “Parque rojo”, el segundo construido en los años treinta del Siglo XX, conocido como “La penal de Oblatos”, que abarco desde las calles de Josefa Ortiz de Domínguez y la 58 hasta la calle de Gómez de Mendiola y la 62.

La ciudad de Guadalajara en los años sesenta creó la policía secreta, asimismo la policía municipal ha sido parte de la historia con esos hombres uniformados de azul que caminaban por la ciudad, teniendo contacto con los barrios, los niños los llamaban amigos.

La Guadalajara de estos días tiene proyecto de seguridad pública, tiene objetivo de una ciudad tranquila y ordenada, asimismo desde el mes de diciembre establecieron una estrategia para construir un proyecto de una Guadalajara libre de violencia, segura para las mujeres, los hombres, y los niños, como en los tiempos en que los vecinos por las tardes sacaban su silla afuera de su casa y platicaban con los vecinos y los niños jugaban en las banquetas, en un proyecto de una ciudad de futuro y de oportunidades.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio