/ lunes 1 de octubre de 2018

Hay tratado

Hoy en día la modernidad de una economía se mide a partir de la salud de sus indicadores macroeconómicos que se sustentan en políticas públicas apegadas a la disciplina financiera que se requiere para ser más competitivos y eficientes; de ahí que, realizar o preservar tratados internacionales que permitan generar empleos e ingresos económicos a una población, es un síntoma de progreso, pero, sobre todo, dota de certidumbre a la región en que se gestan estas alianzas.

De manera sorpresiva se anuncia que se logró un acuerdo con el gobierno de Canadá, para que de esa manera se preserve la esencia del Tratado de Libre Comercio, que es englobar en una zona estratégica comercial a los tres países del norte de América, México, Estados Unidos y Canadá, manteniendo así un mecanismo exitoso que le ha dado empleo a miles de personas y ha sido un motor para el crecimiento del continente, situación que nos permite generar tres puntos de vista:

En primer caso, habrá que decir que el anuncio de que sí se consiguió encontrar la manera de firmar un nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá que refrende el espíritu comercial del Tratado de Libre Comercio es un síntoma positivo que nos dice que el sentido común y la buena fe, abonados con trabajo arduo, pueden dar resultados positivos, sobrepasando las malas intenciones de grupos de poder que buscan satisfacer tendencias negativas que ya han sido rebasadas por la historia; de ahí que, independientemente de lo positivo que sea la firma de este nuevo acuerdo, en el ámbito económico lanza un mensaje de optimismo al mundo.

Este ha sido un gran logro de México, tanto del Presidente Enrique Peña Nieto, como del Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, quienes supieron entender la coyuntura histórica y encontraron la forma de, unidos, llegar no solo a un acuerdo bilateral con Norteamérica, sino además conservar en el pacto a un país aliado y muy querido por los mexicanos, como son nuestros hermanos canadienses, que también firman.

En segundo término, hay que decir que es muy positivo que se haya podido establecer una política de negociación adecuada basada en buena diplomacia y habilidad técnica para acercar las partes disímbolas. Se sabe que en esta labor tuvieron mucho que ver los buenos oficios de la delegación mexicana, la cual demostró una alta capacitación y conocimientos profundos de los negocios internacionales, destacándose la aplicación de Ildefonso Guajardo y de Jesús Seade, los cuales hicieron un equipo ganador que permitió cerrar brechas y tender puentes entre posiciones polarizadas que ponían en riesgo la unidad de la zona comercial más poderosa del continente, y quizás la única que pueda competir con los bloques orientales, que dicho sea de paso, cuentan con los más altos índices de crecimiento a nivel global.

La firma de este nuevo tratado también es una muestra de que hablando se entiende la gente y de que el diálogo es la mejor herramienta para construir cuando se trata de ver por el beneficio de miles de personas que dependen de las decisiones de sus políticos, razón por la cual hay una doble obligación por parte de quienes representan a sus naciones en este tipo de eventos.

En tercer término, tenemos que decir que el peso político que genera este nuevo acuerdo es importante, ya que integra tres visiones distintas del mundo desde el ámbito político, pero permite que se rescaten los puntos de beneficio para los tres países, sobrepasando las tendencias ideológicas y los preceptos políticos, permitiendo así que se sobreponga el interés general de las naciones para que se beneficie a millones de personas que esperan obtener un mejor nivel de vida; por lo que la firma de este nuevo acuerdo es un gran logro para buscar erradicar la pobreza endémica que golpea de manera indiscriminada a lo largo y ancho de América del Norte y que se manifiesta de distintas formas en los tres países, pero sus efectos son los mismos, segregación, violencia, enfermedad y hacinamiento.

Sabemos que ha sido muy difícil este proceso porque ha estado cargado de presiones y puntos de conflicto, pero es grato saber que hay personas que están en el servicio público con una alta preparación, y que, sin ser demagogos ni estridentes en sus declaraciones, ni mucho menos con afán de protagonismo, nos han demostrado que estamos a la altura de cualquier nación del mundo desarrollado y que ya somos mayores de edad en asuntos de alta envergadura por la capacidad de solucionar momentos de crisis y la forma en que se desarrolló la estrategia para lograr un objetivo.

De la misma manera habría que decir que el trabajo en equipo de Luis Videgaray y Marcelo Ebrard es un ejemplo de cómo se debe de ver la política en beneficio de la nación, dejando de lado las diferencias y uniéndose en las coincidencias.

No se debe de desperdiciar a un personaje como Ildefonso Guajardo, se le debe de integrar de forma definitiva al nuevo gobierno por su capacidad y talento, pero, sobre todo, por su propiedad en el manejo del asunto, en donde nunca se vio rebasado por las circunstancias.

El acuerdo se acaba de realizar y se hizo de último minuto; es una decisión tomada y en fechas próximas se harán los trámites legales conducentes para que quede firme; por lo que se ha finalizado este tema que generaba gran presión a la economía mexicana, y al tener también resuelto el asunto de la designación de nuestro nuevo presidente, se ve una luz al final del túnel, y los nubarrones que se veían en el horizonte se disipan. Ahora hay que ponernos a trabajar y a sacar el mejor provecho de las circunstancias para aprovechar la posición estratégica que tenemos al ser vecinos de Estados Unidos de América y Canadá, para encontrar formas de que nuestro pueblo crezca y seamos también una gran potencia como merecemos ¿No creen, estimados lectores?

reacolaborador@yahoo.com.mx


Hoy en día la modernidad de una economía se mide a partir de la salud de sus indicadores macroeconómicos que se sustentan en políticas públicas apegadas a la disciplina financiera que se requiere para ser más competitivos y eficientes; de ahí que, realizar o preservar tratados internacionales que permitan generar empleos e ingresos económicos a una población, es un síntoma de progreso, pero, sobre todo, dota de certidumbre a la región en que se gestan estas alianzas.

De manera sorpresiva se anuncia que se logró un acuerdo con el gobierno de Canadá, para que de esa manera se preserve la esencia del Tratado de Libre Comercio, que es englobar en una zona estratégica comercial a los tres países del norte de América, México, Estados Unidos y Canadá, manteniendo así un mecanismo exitoso que le ha dado empleo a miles de personas y ha sido un motor para el crecimiento del continente, situación que nos permite generar tres puntos de vista:

En primer caso, habrá que decir que el anuncio de que sí se consiguió encontrar la manera de firmar un nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá que refrende el espíritu comercial del Tratado de Libre Comercio es un síntoma positivo que nos dice que el sentido común y la buena fe, abonados con trabajo arduo, pueden dar resultados positivos, sobrepasando las malas intenciones de grupos de poder que buscan satisfacer tendencias negativas que ya han sido rebasadas por la historia; de ahí que, independientemente de lo positivo que sea la firma de este nuevo acuerdo, en el ámbito económico lanza un mensaje de optimismo al mundo.

Este ha sido un gran logro de México, tanto del Presidente Enrique Peña Nieto, como del Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, quienes supieron entender la coyuntura histórica y encontraron la forma de, unidos, llegar no solo a un acuerdo bilateral con Norteamérica, sino además conservar en el pacto a un país aliado y muy querido por los mexicanos, como son nuestros hermanos canadienses, que también firman.

En segundo término, hay que decir que es muy positivo que se haya podido establecer una política de negociación adecuada basada en buena diplomacia y habilidad técnica para acercar las partes disímbolas. Se sabe que en esta labor tuvieron mucho que ver los buenos oficios de la delegación mexicana, la cual demostró una alta capacitación y conocimientos profundos de los negocios internacionales, destacándose la aplicación de Ildefonso Guajardo y de Jesús Seade, los cuales hicieron un equipo ganador que permitió cerrar brechas y tender puentes entre posiciones polarizadas que ponían en riesgo la unidad de la zona comercial más poderosa del continente, y quizás la única que pueda competir con los bloques orientales, que dicho sea de paso, cuentan con los más altos índices de crecimiento a nivel global.

La firma de este nuevo tratado también es una muestra de que hablando se entiende la gente y de que el diálogo es la mejor herramienta para construir cuando se trata de ver por el beneficio de miles de personas que dependen de las decisiones de sus políticos, razón por la cual hay una doble obligación por parte de quienes representan a sus naciones en este tipo de eventos.

En tercer término, tenemos que decir que el peso político que genera este nuevo acuerdo es importante, ya que integra tres visiones distintas del mundo desde el ámbito político, pero permite que se rescaten los puntos de beneficio para los tres países, sobrepasando las tendencias ideológicas y los preceptos políticos, permitiendo así que se sobreponga el interés general de las naciones para que se beneficie a millones de personas que esperan obtener un mejor nivel de vida; por lo que la firma de este nuevo acuerdo es un gran logro para buscar erradicar la pobreza endémica que golpea de manera indiscriminada a lo largo y ancho de América del Norte y que se manifiesta de distintas formas en los tres países, pero sus efectos son los mismos, segregación, violencia, enfermedad y hacinamiento.

Sabemos que ha sido muy difícil este proceso porque ha estado cargado de presiones y puntos de conflicto, pero es grato saber que hay personas que están en el servicio público con una alta preparación, y que, sin ser demagogos ni estridentes en sus declaraciones, ni mucho menos con afán de protagonismo, nos han demostrado que estamos a la altura de cualquier nación del mundo desarrollado y que ya somos mayores de edad en asuntos de alta envergadura por la capacidad de solucionar momentos de crisis y la forma en que se desarrolló la estrategia para lograr un objetivo.

De la misma manera habría que decir que el trabajo en equipo de Luis Videgaray y Marcelo Ebrard es un ejemplo de cómo se debe de ver la política en beneficio de la nación, dejando de lado las diferencias y uniéndose en las coincidencias.

No se debe de desperdiciar a un personaje como Ildefonso Guajardo, se le debe de integrar de forma definitiva al nuevo gobierno por su capacidad y talento, pero, sobre todo, por su propiedad en el manejo del asunto, en donde nunca se vio rebasado por las circunstancias.

El acuerdo se acaba de realizar y se hizo de último minuto; es una decisión tomada y en fechas próximas se harán los trámites legales conducentes para que quede firme; por lo que se ha finalizado este tema que generaba gran presión a la economía mexicana, y al tener también resuelto el asunto de la designación de nuestro nuevo presidente, se ve una luz al final del túnel, y los nubarrones que se veían en el horizonte se disipan. Ahora hay que ponernos a trabajar y a sacar el mejor provecho de las circunstancias para aprovechar la posición estratégica que tenemos al ser vecinos de Estados Unidos de América y Canadá, para encontrar formas de que nuestro pueblo crezca y seamos también una gran potencia como merecemos ¿No creen, estimados lectores?

reacolaborador@yahoo.com.mx


ÚLTIMASCOLUMNAS
lunes 17 de diciembre de 2018

El olor a Navidad

Francisco Rea Signoret

lunes 10 de diciembre de 2018

Enrique Alfaro es gobernador

Francisco Rea Signoret

lunes 03 de diciembre de 2018

México renueva mandato

Francisco Rea Signoret

lunes 26 de noviembre de 2018

Frontera caliente

Francisco Rea Signoret

lunes 12 de noviembre de 2018

El Armisticio

Francisco Rea Signoret

lunes 05 de noviembre de 2018

Elecciones siniestras

Francisco Rea Signoret

lunes 29 de octubre de 2018

Derechazo brasileño

Francisco Rea Signoret

lunes 22 de octubre de 2018

Factor migrante

Francisco Rea Signoret

lunes 15 de octubre de 2018

El poder de los contrapesos

Francisco Rea Signoret

lunes 08 de octubre de 2018

El Nobel de la Paz

Francisco Rea Signoret

Cargar Más