/ jueves 4 de febrero de 2021

La redensificación deseada

Para las autoridades de Guadalajara como Edith Rosario Jiménez Huerta, frente a la vivienda abandonada, este problema se remonta a más de 20 años. Es decir, “es provocado por las malas condiciones en las que se encuentran las casas, con la agravante legal ante la probabilidad de los adeudos crediticios con bancos o con el INFONAVIT”.

Esta es una situación que se agrava en la periferia del área metropolitana al encontrarse un mayor crecimiento de viviendas frente a servicios urbanos de baja calidad, ineficiente o incluso inexistentes, principalmente en los municipios de Tlajomulco, El Salto y Juanacatlán en los que la falta de agua, infraestructura, contaminación y agravada inseguridad, presentan estadísticas como la de Tlajomulco con más de 40 mil viviendas abandonadas de acuerdo a datos registrados por el propio ayuntamiento.

Evidentemente ese fenómeno de la gentrificación proletaria no ha reproducido el modelo de “ciudad satélite” como se ha llegado a concebir en los suburbios de las ciudades desarrolladas del mundo. Por el contrario, esta expulsión de la clase trabajadora hacia los fraccionamientos emergentes ha fundado cientos de fraccionamientos “dormitorio” ante la obviedad de la baja densidad poblacional de los primeros cuadros de las ciudades capital como en el caso de Guadalajara y Zapopan, las cuales han visto en los proyectos de redensificación una manera de reactivar la vida económica y social de sus centros urbanos.

No es mala la idea, si antes se resolvieran las deficiencias características de nuestras crisis urbanas a partir de la desigualdad material prevaleciente no sólo de un habitante a otro sino de una urbanización a otra.

Para el académico de la Universidad de Guadalajara Jorge Fernández Acosta este tema requiere un análisis de la mayor profundidad “En el tema de la redensificación, el concepto de Renovación Urbana adquiere importancia capital. Se refiere a la implementación de acciones urbanísticas tendientes a proveer mejoras a la infraestructura y a los sistemas de funcionalidad de la ciudad, tales como la movilidad o los espacios abiertos y áreas verdes públicas. De tal suerte, es requisito fundamental realizar transformaciones de este tipo antes de ejecutar acciones de vivienda tendientes a la saturación y la verticalidad que no son, necesariamente, sinónimo de redensificar. Luego entonces, es menester desarrollar ejercicios de planeación integral e integradora de procesos para el desarrollo Urbano sobre la premisa del desarrollo orientado a las personas.

Lo cual denota una premisa fundamental: la contención del negocio inmobiliario consistente en convertir el suelo agrícola barato en mini viviendas, también baratas, sin los servicios urbanos indispensables. Para la cual se tendría que romper la rentable alianza del hambreador constructor, por un lado, y por el otro la autoridad municipal que ha cambiado el uso de suelo, a partir de una evidente corrupción municipal.

Por su parte, Mario Silva, titular del Instituto Metropolitano de Planeación propone valorar el funcionamiento de las estrategias para repoblar el municipio tapatío hasta el año 2025, es decir al final del actual sexenio. Me parece un poco tarde si consideramos los largos 60 años que tuvieron que transcurrir para tener 3 mega obras en la ciudad: el viaducto Lázaro Cárdenas, el Anillo Periférico y la Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano. Y ¿esperar más?.

* Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com

Para las autoridades de Guadalajara como Edith Rosario Jiménez Huerta, frente a la vivienda abandonada, este problema se remonta a más de 20 años. Es decir, “es provocado por las malas condiciones en las que se encuentran las casas, con la agravante legal ante la probabilidad de los adeudos crediticios con bancos o con el INFONAVIT”.

Esta es una situación que se agrava en la periferia del área metropolitana al encontrarse un mayor crecimiento de viviendas frente a servicios urbanos de baja calidad, ineficiente o incluso inexistentes, principalmente en los municipios de Tlajomulco, El Salto y Juanacatlán en los que la falta de agua, infraestructura, contaminación y agravada inseguridad, presentan estadísticas como la de Tlajomulco con más de 40 mil viviendas abandonadas de acuerdo a datos registrados por el propio ayuntamiento.

Evidentemente ese fenómeno de la gentrificación proletaria no ha reproducido el modelo de “ciudad satélite” como se ha llegado a concebir en los suburbios de las ciudades desarrolladas del mundo. Por el contrario, esta expulsión de la clase trabajadora hacia los fraccionamientos emergentes ha fundado cientos de fraccionamientos “dormitorio” ante la obviedad de la baja densidad poblacional de los primeros cuadros de las ciudades capital como en el caso de Guadalajara y Zapopan, las cuales han visto en los proyectos de redensificación una manera de reactivar la vida económica y social de sus centros urbanos.

No es mala la idea, si antes se resolvieran las deficiencias características de nuestras crisis urbanas a partir de la desigualdad material prevaleciente no sólo de un habitante a otro sino de una urbanización a otra.

Para el académico de la Universidad de Guadalajara Jorge Fernández Acosta este tema requiere un análisis de la mayor profundidad “En el tema de la redensificación, el concepto de Renovación Urbana adquiere importancia capital. Se refiere a la implementación de acciones urbanísticas tendientes a proveer mejoras a la infraestructura y a los sistemas de funcionalidad de la ciudad, tales como la movilidad o los espacios abiertos y áreas verdes públicas. De tal suerte, es requisito fundamental realizar transformaciones de este tipo antes de ejecutar acciones de vivienda tendientes a la saturación y la verticalidad que no son, necesariamente, sinónimo de redensificar. Luego entonces, es menester desarrollar ejercicios de planeación integral e integradora de procesos para el desarrollo Urbano sobre la premisa del desarrollo orientado a las personas.

Lo cual denota una premisa fundamental: la contención del negocio inmobiliario consistente en convertir el suelo agrícola barato en mini viviendas, también baratas, sin los servicios urbanos indispensables. Para la cual se tendría que romper la rentable alianza del hambreador constructor, por un lado, y por el otro la autoridad municipal que ha cambiado el uso de suelo, a partir de una evidente corrupción municipal.

Por su parte, Mario Silva, titular del Instituto Metropolitano de Planeación propone valorar el funcionamiento de las estrategias para repoblar el municipio tapatío hasta el año 2025, es decir al final del actual sexenio. Me parece un poco tarde si consideramos los largos 60 años que tuvieron que transcurrir para tener 3 mega obras en la ciudad: el viaducto Lázaro Cárdenas, el Anillo Periférico y la Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano. Y ¿esperar más?.

* Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com