/ viernes 5 de marzo de 2021

Jalisco entre policías y delincuentes

Cuando la nota policiaca se cuela hasta las columnas políticas, el gobernador debe hacer ajustes. La responsabilidad de un servidor público es de tiempo completo. El mismo gobernador Enrique Alfaro, no tiene descansos, para él – como dice el juramento Yaqui – Todo habrá concluido para ti excepto una cosa, el cumplimiento del deber, y así lo demuestra en su actividad cotidiana, la disponibilidad de sus colaboradores debe ser permanente para servir a la sociedad, que es quien paga sus sueldos.

Alfaro tiene la decencia – por su formación familiar – de reportarse siempre a los llamados en su oficina, es cuestión de educación, no tiene descansos y, menos puede haberlo en áreas de tareas permanentes, comunicación es una de ellas, que debe estar alerta, porque la prensa no descansa en su tarea de informar, lo mismo sucede en el caso de servicios de salud, los hospitales no descansan ni deben descansar, porque las enfermedades, no tienen horario ni calendario.

Lo mismo – se entiende – sucede o al menos debiera suceder, con la seguridad, la delincuencia no descansa ni sábados ni domingos, no tiene horario para irse a descansar al anochecer, por el contrario, la maldad se incrementa al amparo de la oscuridad. La seguridad es sin duda, área muy sensible para la sociedad, no hace mucho, el abuso de unos policías, le sirvió de pretexto al gobierno federal para arreciar los ataques al gobierno de Enrique Alfaro, quisieron magnificarlo, pero finalmente el tema se aclaró y se fincaron responsabilidades.

Pero, dónde están las instancias de quejas, control, vigilancia y sanción para los malos policías. Dónde o a quien debe acudir el ciudadano de a pie, para exigir sus derechos, si no hay en la policía, una dependencia, como controlarías, dirección de control interno o de honor y justicia que funcione, a donde se canalicen las quejas, que respalde, garantice proteja al ciudadano, que en caso de abusos de la policía, pueda presentar su queja y exigir se apliquen sanciones correctivas o definitivas en contra de quien pone en riesgo a la sociedad, ésa área ni existe ni funciona.

Es evidente que la policía estatal descansa los fines de semana, su titular el Lic. Juan Bosco Agustín Pacheco Medrano, de cuya dependencia ofrece el numero 33 36 68 79 00, donde nadie contesta, y cuando contestan informan que solo labora de lunes a viernes, como si la delincuencia tuviera horario, o acaso la misma delincuencia y la policía lo saben y a ello se deben los abusos de sus subordinados, como la patrulla 010. Lo peor de todo es que aún entre semana, nadie contesta tampoco y aún dejando teléfonos, nadie se reporta.

Mientras el gobernador Enrique Alfaro hace esfuerzos por atender y servir a su pueblo los funcionarios simplemente no toman llamadas, y disfrutan de sus fines de semana, dejando en manos de la delincuencia y de los malos policías a la sociedad expuesta, sin posibilidades de remediar sus males, por el contrario, los ignoran, sin saber que son tierra fértil que pueden aprovechar los “adversarios de Palacio Nacional”, en época de elecciones. Qué, el señor Pacheco no sabe, la intención de los enemigos de su jefe por socavar la labor de Alfaro y la Seguridad, es un tema, por demás sensible.

sadot16@hotmail.com

Cuando la nota policiaca se cuela hasta las columnas políticas, el gobernador debe hacer ajustes. La responsabilidad de un servidor público es de tiempo completo. El mismo gobernador Enrique Alfaro, no tiene descansos, para él – como dice el juramento Yaqui – Todo habrá concluido para ti excepto una cosa, el cumplimiento del deber, y así lo demuestra en su actividad cotidiana, la disponibilidad de sus colaboradores debe ser permanente para servir a la sociedad, que es quien paga sus sueldos.

Alfaro tiene la decencia – por su formación familiar – de reportarse siempre a los llamados en su oficina, es cuestión de educación, no tiene descansos y, menos puede haberlo en áreas de tareas permanentes, comunicación es una de ellas, que debe estar alerta, porque la prensa no descansa en su tarea de informar, lo mismo sucede en el caso de servicios de salud, los hospitales no descansan ni deben descansar, porque las enfermedades, no tienen horario ni calendario.

Lo mismo – se entiende – sucede o al menos debiera suceder, con la seguridad, la delincuencia no descansa ni sábados ni domingos, no tiene horario para irse a descansar al anochecer, por el contrario, la maldad se incrementa al amparo de la oscuridad. La seguridad es sin duda, área muy sensible para la sociedad, no hace mucho, el abuso de unos policías, le sirvió de pretexto al gobierno federal para arreciar los ataques al gobierno de Enrique Alfaro, quisieron magnificarlo, pero finalmente el tema se aclaró y se fincaron responsabilidades.

Pero, dónde están las instancias de quejas, control, vigilancia y sanción para los malos policías. Dónde o a quien debe acudir el ciudadano de a pie, para exigir sus derechos, si no hay en la policía, una dependencia, como controlarías, dirección de control interno o de honor y justicia que funcione, a donde se canalicen las quejas, que respalde, garantice proteja al ciudadano, que en caso de abusos de la policía, pueda presentar su queja y exigir se apliquen sanciones correctivas o definitivas en contra de quien pone en riesgo a la sociedad, ésa área ni existe ni funciona.

Es evidente que la policía estatal descansa los fines de semana, su titular el Lic. Juan Bosco Agustín Pacheco Medrano, de cuya dependencia ofrece el numero 33 36 68 79 00, donde nadie contesta, y cuando contestan informan que solo labora de lunes a viernes, como si la delincuencia tuviera horario, o acaso la misma delincuencia y la policía lo saben y a ello se deben los abusos de sus subordinados, como la patrulla 010. Lo peor de todo es que aún entre semana, nadie contesta tampoco y aún dejando teléfonos, nadie se reporta.

Mientras el gobernador Enrique Alfaro hace esfuerzos por atender y servir a su pueblo los funcionarios simplemente no toman llamadas, y disfrutan de sus fines de semana, dejando en manos de la delincuencia y de los malos policías a la sociedad expuesta, sin posibilidades de remediar sus males, por el contrario, los ignoran, sin saber que son tierra fértil que pueden aprovechar los “adversarios de Palacio Nacional”, en época de elecciones. Qué, el señor Pacheco no sabe, la intención de los enemigos de su jefe por socavar la labor de Alfaro y la Seguridad, es un tema, por demás sensible.

sadot16@hotmail.com