/ domingo 29 de diciembre de 2019

La propuesta y no la crítica

Un buen amigo me hacia la sugerencia, en días pasados, de por qué en lugar de criticar no se hacen propuestas a aquello que se aprecia como incorrecto o indebido del quehacer de las autoridades, a lo que le conteste: que la crítica, naturalmente era propositiva, al no aceptarse el desempeño y la consecuencia para quien tiene más de un dedo de inteligencia, desde luego que debe de ser lo contrario a lo señalado como contrario, indebido o ilegal.

A lo anterior, ese buen amigo me hizo una acotación, que porque este año que se avecina, ya que estamos a cuarenta y ocho horas de que inicie y reconociendo la naturaleza del ser humano, que lo le es fácil tener la humildad y honestidad de reconocer aquello que se le señala como indebido, es por eso que es necesario sugerir respetuosamente al gobernante, en el caso de la inobservancia de la ley, mejor recordarle que al asumir el cargo, desde el más encumbrado hasta el más modesto empleado público, hizo una protesta constitucional de cumplirla y hacerla cumplir, así como las leyes secundarias que no la contravengan; si no soy de la idea de abrazos en vez de balazos, sí de exigir con el debido respeto y, la exigencia desde luego que no pude constituir un exceso ya que el derecho no se debe regatear, sino simplemente cumplir en todos sus términos.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por la que ya se pagó demasiada sangre, tanto para su nacimiento y, desafortunadamente hoy, por su incumplimiento, es por eso que me parece urgente el uso de la fuerza del Estado, para que el desobediente se le someta de inmediato sin distingos sociales, económicos, políticos, partidistas, religiosos, etcétera, etcétera, que el costo ya está pagado y se seguirá pagando, si no se le somete y no se mide con el mismo rasero a unos y otros ya que solo de esa manera podemos superar, a mi juicio, esta descomposición fatal que día con día nos sigue costando, en todos los aspectos y lo más lamentable, demasiadas vidas humanas y la conciencia no siempre tiene la certeza de ser justa, porque cada quien tiene su propia conciencia y generalmente muy diferente uno de otro y la norma solo es una y es para cumplirla todos, sin tendencias aviesas políticas, que si bien es cierto, que cuando el poder se dispersa se pierde la fuerza, pero cuando los poderes son solidarios en el cumplimiento de la ley y no del interés político de unos y de otros, los países crecen, evolucionan y superan la desgracia. A los mexicanos nos urge que los tres poderes se conduzcan con probidad, respeto y con el único interés común, de servir a la patria y no a uno del otro, como desafortunadamente sucede tanto en lo federal como estatal, es hora de que este año venidero nos sea mejor a todos, es mi deseo mi querido lector.

Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com

Un buen amigo me hacia la sugerencia, en días pasados, de por qué en lugar de criticar no se hacen propuestas a aquello que se aprecia como incorrecto o indebido del quehacer de las autoridades, a lo que le conteste: que la crítica, naturalmente era propositiva, al no aceptarse el desempeño y la consecuencia para quien tiene más de un dedo de inteligencia, desde luego que debe de ser lo contrario a lo señalado como contrario, indebido o ilegal.

A lo anterior, ese buen amigo me hizo una acotación, que porque este año que se avecina, ya que estamos a cuarenta y ocho horas de que inicie y reconociendo la naturaleza del ser humano, que lo le es fácil tener la humildad y honestidad de reconocer aquello que se le señala como indebido, es por eso que es necesario sugerir respetuosamente al gobernante, en el caso de la inobservancia de la ley, mejor recordarle que al asumir el cargo, desde el más encumbrado hasta el más modesto empleado público, hizo una protesta constitucional de cumplirla y hacerla cumplir, así como las leyes secundarias que no la contravengan; si no soy de la idea de abrazos en vez de balazos, sí de exigir con el debido respeto y, la exigencia desde luego que no pude constituir un exceso ya que el derecho no se debe regatear, sino simplemente cumplir en todos sus términos.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por la que ya se pagó demasiada sangre, tanto para su nacimiento y, desafortunadamente hoy, por su incumplimiento, es por eso que me parece urgente el uso de la fuerza del Estado, para que el desobediente se le someta de inmediato sin distingos sociales, económicos, políticos, partidistas, religiosos, etcétera, etcétera, que el costo ya está pagado y se seguirá pagando, si no se le somete y no se mide con el mismo rasero a unos y otros ya que solo de esa manera podemos superar, a mi juicio, esta descomposición fatal que día con día nos sigue costando, en todos los aspectos y lo más lamentable, demasiadas vidas humanas y la conciencia no siempre tiene la certeza de ser justa, porque cada quien tiene su propia conciencia y generalmente muy diferente uno de otro y la norma solo es una y es para cumplirla todos, sin tendencias aviesas políticas, que si bien es cierto, que cuando el poder se dispersa se pierde la fuerza, pero cuando los poderes son solidarios en el cumplimiento de la ley y no del interés político de unos y de otros, los países crecen, evolucionan y superan la desgracia. A los mexicanos nos urge que los tres poderes se conduzcan con probidad, respeto y con el único interés común, de servir a la patria y no a uno del otro, como desafortunadamente sucede tanto en lo federal como estatal, es hora de que este año venidero nos sea mejor a todos, es mi deseo mi querido lector.

Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com