/ lunes 6 de enero de 2020

Huellas

José Antonio Torres (1760-1812) fue un reconocido militar en la historia de México que participó en la etapa inicial de la lucha por la independencia. No tuvo estudios básicos ni formación militar, pero fue muy respetado como líder. Fue apodado por las personas de la época como el “Amo Torres”. Fue una de las figuras más respetadas y recordadas de Jalisco. Incluso, en 1829, 17 años después de su muerte y en un México ya independiente se le rindió homenaje al nombrar a un pueblo de Jalisco en su honor: el pueblo de Zacoalco de Torres.

Se sabe que Torres no contó con una amplia formación y tampoco tuvo conocimientos militares. Su primer trabajo se trató del transporte de animales a lo largo del Virreinato de Nueva España. Esta labor fue vital en el futuro cuando se unió a los movimientos en favor de la independencia de México. El sobrenombre que tuvo Torres durante su vida poco tuvo que ver con su lucha por la independencia de México. En aquella época fue conocido como ‘El Amo’, pero el apodo lo recibió por su trabajo como administrativo en una hacienda.

Hidalgo nombró a Torres como coronel y fue líder del movimiento independentista en Guadalajara y Zacatecas. Estuvo a cargo de un centenar de hombres. Algunos insurgentes criticaron la decisión del padre al otorgar esa responsabilidad a alguien sin conocimientos o formación militar.

Como antecedente, se sabe que al conocerse la victoria de los insurgentes en Guadalajara y apoyado por el entonces Obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo, que fue un sacerdote católico y doctor en teología nacido en Espronceda, España y avecindado en América, (nació el 03 de mayo de 1752 y falleció el 28 de noviembre de 1824 en Guadalajara, Jalisco), se unió a la causa y junto con 200 tapatíos salió de la ciudad con rumbo a San Blas Nayarit para continuar la lucha insurgente.

José Antonio Torres entro a Guadalajara el 11 de noviembre de 1810 por la entonces garita de Mexicaltzingo siendo recibido por la multitud como un libertador y admirado por la disciplina de su tropa. Una vez instalado en esta ciudad, de inmediato se puso en contacto con el General Ignacio José de Jesús Pedro Regalado Allende y Ungaza (mejor conocido como Ignacio Allende), quién fue uno de los líderes e iniciadores del movimiento de independencia de México y con el cura Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, (conocido como Miguel Hidalgo y Costilla o como Miguel Hidalgo), quien fue un sacerdote y revolucionario novohispano, siendo para los mexicanos el Padre de la Patria, todo a efecto de hacerles saber que había tomado Guadalajara sin hacer ningún disparo.

Al enterarse de la noticia, Don Miguel Hidalgo entró por la garita de San Pedro y llegó a Guadalajara el día 26 de noviembre de 1810 la gente se arremolinaba para verlo, él llegó en un carruaje y a su lado José Antonio Torres montado en un caballo junto con sus mejores hombres, caminando por la calle San Francisco hoy 16 de septiembre hasta la catedral en donde le hicieron los honores al respecto.

Finalmente, los insurgentes que quedaron se reunieron con Hidalgo en Aguascalientes, ya que el 4 de abril de 1812, en Palo Alto, cerca de Tupácuaro, después de combatir fuertemente, Torres fue hecho prisionero y lo llevaron a Guadalajara donde lo esperaba su acérrimo enemigo, el general José de la Cruz, entro por la garita de Mexicaltzingo el 11 de mayo, iba en una carreta atado de pies y manos y con una herida profunda en el brazo, la gente lloraba y protestaba al verlo en esas condiciones, fue condenado a morir como traidor al rey y a la patria, en la plaza de Venegas (a un costado del Templo la Merced y del mercado Corona, aquí en Guadalajara), en donde se encuentra erigido un monumento en su honor.

Apreciable lector en nuestra historia, así como en diferentes momentos, tenemos Jaliscienses que dejan huellas para bien de nuestro estado y desde luego que impacta en el país, gracias por todo,

* Rector General del Centro Universitario UTEG

e-mail: joseroque@uteg.edu.mx

José Antonio Torres (1760-1812) fue un reconocido militar en la historia de México que participó en la etapa inicial de la lucha por la independencia. No tuvo estudios básicos ni formación militar, pero fue muy respetado como líder. Fue apodado por las personas de la época como el “Amo Torres”. Fue una de las figuras más respetadas y recordadas de Jalisco. Incluso, en 1829, 17 años después de su muerte y en un México ya independiente se le rindió homenaje al nombrar a un pueblo de Jalisco en su honor: el pueblo de Zacoalco de Torres.

Se sabe que Torres no contó con una amplia formación y tampoco tuvo conocimientos militares. Su primer trabajo se trató del transporte de animales a lo largo del Virreinato de Nueva España. Esta labor fue vital en el futuro cuando se unió a los movimientos en favor de la independencia de México. El sobrenombre que tuvo Torres durante su vida poco tuvo que ver con su lucha por la independencia de México. En aquella época fue conocido como ‘El Amo’, pero el apodo lo recibió por su trabajo como administrativo en una hacienda.

Hidalgo nombró a Torres como coronel y fue líder del movimiento independentista en Guadalajara y Zacatecas. Estuvo a cargo de un centenar de hombres. Algunos insurgentes criticaron la decisión del padre al otorgar esa responsabilidad a alguien sin conocimientos o formación militar.

Como antecedente, se sabe que al conocerse la victoria de los insurgentes en Guadalajara y apoyado por el entonces Obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo, que fue un sacerdote católico y doctor en teología nacido en Espronceda, España y avecindado en América, (nació el 03 de mayo de 1752 y falleció el 28 de noviembre de 1824 en Guadalajara, Jalisco), se unió a la causa y junto con 200 tapatíos salió de la ciudad con rumbo a San Blas Nayarit para continuar la lucha insurgente.

José Antonio Torres entro a Guadalajara el 11 de noviembre de 1810 por la entonces garita de Mexicaltzingo siendo recibido por la multitud como un libertador y admirado por la disciplina de su tropa. Una vez instalado en esta ciudad, de inmediato se puso en contacto con el General Ignacio José de Jesús Pedro Regalado Allende y Ungaza (mejor conocido como Ignacio Allende), quién fue uno de los líderes e iniciadores del movimiento de independencia de México y con el cura Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, (conocido como Miguel Hidalgo y Costilla o como Miguel Hidalgo), quien fue un sacerdote y revolucionario novohispano, siendo para los mexicanos el Padre de la Patria, todo a efecto de hacerles saber que había tomado Guadalajara sin hacer ningún disparo.

Al enterarse de la noticia, Don Miguel Hidalgo entró por la garita de San Pedro y llegó a Guadalajara el día 26 de noviembre de 1810 la gente se arremolinaba para verlo, él llegó en un carruaje y a su lado José Antonio Torres montado en un caballo junto con sus mejores hombres, caminando por la calle San Francisco hoy 16 de septiembre hasta la catedral en donde le hicieron los honores al respecto.

Finalmente, los insurgentes que quedaron se reunieron con Hidalgo en Aguascalientes, ya que el 4 de abril de 1812, en Palo Alto, cerca de Tupácuaro, después de combatir fuertemente, Torres fue hecho prisionero y lo llevaron a Guadalajara donde lo esperaba su acérrimo enemigo, el general José de la Cruz, entro por la garita de Mexicaltzingo el 11 de mayo, iba en una carreta atado de pies y manos y con una herida profunda en el brazo, la gente lloraba y protestaba al verlo en esas condiciones, fue condenado a morir como traidor al rey y a la patria, en la plaza de Venegas (a un costado del Templo la Merced y del mercado Corona, aquí en Guadalajara), en donde se encuentra erigido un monumento en su honor.

Apreciable lector en nuestra historia, así como en diferentes momentos, tenemos Jaliscienses que dejan huellas para bien de nuestro estado y desde luego que impacta en el país, gracias por todo,

* Rector General del Centro Universitario UTEG

e-mail: joseroque@uteg.edu.mx