/ martes 24 de mayo de 2022

La gestión integral de los desechos sólidos urbanos II

La Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU explica que los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, a lo que no se puede otorgar distinción alguna por cuestiones de raza, género, color, religión, lengua, ideas políticas, origen nacional, posición social o económica o cualquier otra. Todos estos derechos son indivisibles y el ejercicio de uno facilita otro, por lo que la restricción de uno significa que no podrán ejercerse a plenitud los demás.

La Constitución Federal dispone que el uso de los recursos productivos tendrá como fin el beneficio general, así como, la conservación del medio ambiente. Así podemos señalar entonces que el medio ambiente es nuestro entorno; nuestra vida y su calidad depende del cuidado del planeta, sus recursos y sus especies, por ello debemos tomar las medidas necesarias para protegerlo. Algunos daños al medio ambiente son ocasionados por accidentes, otros por eventos de la naturaleza y los más por la negligencia del ser humano, catalogado ya como el depredador más peligroso del mundo en toda la historia de la Tierra.

La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente define al ambiente como el conjunto de elementos naturales y artificiales o inducidos por el hombre que hacen posible la existencia y desarrollo de los seres humanos y demás organismos vivos que interactúan en un espacio y tiempo determinados. El Estado mexicano tiene obligación de garantizar que el desarrollo nacional sea integral y sustentable, es decir, que sea amigable con el medio ambiente a través de una administración responsable de los recursos naturales disponibles.

En el día a día de los habitantes en centros urbanos compete a los gobiernos municipales, en su ámbito de competencia, impulsar acciones que contribuyan a garantizar un desarrollo sustentable. Hoy día tiene más importancia que nunca la gestión de los desechos sólidos urbanos, no sólo en México, sino en todo el mundo. El crecimiento de la población y su concentración en grandes núcleos urbanos plantea el problema de proporcionar los satisfactores a todos los habitantes, lo que conlleva a la utilización de recursos naturales para ello, y que a lo largo de dicho proceso genera gran cantidad de desechos sólidos y atmosféricos, que a su vez tienen que ser tratados de manera conveniente para no contaminar y evitar afectaciones a la salud y el medio ambiente.

La generación y manejo adecuado de los residuos sólidos urbanos tiene implícito el uso responsable de los recursos naturales. Una cultura basada en el reúso y reciclaje de los residuos, además de reducir su generación y conseguir su adecuada disposición final, también puede dar como resultado colateral la reducción tanto de la extracción de recursos como la generación de energía, disminuir la utilización de agua y, en consecuencia, la disminución de la emisión de gases de efecto invernadero. Todo ello se acompaña de importantes beneficios económicos, sociales y ambientales. A este proceso se le conoce también como la reglas de las 3 R (Reducir, Reusar, Reciclar).

El cuidado del medio ambiente es una asignatura que falta por desarrollar en nuestro país, las leyes no son suficientes, la cultura y disposición de la población son indispensables para lograr este cometido que significa cuidar nuestro planeta.

Dulce Sarahí Cortés Vite, abogada de profesión, Maestra en Administración Pública, Doctorante en Administración Pública y actualmente Regidora en el Ayuntamiento de Zapopan.

La Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU explica que los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, a lo que no se puede otorgar distinción alguna por cuestiones de raza, género, color, religión, lengua, ideas políticas, origen nacional, posición social o económica o cualquier otra. Todos estos derechos son indivisibles y el ejercicio de uno facilita otro, por lo que la restricción de uno significa que no podrán ejercerse a plenitud los demás.

La Constitución Federal dispone que el uso de los recursos productivos tendrá como fin el beneficio general, así como, la conservación del medio ambiente. Así podemos señalar entonces que el medio ambiente es nuestro entorno; nuestra vida y su calidad depende del cuidado del planeta, sus recursos y sus especies, por ello debemos tomar las medidas necesarias para protegerlo. Algunos daños al medio ambiente son ocasionados por accidentes, otros por eventos de la naturaleza y los más por la negligencia del ser humano, catalogado ya como el depredador más peligroso del mundo en toda la historia de la Tierra.

La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente define al ambiente como el conjunto de elementos naturales y artificiales o inducidos por el hombre que hacen posible la existencia y desarrollo de los seres humanos y demás organismos vivos que interactúan en un espacio y tiempo determinados. El Estado mexicano tiene obligación de garantizar que el desarrollo nacional sea integral y sustentable, es decir, que sea amigable con el medio ambiente a través de una administración responsable de los recursos naturales disponibles.

En el día a día de los habitantes en centros urbanos compete a los gobiernos municipales, en su ámbito de competencia, impulsar acciones que contribuyan a garantizar un desarrollo sustentable. Hoy día tiene más importancia que nunca la gestión de los desechos sólidos urbanos, no sólo en México, sino en todo el mundo. El crecimiento de la población y su concentración en grandes núcleos urbanos plantea el problema de proporcionar los satisfactores a todos los habitantes, lo que conlleva a la utilización de recursos naturales para ello, y que a lo largo de dicho proceso genera gran cantidad de desechos sólidos y atmosféricos, que a su vez tienen que ser tratados de manera conveniente para no contaminar y evitar afectaciones a la salud y el medio ambiente.

La generación y manejo adecuado de los residuos sólidos urbanos tiene implícito el uso responsable de los recursos naturales. Una cultura basada en el reúso y reciclaje de los residuos, además de reducir su generación y conseguir su adecuada disposición final, también puede dar como resultado colateral la reducción tanto de la extracción de recursos como la generación de energía, disminuir la utilización de agua y, en consecuencia, la disminución de la emisión de gases de efecto invernadero. Todo ello se acompaña de importantes beneficios económicos, sociales y ambientales. A este proceso se le conoce también como la reglas de las 3 R (Reducir, Reusar, Reciclar).

El cuidado del medio ambiente es una asignatura que falta por desarrollar en nuestro país, las leyes no son suficientes, la cultura y disposición de la población son indispensables para lograr este cometido que significa cuidar nuestro planeta.

Dulce Sarahí Cortés Vite, abogada de profesión, Maestra en Administración Pública, Doctorante en Administración Pública y actualmente Regidora en el Ayuntamiento de Zapopan.

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