/ domingo 25 de octubre de 2020

Injusto el recorte en materia educativa


Francisco Javier Armenta Araiza

Hace poco celebramos el 92 aniversario de la refundación de la Universidad de Guadalajara, institución de la que me siento muy orgulloso de formar parte. Nuestra universidad y digo nuestra porque la fuerza de la universidad somos las y los estudiantes; enfrenta grandes retos de cara a los recortes al presupuesto de universidades públicas. A continuación hablaré de algunos datos alarmantes:

La UdeG es la universidad pública estatal con los mejores indicadores de calidad en todo el país e incongruentemente es la más afectada con los recortes de presupuesto. Según datos de la Dirección General de Educación Superior Universitaria: ¡Tenemos el presupuesto federal por alumno más bajo del país! En cifras son 20,167 pesos. Esta disparidad en principio se debe al enorme esfuerzo que ha hecho la Universidad de Guadalajara para ampliar su matrícula un 48%, 101 mil estudiantes más en comparación a 2010, pero el presupuesto para nuestra universidad no ha crecido, de hecho el impacto de los recortes a la UdeG, desde 2016, asciende a 670 millones aproximadamente. En otras palabras, se abren las puertas a más estudiantes pero los recursos son cada vez más limitados.

El recorte en el presupuesto para la Universidad de Guadalajara, en poco más de 100 millones de pesos, atenta contra el derecho al acceso a la educación de muchos jóvenes en Jalisco que están en búsqueda de un espacio para estudiar y también en detrimento en el combate a la desigualdad, que, según los pronósticos, ha crecido el número de pobres y la marginación en México debido a la pandemia. Con bolsas y programas improvisados y sin reglas claras será muy difícil abatir las desigualdades y salir adelante como país.

Uno de los temas que más incertidumbre y críticas ha generado en los últimos días fue la suspensión de muchos fideicomisos y fondos extraordinarios. Si bien nuestra postura es en contra de la corrupción, la eliminación masiva de estos se llevó entre las patas programas que apoyaban la construcción de infraestructura para centros educativos y así, de un plumazo se fueron los fondos económicos para seguir construyendo el recién inaugurado CuTlajomulco. Nos quedemos sin nuevos edificios, ni maestros para ampliar la matrícula, dinero para equipo de cómputo para dar y recibir clases, recursos para becas para que más estudiantes estudien un posgrado y/o puedan realizar un intercambio, recursos para ampliar el programa JOBS para la enseñanza del inglés y aún más preocupante, se terminaron los recursos que impactaban en los salarios del profesorado para que puedan vivir dignamente. Si el ingreso de un profesor universitario no es competitivo, ¿qué futuro nos espera a nosotrxs como estudiantes?

En suma, el actuar improvisado del gobierno federal en muchos temas delicados, para ejemplo la salud y el INSABI, ha desencadenado una crisis de confianza e incertidumbre, pues sin reglas claras no hay justicia. Las promesas del ejecutivo de sí solventar las necesidades de la comunidad universitaria están llenas de dudas pues no hay nada claro, ni los montos, ni criterios, ni méritos para poder acceder a estos apoyos. Este desorden transgrede el equilibrio educativo y puede abrir la puerta al influyentísimo y el amiguismo que tanto daño le han hecho al país y que tanto critica el presidente.


* Presidente de la FEU

twitter @JavierArmentaMX

insta: Fj_armenta



Francisco Javier Armenta Araiza

Hace poco celebramos el 92 aniversario de la refundación de la Universidad de Guadalajara, institución de la que me siento muy orgulloso de formar parte. Nuestra universidad y digo nuestra porque la fuerza de la universidad somos las y los estudiantes; enfrenta grandes retos de cara a los recortes al presupuesto de universidades públicas. A continuación hablaré de algunos datos alarmantes:

La UdeG es la universidad pública estatal con los mejores indicadores de calidad en todo el país e incongruentemente es la más afectada con los recortes de presupuesto. Según datos de la Dirección General de Educación Superior Universitaria: ¡Tenemos el presupuesto federal por alumno más bajo del país! En cifras son 20,167 pesos. Esta disparidad en principio se debe al enorme esfuerzo que ha hecho la Universidad de Guadalajara para ampliar su matrícula un 48%, 101 mil estudiantes más en comparación a 2010, pero el presupuesto para nuestra universidad no ha crecido, de hecho el impacto de los recortes a la UdeG, desde 2016, asciende a 670 millones aproximadamente. En otras palabras, se abren las puertas a más estudiantes pero los recursos son cada vez más limitados.

El recorte en el presupuesto para la Universidad de Guadalajara, en poco más de 100 millones de pesos, atenta contra el derecho al acceso a la educación de muchos jóvenes en Jalisco que están en búsqueda de un espacio para estudiar y también en detrimento en el combate a la desigualdad, que, según los pronósticos, ha crecido el número de pobres y la marginación en México debido a la pandemia. Con bolsas y programas improvisados y sin reglas claras será muy difícil abatir las desigualdades y salir adelante como país.

Uno de los temas que más incertidumbre y críticas ha generado en los últimos días fue la suspensión de muchos fideicomisos y fondos extraordinarios. Si bien nuestra postura es en contra de la corrupción, la eliminación masiva de estos se llevó entre las patas programas que apoyaban la construcción de infraestructura para centros educativos y así, de un plumazo se fueron los fondos económicos para seguir construyendo el recién inaugurado CuTlajomulco. Nos quedemos sin nuevos edificios, ni maestros para ampliar la matrícula, dinero para equipo de cómputo para dar y recibir clases, recursos para becas para que más estudiantes estudien un posgrado y/o puedan realizar un intercambio, recursos para ampliar el programa JOBS para la enseñanza del inglés y aún más preocupante, se terminaron los recursos que impactaban en los salarios del profesorado para que puedan vivir dignamente. Si el ingreso de un profesor universitario no es competitivo, ¿qué futuro nos espera a nosotrxs como estudiantes?

En suma, el actuar improvisado del gobierno federal en muchos temas delicados, para ejemplo la salud y el INSABI, ha desencadenado una crisis de confianza e incertidumbre, pues sin reglas claras no hay justicia. Las promesas del ejecutivo de sí solventar las necesidades de la comunidad universitaria están llenas de dudas pues no hay nada claro, ni los montos, ni criterios, ni méritos para poder acceder a estos apoyos. Este desorden transgrede el equilibrio educativo y puede abrir la puerta al influyentísimo y el amiguismo que tanto daño le han hecho al país y que tanto critica el presidente.


* Presidente de la FEU

twitter @JavierArmentaMX

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