/ miércoles 17 de junio de 2020

La decisión de la Corte


Abel Campirano Marin

La Corte Suprema de Estados Unidos, sin duda el Tribunal más importante del sistema judicial norteamericano integrada desde 1869 por un Presidente y ocho jueces asociados, nombrados por el Presidente con la aprobación del Senado, cuya sede se encuentra en Washington DC y que tiene como sello distintivo ser el único Tribunal creado por la Constitución norteamericana a diferencia de los demás Tribunales incluidos los de Apelaciones que han sido creados por los Congresos, ha emitido sentencias inapelables en dos cuestiones sumamente delicadas.

La primera, considerando al Estado de California, el más poderoso de toda la unión americana económicamente hablando, como un Estado Santuario. Esto significa que las autoridades policiacas metropolitanas, no podrán coadyuvar con las federales en materia de verificación del status migratorio de las personas que sufran arrestos.

Es decir, que cuando alguna persona haya incurrido en cualquier violación a la ley, como por ejemplo una infracción a las normas de tránsito y reciba una multa, la policía local no podrá por ningún motivo exigirle documentos que acrediten su legal estancia en Estados Unidos, es decir que demuestre su condición migratoria pues esta es tarea propia de las autoridades federales con arreglo a las leyes de inmigración y naturalización.

Con ello podrán estar más tranquilos nuestros Paisanos en el asedio de que eran objeto y que se incrementó a partir de la administración Trump.

La segunda decisión de la Corte Suprema, ratifica la consideración que las leyes aprobadas hace medio siglo en Estados Unidos, que prohíben discriminación en contra de homosexuales y transexuales en el entorno laboral son correctas, fijando criterios amplios de protección a minorías y prohibiendo la discriminación.

En el año 2015 se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo y a partir de allí surgieron muchos movimientos tendientes a lograr evitar la discriminación a comunidades con una orientación sexual diferente a la tradicional hombre mujer y generó una serie de polémicas decisiones cuestionadas legalmente por colectivos y organizaciones no gubernamentales.

Esta decisión de la Corte, confirma la política desarrollada a partir de la ley de derechos civiles de 1964 que prohibía la discriminación por sexo y para garantizar la igualdad de los afroamericanos.

En la primera, se le ha propinado un duro revés a la política anti-inmigrante de Donald Trump y en la segunda se preconiza la igualdad y las políticas de no discriminación en el marco de mejorar las relaciones de la policía con las minorías como acertadamente dijo Xavier Becerra Fiscal del Estado de California a propósito de estas históricas decisiones de la Corte Suprema de Estados Unidos.

En lo estrictamente jurídico, las decisiones de la Corte Suprema de Estados Unidos son acertadas porque muestran la independencia de los poderes y el esfuerzo por evitar la discriminación en pro de la igualdad y la justicia social. Esa es la verdadera democracia. Eso es armonizar los discursos con los hechos.

@CampiranoWolff


Abel Campirano Marin

La Corte Suprema de Estados Unidos, sin duda el Tribunal más importante del sistema judicial norteamericano integrada desde 1869 por un Presidente y ocho jueces asociados, nombrados por el Presidente con la aprobación del Senado, cuya sede se encuentra en Washington DC y que tiene como sello distintivo ser el único Tribunal creado por la Constitución norteamericana a diferencia de los demás Tribunales incluidos los de Apelaciones que han sido creados por los Congresos, ha emitido sentencias inapelables en dos cuestiones sumamente delicadas.

La primera, considerando al Estado de California, el más poderoso de toda la unión americana económicamente hablando, como un Estado Santuario. Esto significa que las autoridades policiacas metropolitanas, no podrán coadyuvar con las federales en materia de verificación del status migratorio de las personas que sufran arrestos.

Es decir, que cuando alguna persona haya incurrido en cualquier violación a la ley, como por ejemplo una infracción a las normas de tránsito y reciba una multa, la policía local no podrá por ningún motivo exigirle documentos que acrediten su legal estancia en Estados Unidos, es decir que demuestre su condición migratoria pues esta es tarea propia de las autoridades federales con arreglo a las leyes de inmigración y naturalización.

Con ello podrán estar más tranquilos nuestros Paisanos en el asedio de que eran objeto y que se incrementó a partir de la administración Trump.

La segunda decisión de la Corte Suprema, ratifica la consideración que las leyes aprobadas hace medio siglo en Estados Unidos, que prohíben discriminación en contra de homosexuales y transexuales en el entorno laboral son correctas, fijando criterios amplios de protección a minorías y prohibiendo la discriminación.

En el año 2015 se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo y a partir de allí surgieron muchos movimientos tendientes a lograr evitar la discriminación a comunidades con una orientación sexual diferente a la tradicional hombre mujer y generó una serie de polémicas decisiones cuestionadas legalmente por colectivos y organizaciones no gubernamentales.

Esta decisión de la Corte, confirma la política desarrollada a partir de la ley de derechos civiles de 1964 que prohibía la discriminación por sexo y para garantizar la igualdad de los afroamericanos.

En la primera, se le ha propinado un duro revés a la política anti-inmigrante de Donald Trump y en la segunda se preconiza la igualdad y las políticas de no discriminación en el marco de mejorar las relaciones de la policía con las minorías como acertadamente dijo Xavier Becerra Fiscal del Estado de California a propósito de estas históricas decisiones de la Corte Suprema de Estados Unidos.

En lo estrictamente jurídico, las decisiones de la Corte Suprema de Estados Unidos son acertadas porque muestran la independencia de los poderes y el esfuerzo por evitar la discriminación en pro de la igualdad y la justicia social. Esa es la verdadera democracia. Eso es armonizar los discursos con los hechos.

@CampiranoWolff