/ jueves 13 de agosto de 2020

¿Justicia, venganza o discurso?

Vaya manera en la que hoy Alejandro Gertz Manero tiene en sus manos un caso para la historia de México, en donde se puede llevar a un juicio a un ex presidente y en temas que van desde la corrupción y el Soborno. Estaba más que claro que la cooperación de Emilio Lozoya estaba vinculada a la entrega de Audios, Videos, y mensajes que involucrarían a cuanto político estuviera en su alcance para lograr la libertad y el perdón para su Madre y Hermana quienes están bajo proceso judicial por varios delitos; me llama la atención la manera en la que la FGR está comunicando y hasta cierto punto está siendo vocero de Lozoya en cada paso que lleva el proceso de declaración, algo que tendría que hacerse desde un centro penitenciario por ejemplo, pero no; el caso del que hemos escrito desde el principio tiene un tono de entre Justicia, Venganza y Discurso.

Lozoya desde que llegó a México no ha puesto un pie en el reclusorio Norte, destino al que sería remitido según la autoridad, sin embargo la revisión extraña de un médico de la familia determinó que tendría que estar internado en un hospital particular ( dicho sea de paso, el señalado cuenta con seguro de gastos médicos mayores y de ahí se paga esa cuenta ) en donde desde hace semanas se recupera de una “anemia” severa, pero desde donde ha rendido declaraciones y ahora una denuncia acompañada de evidencias que, de ser efectivas llevarían al caso del siglo en el país.

Evidentemente hoy hay mucho de coincidencias, aunque en esto hay expertos que coinciden que en política no existen, y que en todo caso se les llaman “coyunturas” donde el PRI comienza a deslindarse de ciertos personajes, entre ellos el mismo Lozoya y genera acercamientos con Morena para alianzas en vista de la próxima elección, donde por cierto, algunos indican que Morena las necesita para tratar de asegurar o repetir en puestos clave.

Hoy, las historias que se cuentan sobre la efectividad y confiabilidad de la FGR no son muy buenas, los casos de Huachicoleros y factureros se quedaron sólo en discursos y hasta hoy no se ha detenido a nadie, así que en este caso, muchos advierten un espectáculo de Pirotecnia político-electoral donde veremos en su momento “filtraciones” de videos, audios para desinflar aspiraciones o poner en evidencia a piezas clave en los próximos comicios.

Desde campaña, Andrés Manuel López Obrador dejó en claro que en caso de ganar la presidencia, en el país el orden se establecería en base a la justicia y no a la venganza, dejando en claro que cada mañana alude una responsabilidad a un ex presidente, específicamente a Felipe Calderón, pero cabe señalar que muy contadas veces, Carlos Salinas y Más escasamente Enrique Peña han estado en sus discursos.

La fiscalía General de la República, ahora también sobre sus mesas de investigación tienen algunas solicitudes contra algunos funcionarios, los delitos no son menores y ahí tiene también la gran oportunidad para comenzar a generar incertidumbre respecto al discurso de acabar con la corrupción si no es así, formará parte de otro discurso más que está lejos de convertirse en acción de gobierno.

Atentos, Lozoya es clave para la elección y no para la justicia.

Vaya manera en la que hoy Alejandro Gertz Manero tiene en sus manos un caso para la historia de México, en donde se puede llevar a un juicio a un ex presidente y en temas que van desde la corrupción y el Soborno. Estaba más que claro que la cooperación de Emilio Lozoya estaba vinculada a la entrega de Audios, Videos, y mensajes que involucrarían a cuanto político estuviera en su alcance para lograr la libertad y el perdón para su Madre y Hermana quienes están bajo proceso judicial por varios delitos; me llama la atención la manera en la que la FGR está comunicando y hasta cierto punto está siendo vocero de Lozoya en cada paso que lleva el proceso de declaración, algo que tendría que hacerse desde un centro penitenciario por ejemplo, pero no; el caso del que hemos escrito desde el principio tiene un tono de entre Justicia, Venganza y Discurso.

Lozoya desde que llegó a México no ha puesto un pie en el reclusorio Norte, destino al que sería remitido según la autoridad, sin embargo la revisión extraña de un médico de la familia determinó que tendría que estar internado en un hospital particular ( dicho sea de paso, el señalado cuenta con seguro de gastos médicos mayores y de ahí se paga esa cuenta ) en donde desde hace semanas se recupera de una “anemia” severa, pero desde donde ha rendido declaraciones y ahora una denuncia acompañada de evidencias que, de ser efectivas llevarían al caso del siglo en el país.

Evidentemente hoy hay mucho de coincidencias, aunque en esto hay expertos que coinciden que en política no existen, y que en todo caso se les llaman “coyunturas” donde el PRI comienza a deslindarse de ciertos personajes, entre ellos el mismo Lozoya y genera acercamientos con Morena para alianzas en vista de la próxima elección, donde por cierto, algunos indican que Morena las necesita para tratar de asegurar o repetir en puestos clave.

Hoy, las historias que se cuentan sobre la efectividad y confiabilidad de la FGR no son muy buenas, los casos de Huachicoleros y factureros se quedaron sólo en discursos y hasta hoy no se ha detenido a nadie, así que en este caso, muchos advierten un espectáculo de Pirotecnia político-electoral donde veremos en su momento “filtraciones” de videos, audios para desinflar aspiraciones o poner en evidencia a piezas clave en los próximos comicios.

Desde campaña, Andrés Manuel López Obrador dejó en claro que en caso de ganar la presidencia, en el país el orden se establecería en base a la justicia y no a la venganza, dejando en claro que cada mañana alude una responsabilidad a un ex presidente, específicamente a Felipe Calderón, pero cabe señalar que muy contadas veces, Carlos Salinas y Más escasamente Enrique Peña han estado en sus discursos.

La fiscalía General de la República, ahora también sobre sus mesas de investigación tienen algunas solicitudes contra algunos funcionarios, los delitos no son menores y ahí tiene también la gran oportunidad para comenzar a generar incertidumbre respecto al discurso de acabar con la corrupción si no es así, formará parte de otro discurso más que está lejos de convertirse en acción de gobierno.

Atentos, Lozoya es clave para la elección y no para la justicia.