/ martes 14 de abril de 2020

La impotencia, la complicidad, el miedo

La criminalidad que cada día es más cruel, más violenta, más constante, causando más muertes que cualquier pandemia, dañando el patrimonio de más personas y por ende la economía de la sociedad, es evidente que no obstante de ser una constante esta situación, desde hace varios años en nuestro país y que a últimas fechas se ha acentuado mucho más y en particular en nuestra entidad, lamentablemente ni la sociedad ni los medios y mucho menos las autoridades, que son las responsables de preservar el orden y la paz social, encubiertos, tanto el gobierno federal y como el estatal en el COVID 19, ya sea por ineptitud, por impotencia, por complicidad o por cobardía, en tantas comparecencias.

Mañana, tarde, noche, por todos los medios de comunicación, ni por accidente hacen mención a intentar abatir este cáncer tan doloroso, tan constante y mucho más agresivo que la pandemia mencionada, la que en quince días, ya casi veintidós, que se ha declarado la gravedad, porque se han perdido hasta la fecha, en nuestro estado, nueve vidas por ese padecimiento, agregado a otros más, que han sufrido las personas que han fallecido, nueve decesos dolorosos para quienes tienen la desgracia de perder a un familiar por ese motivo, cantidad de decesos que la delincuencia, en últimas fechas, hasta en un día han superado el número de víctimas por Covid-19.

No obstante que todos los sectores de la sociedad han sido víctimas de una o de otra forma de la delincuencia, son temas que no se abordan para reclamar que las autoridades con la misma vehemencia que han atendido el tema del virus, atiendan está por demás urgente y grave situación, que no distingue sexo, ni edad, ni posición social o económica y que desafortunadamente se acentúa en la juventud, donde algunos medios, después de anunciar el hecho, sin que les conste, luego dicen: “que ya se están investigando” lo cual es totalmente falso y no se necesita ser muy inteligente para constatarlo, pues de acuerdo al volumen que se cometen, no existe ni un solo policía investigador por cada quinientos delitos que se cometen, me atrevo a afirmarlo por el presupuesto que se destina a las instituciones encargadas de la seguridad y por la innegable incapacidad de quien coordina a esas instituciones, que como en otras ocasiones ya lo he mencionado, es un ginecólogo que tal vez en la maternidad hace menos daño, que en la seguridad es atroz su desempeño.

Es encomiable la actitud del gobierno del estado y del sector empresarial, que se está enfrentando a la federación, por la descompensación reciproca del pacto fiscal que existe, pero me parece que es más digno o urgente que se demande la solidaridad de la federación, que nos garantice la vida, aunque después del patrimonio, porque en particular en la zona metropolitana y en algunas comunidades del interior, Lagos de Moreno, entre otras, se desaparecen las personas, se asesinan y se inhuman en la clandestinidad, con la más absoluta impunidad y evidente complacencia de las autoridades, que ni capacitan a los que están, ni incrementan la plantilla, ni se les ofertan condiciones dignas de trabajo, con armas, motores y toda la tecnología con que la delincuencia si cuenta e invierte, tan cierto es lo que afirmo que la semana antepasada unos cuantos policías investigadores tuvieron que huir de la delincuencia en el fraccionamiento buganbilias de Zapopan, al verse rebasados en número y en armas, lo que no es criticable ya que con esa actitud evitaron otras muertes, como las dolorosas y graves, más recientes, donde dos agentes del ministerio público, en la colonia las huertas, fueron asesinados arteramente, cumpliendo con su deber, pero sin las condiciones elementales de salvaguardar su vida, sin que hasta la fecha, como en el resto de los homicidios del personal de la fiscalía, exista tan siquiera un delincuente detenido.

¿Sera más la cobardía de la sociedad en general que consiente y permite la pasividad e ineficiencia de las autoridades, que mejor se calla?

* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com

La criminalidad que cada día es más cruel, más violenta, más constante, causando más muertes que cualquier pandemia, dañando el patrimonio de más personas y por ende la economía de la sociedad, es evidente que no obstante de ser una constante esta situación, desde hace varios años en nuestro país y que a últimas fechas se ha acentuado mucho más y en particular en nuestra entidad, lamentablemente ni la sociedad ni los medios y mucho menos las autoridades, que son las responsables de preservar el orden y la paz social, encubiertos, tanto el gobierno federal y como el estatal en el COVID 19, ya sea por ineptitud, por impotencia, por complicidad o por cobardía, en tantas comparecencias.

Mañana, tarde, noche, por todos los medios de comunicación, ni por accidente hacen mención a intentar abatir este cáncer tan doloroso, tan constante y mucho más agresivo que la pandemia mencionada, la que en quince días, ya casi veintidós, que se ha declarado la gravedad, porque se han perdido hasta la fecha, en nuestro estado, nueve vidas por ese padecimiento, agregado a otros más, que han sufrido las personas que han fallecido, nueve decesos dolorosos para quienes tienen la desgracia de perder a un familiar por ese motivo, cantidad de decesos que la delincuencia, en últimas fechas, hasta en un día han superado el número de víctimas por Covid-19.

No obstante que todos los sectores de la sociedad han sido víctimas de una o de otra forma de la delincuencia, son temas que no se abordan para reclamar que las autoridades con la misma vehemencia que han atendido el tema del virus, atiendan está por demás urgente y grave situación, que no distingue sexo, ni edad, ni posición social o económica y que desafortunadamente se acentúa en la juventud, donde algunos medios, después de anunciar el hecho, sin que les conste, luego dicen: “que ya se están investigando” lo cual es totalmente falso y no se necesita ser muy inteligente para constatarlo, pues de acuerdo al volumen que se cometen, no existe ni un solo policía investigador por cada quinientos delitos que se cometen, me atrevo a afirmarlo por el presupuesto que se destina a las instituciones encargadas de la seguridad y por la innegable incapacidad de quien coordina a esas instituciones, que como en otras ocasiones ya lo he mencionado, es un ginecólogo que tal vez en la maternidad hace menos daño, que en la seguridad es atroz su desempeño.

Es encomiable la actitud del gobierno del estado y del sector empresarial, que se está enfrentando a la federación, por la descompensación reciproca del pacto fiscal que existe, pero me parece que es más digno o urgente que se demande la solidaridad de la federación, que nos garantice la vida, aunque después del patrimonio, porque en particular en la zona metropolitana y en algunas comunidades del interior, Lagos de Moreno, entre otras, se desaparecen las personas, se asesinan y se inhuman en la clandestinidad, con la más absoluta impunidad y evidente complacencia de las autoridades, que ni capacitan a los que están, ni incrementan la plantilla, ni se les ofertan condiciones dignas de trabajo, con armas, motores y toda la tecnología con que la delincuencia si cuenta e invierte, tan cierto es lo que afirmo que la semana antepasada unos cuantos policías investigadores tuvieron que huir de la delincuencia en el fraccionamiento buganbilias de Zapopan, al verse rebasados en número y en armas, lo que no es criticable ya que con esa actitud evitaron otras muertes, como las dolorosas y graves, más recientes, donde dos agentes del ministerio público, en la colonia las huertas, fueron asesinados arteramente, cumpliendo con su deber, pero sin las condiciones elementales de salvaguardar su vida, sin que hasta la fecha, como en el resto de los homicidios del personal de la fiscalía, exista tan siquiera un delincuente detenido.

¿Sera más la cobardía de la sociedad en general que consiente y permite la pasividad e ineficiencia de las autoridades, que mejor se calla?

* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com