En la Tómbola de la 4T, finalmente ya supimos quien resultó ser la corcholata ganadora del premio mayor. Era la esperadita y se sacó la rifa del tigre.
Pero no todo es fiesta y alegría en el seno de la 4T ni tampoco en la corchoclaudia. La división en su partido es pública y manifiesta y no tiene visos de que se resuelva pese a las buenas intenciones de su padrino y a la entrega simbólica del mando del país que le hizo con el bastón lleno de listones.
La Doctora Sheinbaum tiene enfrente un tremendo desafío; dejará de ser la corcholata del divertido juego del presidente para asumir plenamente su responsabilidad histórica que le espera: por una parte, apaciguar las hordas de quienes no quedaron conformes con el procedimiento de selección de quien contenderá por Morena para la candidatura a la Presidencia de la República; por otra, calmar los ánimos de sus propios, quienes exigirán buenos sitios en la mesa de reparto del pastel si es que se les hace la grande, porque desde luego no la tienen segura ya que enfrente tendrán, - si algo grave no sucede - a la Ingeniera Xóchitl Gálvez que no resultará un hueso fácil de roer.
Por si esto fuera poco, el año 2024 será un año particularmente difícil económicamente hablando, puesto que el endeudamiento interno superará los dos billones 306 mil millones de pesos, una cifra astronómica, que pondrá las finanzas públicas a prueba y ahora sin tener a quien echarle la culpa puesto que los del pasado resultarán ser los suyos propios si se me permite la expresión.
Y no solo eso, en el campo minado que se ha convertido el país, ya pasada la temporada de la fiesta y la vacilada de las corcholatas, la corchoclaudia, volverá a la seriedad y retornará su semblante taciturno, pues también se va a enfrentar a un país completamente dividido, irritado, polarizado a mas no poder y por el que corren ríos de sangre y con la violencia en todas partes sin que haya nada ni nadie que la contenga, pues las fuerzas castrenses están mas ocupadas en hacer negocios que en poner orden y quien sabe si vean con buenos ojos a una mujer como su comandante suprema; con vacunas rusas y cubanas sin aprobarse por la OMS, además aparentemente caducas, con un rebrote de Covid 19 y sus nuevas cepas, y sin un plan trazado para combatirlo; los niños con cancer y el desabasto de medicinas, la inoperabilidad del AIFA, los desaparecidos, los feminicidios, las madres buscadoras, la sequía, la refinería que no refina, secuestros, levantones, carros incendiados, homicidios, ajusticiamientos, robos en carreteras, la devastación de la selva lacandona por el tren maya, los reclamos de los 43 de Ayotzinapa, de locos; en fin, la Doctora corchoclaudia a estas alturas quizá se esté arrepintiendo de haber participado en la Tómbola de Andres Manuel, donde se sacó el boleto premiado, la rifa del tigre y quiera mejor regresar el susodicho bastoncito a su padrino y que otro le entre al toro que vaya que está bravísimo.