/ miércoles 27 de enero de 2021

¿Honestidad presidencial?

“El león cree que todos son de su condición”, dice el añejo refrán. Todavía hay mexicanos que respetamos la investidura presidencial en México porque representa al Estado, es decir, al conjunto de pueblo, territorio y gobierno, de acuerdo a la teoría. También hay mexicanos que respetan las instituciones “y no las mandan al diablo” como lo hacen muchos políticos, igual que Andrés Manuel López Obrador y gran parte de la sociedad que aplica otro refrán: “que se haga justicia en los bueyes de mi compadre”. Difícil, por no escribir imposible, resulta separar la personalidad del “ciudadano” y del “presidente de la República”. Los políticos, por lo general, son deshonestos y convenencieros, (quizá como el común del ser humano).

Ojalá la salud del presidente de México pronto se restablezca porque el rumbo del país sería peor si en estos momentos el presidente quede imposibilitado y ocupe las limitaciones constitucionales para seguir en tal cargo. México y sus habitantes no se merecen tanta desgracia. Por eso hay que desear que se restablezca. Y ya que estamos en los refranes, a fin de cuentas “con esos bueyes hay que arar”. Además, de los señalados por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para casos de ausencia del Presidente, ¿hay alguno que mejore la situación nacional?

Para mucha gente, “maiceada” o no, el que López haya firmado el aviso en redes por su malestar “por síntomas leves” de Covid 19 “es una muestra de honestidad”. Otros avisos en texto, fotos y videos, dudan que sea verídico el padecimiento de López y lo compare con el truco (para muchos) que hizo Trump en su momento.

Ante esa postración presidencial queda claro para los mexicanos y para el mundo entero que las fanfarronadas del susodicho a fin de cuentas comprueban que esta enfermedad no es un juego. ¿“Le cayó como anillo al dedo”? ¿Habrá tanta demoniaca perversidad? La fantochada presidencial ahora mantiene enfermos a muchos de sus cercanos colaboradores. ¿Estarán agradecidos por ello? ¿También los demás políticos y “el pueblo bueno y sabio” que estuvieron cerca del virulento mandatario?

Hay legislaciones en el mundo que criminalizan a quien, sabiendo que es un potencial contagiador, y no cesa la socialización. López concluía, el domingo pasado, una gira por los estados de Nuevo León y San Luis Potosí y sin duda padeciendo los síntomas. Tuvo días antes reuniones, conferencias de prensa, audiencias, etc. Cientos de personas pulularon en su entorno y sin duda recibieron el spray de su saliva. Eso es criminal por el riesgo que representa. La pandemia “no es tomada en serio en México”, dijo el, director general de la organización Mundial de la Salud. ¿López ahora si comprenderá la seriedad del tema? ¿Los mexicanos y el mundo, pronto conocerán la mascarada del político morenista, en caso de que así sea?

La Carta Magna prevé la traición y hay sanciones. ¿El caso aplica? Pero como dice la escritura: “habrá alguien que arroje la primera piedra” Ojalá que la vulnerabilidad de López, como son la edad y sus añejos malestares no empeoren la situación porque, para la vida nacional, será otro peligroso sobresalto que afectará más la vida del país y por supuesto de sus habitantes.

Al mismo tiempo, habría que reflexionar sobre la posibilidad de calificar como un genocidio el hecho de que por la displicencia y mala forma de combatir la pandemia hay altas las cifras de contagios, enfermos y fallecimientos. ¿Habría que pensar en el suicidio colectivo por el incumplimiento social de las normas sanitarias correspondientes? ¿Aplicaría otro refrán: “El que por su gusto es buey, hasta la coyunda lame”?. Y…qué pasa?

* Periodista

mjimenezibanez@yahoo.com.mx

“El león cree que todos son de su condición”, dice el añejo refrán. Todavía hay mexicanos que respetamos la investidura presidencial en México porque representa al Estado, es decir, al conjunto de pueblo, territorio y gobierno, de acuerdo a la teoría. También hay mexicanos que respetan las instituciones “y no las mandan al diablo” como lo hacen muchos políticos, igual que Andrés Manuel López Obrador y gran parte de la sociedad que aplica otro refrán: “que se haga justicia en los bueyes de mi compadre”. Difícil, por no escribir imposible, resulta separar la personalidad del “ciudadano” y del “presidente de la República”. Los políticos, por lo general, son deshonestos y convenencieros, (quizá como el común del ser humano).

Ojalá la salud del presidente de México pronto se restablezca porque el rumbo del país sería peor si en estos momentos el presidente quede imposibilitado y ocupe las limitaciones constitucionales para seguir en tal cargo. México y sus habitantes no se merecen tanta desgracia. Por eso hay que desear que se restablezca. Y ya que estamos en los refranes, a fin de cuentas “con esos bueyes hay que arar”. Además, de los señalados por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para casos de ausencia del Presidente, ¿hay alguno que mejore la situación nacional?

Para mucha gente, “maiceada” o no, el que López haya firmado el aviso en redes por su malestar “por síntomas leves” de Covid 19 “es una muestra de honestidad”. Otros avisos en texto, fotos y videos, dudan que sea verídico el padecimiento de López y lo compare con el truco (para muchos) que hizo Trump en su momento.

Ante esa postración presidencial queda claro para los mexicanos y para el mundo entero que las fanfarronadas del susodicho a fin de cuentas comprueban que esta enfermedad no es un juego. ¿“Le cayó como anillo al dedo”? ¿Habrá tanta demoniaca perversidad? La fantochada presidencial ahora mantiene enfermos a muchos de sus cercanos colaboradores. ¿Estarán agradecidos por ello? ¿También los demás políticos y “el pueblo bueno y sabio” que estuvieron cerca del virulento mandatario?

Hay legislaciones en el mundo que criminalizan a quien, sabiendo que es un potencial contagiador, y no cesa la socialización. López concluía, el domingo pasado, una gira por los estados de Nuevo León y San Luis Potosí y sin duda padeciendo los síntomas. Tuvo días antes reuniones, conferencias de prensa, audiencias, etc. Cientos de personas pulularon en su entorno y sin duda recibieron el spray de su saliva. Eso es criminal por el riesgo que representa. La pandemia “no es tomada en serio en México”, dijo el, director general de la organización Mundial de la Salud. ¿López ahora si comprenderá la seriedad del tema? ¿Los mexicanos y el mundo, pronto conocerán la mascarada del político morenista, en caso de que así sea?

La Carta Magna prevé la traición y hay sanciones. ¿El caso aplica? Pero como dice la escritura: “habrá alguien que arroje la primera piedra” Ojalá que la vulnerabilidad de López, como son la edad y sus añejos malestares no empeoren la situación porque, para la vida nacional, será otro peligroso sobresalto que afectará más la vida del país y por supuesto de sus habitantes.

Al mismo tiempo, habría que reflexionar sobre la posibilidad de calificar como un genocidio el hecho de que por la displicencia y mala forma de combatir la pandemia hay altas las cifras de contagios, enfermos y fallecimientos. ¿Habría que pensar en el suicidio colectivo por el incumplimiento social de las normas sanitarias correspondientes? ¿Aplicaría otro refrán: “El que por su gusto es buey, hasta la coyunda lame”?. Y…qué pasa?

* Periodista

mjimenezibanez@yahoo.com.mx