/ domingo 17 de enero de 2021

La revolución digital abre las posibilidades


Manuel Herrera Vega

Uno de los temas recurrentes a propósito de la pandemia del Coronavirus es el del gran salto que hemos tenido que dar hacia el uso cotidiano de los recursos tecnológicos y digitales, ante las radicales medidas de aislamiento social impuestas por la emergencia sanitaria.

Se dice, por ejemplo, que hemos avanzado en el aprovechamiento del Internet y sus herramientas de una forma tan acelerada, que en condiciones normales nos habría llevado por lo menos unos 10 años para alcanzar este nivel de uso.

La gran pregunta que debemos hacernos frente este boom es, primero, si de verdad hemos integrado la tecnología digital de lleno a nuestra vida cotidiana o si solo hemos potenciado algunos de sus usos de manera marginal. En segundo lugar, es oportuno reflexionar con respecto a la brecha de acceso a esta era de innovación que se va generando entre los diferentes segmentos de la sociedad.

Por mencionar sólo dos elementos, muchas veces asumimos que las ventas online o las clases virtuales en las condiciones en que se dan ahora mismo, representan ya un proceso completo de digitalización. Pero esto no es así.

La verdadera digitalización, esa que permite automatizar procesos, conectar cadenas productivas, crear polos de desarrollo, transformar espacios de trabajo y centrar los servicios en la experiencia del cliente, es algo a lo que debemos aspirar en México y en Zapopan, con todo nuestro entusiasmo y con toda la conciencia de que llegar ahí requiere articular sinergias; esto es, sincronizar nuestras metas y las tareas que a cada quien le tocan.

Todos los días escuchamos sobre experiencias de éxito en proyectos de e-gobierno o de e-servicios que hacen más transparentes la gestión y mejoran sustancialmente la experiencia de los ciudadanos en la provisión de servicios públicos como lo hacen en el asfaltado, las luminarias, la recolección de basura, la seguridad, hasta los trámites gubernamentales, las licencias o los permisos. ¿Por qué no crear esas condiciones en Zapopan que es la capital moderna del estado de Jalisco?

Quienes vivimos y trabajamos desde esta ciudad, debemos asumir tres nuevos retos con respecto a la Cuarta Revolución Tecnológica: alentar el desarrollo de la infraestructura necesaria para concretar esa clase de transformaciones; trabajar para que estas nuevas herramientas digitales estén al alcance de todas y todos; y fomentar la digitalización, la tecnificación y la innovación en el municipio.

El gobierno de la ciudad debe crear un modelo sustentable, eficiente y cercano a la gente, que permita la interacción de las personas y la generación de negocios competitivos, en un esquema de comunicación pronta y en línea, movilidad garantizada y respeto irrestricto al medio ambiente mediante el uso adecuado de las fuentes naturales de energía.

Frente a las adversidades que debemos afrontar, como es el caso del Covid-19, estamos llamados a recuperar nuestras capacidades de comunicación e integración, entre habitantes y gobierno, entre amplios sectores de la sociedad y los sectores productivos, entre representantes y ciudadanos.

Esto no es una transformación de la noche a la mañana, pero el primer paso requiere un cambio en el pensamiento y un quiebre con el pasado. Sin embargo, para llegar al objetivo de constituir una auténtica ciudad inteligente, la gran oportunidad puede encontrarse en la tecnificación y digitalización.

La responsabilidad de nuestro tiempo radica en generar los espacios para el desarrollo, la sustentabilidad y la mejor convivencia social desde un andar armónico; reconfigurar nuestra ciudad a una escala humana, aprovechando los adelantos de la modernidad.

Hagámoslo en Zapopan ¡sí podemos!

* Empresario


Manuel Herrera Vega

Uno de los temas recurrentes a propósito de la pandemia del Coronavirus es el del gran salto que hemos tenido que dar hacia el uso cotidiano de los recursos tecnológicos y digitales, ante las radicales medidas de aislamiento social impuestas por la emergencia sanitaria.

Se dice, por ejemplo, que hemos avanzado en el aprovechamiento del Internet y sus herramientas de una forma tan acelerada, que en condiciones normales nos habría llevado por lo menos unos 10 años para alcanzar este nivel de uso.

La gran pregunta que debemos hacernos frente este boom es, primero, si de verdad hemos integrado la tecnología digital de lleno a nuestra vida cotidiana o si solo hemos potenciado algunos de sus usos de manera marginal. En segundo lugar, es oportuno reflexionar con respecto a la brecha de acceso a esta era de innovación que se va generando entre los diferentes segmentos de la sociedad.

Por mencionar sólo dos elementos, muchas veces asumimos que las ventas online o las clases virtuales en las condiciones en que se dan ahora mismo, representan ya un proceso completo de digitalización. Pero esto no es así.

La verdadera digitalización, esa que permite automatizar procesos, conectar cadenas productivas, crear polos de desarrollo, transformar espacios de trabajo y centrar los servicios en la experiencia del cliente, es algo a lo que debemos aspirar en México y en Zapopan, con todo nuestro entusiasmo y con toda la conciencia de que llegar ahí requiere articular sinergias; esto es, sincronizar nuestras metas y las tareas que a cada quien le tocan.

Todos los días escuchamos sobre experiencias de éxito en proyectos de e-gobierno o de e-servicios que hacen más transparentes la gestión y mejoran sustancialmente la experiencia de los ciudadanos en la provisión de servicios públicos como lo hacen en el asfaltado, las luminarias, la recolección de basura, la seguridad, hasta los trámites gubernamentales, las licencias o los permisos. ¿Por qué no crear esas condiciones en Zapopan que es la capital moderna del estado de Jalisco?

Quienes vivimos y trabajamos desde esta ciudad, debemos asumir tres nuevos retos con respecto a la Cuarta Revolución Tecnológica: alentar el desarrollo de la infraestructura necesaria para concretar esa clase de transformaciones; trabajar para que estas nuevas herramientas digitales estén al alcance de todas y todos; y fomentar la digitalización, la tecnificación y la innovación en el municipio.

El gobierno de la ciudad debe crear un modelo sustentable, eficiente y cercano a la gente, que permita la interacción de las personas y la generación de negocios competitivos, en un esquema de comunicación pronta y en línea, movilidad garantizada y respeto irrestricto al medio ambiente mediante el uso adecuado de las fuentes naturales de energía.

Frente a las adversidades que debemos afrontar, como es el caso del Covid-19, estamos llamados a recuperar nuestras capacidades de comunicación e integración, entre habitantes y gobierno, entre amplios sectores de la sociedad y los sectores productivos, entre representantes y ciudadanos.

Esto no es una transformación de la noche a la mañana, pero el primer paso requiere un cambio en el pensamiento y un quiebre con el pasado. Sin embargo, para llegar al objetivo de constituir una auténtica ciudad inteligente, la gran oportunidad puede encontrarse en la tecnificación y digitalización.

La responsabilidad de nuestro tiempo radica en generar los espacios para el desarrollo, la sustentabilidad y la mejor convivencia social desde un andar armónico; reconfigurar nuestra ciudad a una escala humana, aprovechando los adelantos de la modernidad.

Hagámoslo en Zapopan ¡sí podemos!

* Empresario