/ miércoles 26 de mayo de 2021

La muerte del cardenal Posadas

El 24 de mayo de 1993, el aeropuerto internacional de Guadalajara y los pasajeros que transitaban por sus áreas, en esa tarde soleada fueron testigos del asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quién fue víctima según los peritajes de la Procuraduría General de la República y de Jalisco de un fuego cruzado, o de una confusión con el Chapo Guzmán.

En esa tarde y hasta estos días, aún no se llega a la conclusión de la muerte del Cardenal, las investigaciones siguen y todavía se encuentran en el Penal algunos reos de causa criminal entre víctimas e inocentes, entre prófugos y criminales, pero el caso aún no se olvida, también fue asesinado su chofer, en un fuego que fue armado por intereses y causas que hasta la fecha se desconocen, lo que incriminó a algunos líderes de las drogas en México; era el tiempo del dominio del mercado de las drogas, en ese momento la mariguana, posteriormente la cocaína.

El mercado de las drogas había traspasado las fronteras de México hacia Estados Unidos, el país había dejado de ser lugar de tránsito de drogas, de Colombia hacia Los Estados Unidos, los narcotraficantes mexicanos se habían convertido en productores de las drogas, negociaban y competían con los productores colombianos, habían creado un mercado que redituaba muchas ganancias en pesos mexicanos y en dólares, los políticos mexicanos y policías se habían asomado al dinero de la corrupción, todo era organizar la criminalidad, los ajustes de cuentas fueron cotidianos, era la época del gobierno del Presidente Carlos Salinas de Gortari, era la época de la globalización y del Tratado del Libre Comercio con México, Estados Unidos y Canadá, era la época del nacimiento de la fusión de la izquierda mexicana y del Partido de la Revolución Democrática.

Guadalajara tuvo otro Cardenal, Juan Sandoval Iñiguez, quién con valentía defendió la causa del Cardenal Posadas, diálogo con el Procurador General de la República y trabajó para conocer la verdad.

Asimismo el Doctor Mario Rivas Souza, a quién le toco intervenir en la autopsia del Cardenal Posadas, en una Conferencia de Prensa, comentó que las balas que había recibido el Cardenal Posadas no eran de fuego cruzado, sino de un ataque directo (directísimo), mostrando las evidencias de la medicina legal y la criminalística, eran los tiempos del dominio absoluto de la Presidencia de la República, surgían las organizaciones no gubernamentales y la voz ciudadana que sin partidos políticos exigían justicia en la búsqueda de la verdad.

Es un tema pendiente que tiene que resolverse, por respeto a un hombre que fue víctima de la criminalidad que aún se desconocen las causas de este homicidio, y quién o quiénes lo asesinaron no respetaron su investidura de Cardenal.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.

El 24 de mayo de 1993, el aeropuerto internacional de Guadalajara y los pasajeros que transitaban por sus áreas, en esa tarde soleada fueron testigos del asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quién fue víctima según los peritajes de la Procuraduría General de la República y de Jalisco de un fuego cruzado, o de una confusión con el Chapo Guzmán.

En esa tarde y hasta estos días, aún no se llega a la conclusión de la muerte del Cardenal, las investigaciones siguen y todavía se encuentran en el Penal algunos reos de causa criminal entre víctimas e inocentes, entre prófugos y criminales, pero el caso aún no se olvida, también fue asesinado su chofer, en un fuego que fue armado por intereses y causas que hasta la fecha se desconocen, lo que incriminó a algunos líderes de las drogas en México; era el tiempo del dominio del mercado de las drogas, en ese momento la mariguana, posteriormente la cocaína.

El mercado de las drogas había traspasado las fronteras de México hacia Estados Unidos, el país había dejado de ser lugar de tránsito de drogas, de Colombia hacia Los Estados Unidos, los narcotraficantes mexicanos se habían convertido en productores de las drogas, negociaban y competían con los productores colombianos, habían creado un mercado que redituaba muchas ganancias en pesos mexicanos y en dólares, los políticos mexicanos y policías se habían asomado al dinero de la corrupción, todo era organizar la criminalidad, los ajustes de cuentas fueron cotidianos, era la época del gobierno del Presidente Carlos Salinas de Gortari, era la época de la globalización y del Tratado del Libre Comercio con México, Estados Unidos y Canadá, era la época del nacimiento de la fusión de la izquierda mexicana y del Partido de la Revolución Democrática.

Guadalajara tuvo otro Cardenal, Juan Sandoval Iñiguez, quién con valentía defendió la causa del Cardenal Posadas, diálogo con el Procurador General de la República y trabajó para conocer la verdad.

Asimismo el Doctor Mario Rivas Souza, a quién le toco intervenir en la autopsia del Cardenal Posadas, en una Conferencia de Prensa, comentó que las balas que había recibido el Cardenal Posadas no eran de fuego cruzado, sino de un ataque directo (directísimo), mostrando las evidencias de la medicina legal y la criminalística, eran los tiempos del dominio absoluto de la Presidencia de la República, surgían las organizaciones no gubernamentales y la voz ciudadana que sin partidos políticos exigían justicia en la búsqueda de la verdad.

Es un tema pendiente que tiene que resolverse, por respeto a un hombre que fue víctima de la criminalidad que aún se desconocen las causas de este homicidio, y quién o quiénes lo asesinaron no respetaron su investidura de Cardenal.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.