La diferencia entre un estadista y un político. es que el político piensa en las próximas elecciones y el estadista en las próximas generaciones, frase atribuida al escritor norteamericano conocido por su seudónimo Mark Twain, cuyo nombre era Samuel Langhorne Clemens. En las contingencias por las que atraviesa el país – COVID19 y consecuencias económicas – por las que atraviesa México, los gobernantes están a prueba, pasarán a la historia por su valentía y talento para enfrentarlas. Orgullosamente los jaliscienses están dando la batalla con todo y contra todo.
Primero la convocatoria a la unidad, sin distingo de colores ni partidos, ejemplo para el gobierno federal y para muchos estados del país, con la integración de la Mesa de Reactivación Económica, conformada por la iniciativa privada, universidades, sindicatos, organizaciones campesinas, sociedad civil y funcionarios del poder ejecutivo, legislativo y judicial un esfuerzo de unidad, compromiso y responsabilidad.
Contratar deuda puede no ser popular electoralmente para un gobernante, pero sí benéfico para su pueblo. Ojalá todos fueran estadistas. Hoy Jalisco necesita recursos de manera inmediata, en un documento difundido por el Diputado Héctor Pizano se explica con claridad la necesidad del gobierno que encabeza Enrique Alfaro, para solicitar un crédito de 6 mil 200 millones, el documento aclara el motivo de ese crédito, las condiciones en que el gobierno federal dejo el sistema de salud, antes del COVID19, su impacto y repercusiones.
Evidentemente las prioridades para Jalisco son: salud y economía, sin descuidar la seguridad. El gobierno de Jalisco, que incluye a los tres poderes que lo componen, Legislativo, Judicial y Ejecutivo, está empeñado en resolver y no permitir ser rebasado por los problemas. El flujo de recursos financieros frescos, permitirá palear los desafíos que enfrenta el pueblo de Jalisco, para ejemplo de otros gobiernos locales, municipales de todo el país y federal. De nada sirve tener capacidad financiera de endeudamiento, sin utilizar. Cuando la emergencia exigirá recursos, talento, ingenio y mucha creatividad. No hacerlo, sería tan mezquino como que un padre prefiera conservar sus bienes, mientras su familia está enferma o hambrienta, tan criminal, como querer conservar la herencia que les dejará a sus hijos en vez de salvar vidas. Muy distinto lo que ha decidido el gobernador, resolver, salvar vidas, fuentes de trabajo, la economía e impulsar un esquema que disminuya la pobreza y la desigualdad.
En el documento de Héctor Pizano, señalan la urgencia de “Fortalecer los programas que protegen el ingreso de los trabajadores es una prioridad,” sostiene que en marzo y abril se perdieron más de 44 mil empleos formales. Se estima que en el 2020 se pierdan hasta 200 mil empleos en Jalisco.” Agrega el documento del diputado Pizano que “el IIEG menciona que el 48% de las unidades económicas cerraron de manera temporal o permanente su negocio.” Sostiene que el Estado necesita implementar un agresivo programa de obra pública para generar empleos, plantea que el financiamiento se pague en un plazo no mayor a 20 años. Destaca que no es una decisión unilateral del Gobierno del Estado, sino de la Mesa de Reactivación Económica. Eso es democracia y responsabilidad compartida.
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@EduardoSadot
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