Brindar espacios libres y adecuados a los habitantes de una ciudad es una virtud de los gobiernos involucrados. Guadalajara se ha distinguido a lo largo de los años por brindar espacios innovadores y, sobretodo, pensados en quienes la habitan. En mi columna de hoy, te presento la importancia de invertir en espacios públicos.
No cabe duda que el crecimiento de muchas ciudades del mundo ha enfrentado un cambio demográfico rápido e irregular; una de las alternativas para frenar este cambio desmedido son los procesos de participación pública que dan a los residentes la oportunidad de ayudar a planificar y diseñar la ciudad y sus espacios públicos. Para cumplir con su rol cívico, los espacios públicos deben ser incluyentes, conectados, seguros y accesibles.
Un enfoque holístico (integración total) de la ciudad incluye la forma, la función y la conectividad de los espacios públicos. Como ya lo explican las Organización de las Naciones Unidas, en su investigación sobre las claves para el espacio público, las calles deben servir como redes multimodales de intercambio social y económico, formando el marco de interconexión del espacio público y la movilidad física. El caminar, la interacción social y la accesibilidad multimodal deben ser apoyados por una red detallada e ininterrumpida de manzanas y calles, bordeadas de edificios de usos, edades y tamaños mixtos. Además de la conectividad física, las ciudades y los asentamientos humanos deben proporcionar la infraestructura electrónica y digital adecuada para la comunicación oportuna y transmisión de la información.
En la actual administración, el gobierno de Guadalajara, a través de la dirección de Obras Públicas, tuvo una inversión histórica de cerca de 4 mil 500 millones de pesos, donde se intervinieron mercados y unidades deportivas, además, se trabajó en el mejoramiento y restauración de vialidades, escuelas, monumentos, con un total de 15 mil nuevos puntos de iluminación en la ciudad. Se trata de la inversión más grande realizada en mejoras urbanas de la actual administración. Se trata de un verdadero logro.
La ONU también agrega en su investigación que invertir en el espacio público puede tener poderosos beneficios económicos. Si las personas están comprometidas con su futuro en un lugar específico, invierten más tiempo y dinero, apoyando un círculo virtuoso de crecimiento económico local y resiliencia. El espacio público puede estimular la pequeña escala, la economía local e informal, mientras genera ingresos fiscales para los gobiernos locales. Para ser plenamente productiva y eficaz, el espacio tiene que ser flexible físicamente en función al día y las estaciones, y adaptable con los años.
Pensar en las necesidades de todas y todos los que habitan los espacios es la clave para adaptar los entornos físicos, algo que, sin duda, la actual administración del Gobierno de Guadalajara se ha dedicado a hacer ¡enhorabuena!
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