/ domingo 20 de septiembre de 2020

Hagamos y Futuro, la nueva ecuación partidista

La incursión de las agrupaciones Hagamos y Futuro a la ecuación partidista de Jalisco, luego de recibir el viernes el aval del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) para su conformación como institutos políticos de manera oficial, obliga a replantear los escenarios posibles de frente a las elecciones del próximo año.

En lo personal creo que el reto principal de ambos consistirá en trascender el 2021, asunto del que también estoy seguro que lo lograrán. Si por un lado se encuentra el poder financiero y de movilización de la Universidad de Guadalajara, por el otro está la marca Pedro Kumamoto; así pues, todo apunta a que pasarán la prueba sin ningún problema.

De cualquier forma, es inevitable preguntarnos sobre otras repercusiones que tiene la llegada de dichos grupos. Una cuestión obligada es la que tiene que ver con los partidos tradicionales; ¿lograrán sortear con éxito la jornada del 6 de junio ante la llegada de Hagamos y Futuro?

La incógnita mayor se centra en el Partido Revolucionario Institucional. Como es sabido, las desbandadas se convirtieron en la nota común del otrora partidazo. En todas las encuestas, incluso en las realizadas por empresas de dudosa reputación, aparece como la expresión más rechazada. Sin liderazgos emergentes ni condiciones reales de competencia, el PRI enfrentará uno de sus más grandes desafíos, que es conservar su registro en la entidad.

En cuanto al Partido Acción Nacional las cosas no pintan mejor. Y aunque a nivel nacional hay evidencia de que comienza a repuntar en las simpatías de la población, la realidad es que todavía está muy lejos de su glorioso esplendor. Si bien la alianza incondicional que sostiene con Movimiento Ciudadano le ha generado buenos negocios e interesantes espacios en el quehacer público, también es innegable que está pagando las consecuencias de haber pactado con la pedante aristocracia naranja. Al respecto, habrá que estar atentos sobre el modo en que actuarán los puristas del PAN en el marco de lo que será una de las elecciones más cerradas de la historia.

En la otra esquina se ubican el PRD y el PT, dos partidos sin prerrogativas en lo local y cuya aspiración se basa justo en la conquista de ello. Sobre el primero hay que decir que terminó siendo un instrumento (ya desechable en virtud de la llegada de Hagamos) para satisfacer las necesidades del grupo que controla los destinos de la Benemérita. Y del segundo, su situación es en extremo interesante, debido a que en el plano nacional se impulsa una coalición con Morena, tema que aquí disgusta a quienes consideran que es preferible enfrentar la tormenta en una balsa que subirse a un trasatlántico.

Faltan poco más de ocho meses para nuestro encuentro con las urnas. El tiempo corre veloz y las estructuras comienzan a moverse. La aparición en escena de Hagamos y Futuro amplían el número de actores que serán protagonistas en el siempre impredecible e implacable mundo de la política.

Reconocimiento

Si alguien ha sido crítico del senador en funciones Alejandro Peña soy yo; sin embargo, mi lado periodístico impone la aspiración de encontrarme con la objetividad. Por eso hoy, desde este espacio, debo reconocer su labor como enviado especial por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, para velar por el funcionamiento eficiente del sistema federal de salud en nuestro Estado. El que se brinden los servicios y no falten los recursos económicos para atender la pandemia del Covid-19 en Colima y Jalisco, se debe a su gestión eficaz y oportuna. Enhorabuena.


* Periodista y empresario

La incursión de las agrupaciones Hagamos y Futuro a la ecuación partidista de Jalisco, luego de recibir el viernes el aval del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) para su conformación como institutos políticos de manera oficial, obliga a replantear los escenarios posibles de frente a las elecciones del próximo año.

En lo personal creo que el reto principal de ambos consistirá en trascender el 2021, asunto del que también estoy seguro que lo lograrán. Si por un lado se encuentra el poder financiero y de movilización de la Universidad de Guadalajara, por el otro está la marca Pedro Kumamoto; así pues, todo apunta a que pasarán la prueba sin ningún problema.

De cualquier forma, es inevitable preguntarnos sobre otras repercusiones que tiene la llegada de dichos grupos. Una cuestión obligada es la que tiene que ver con los partidos tradicionales; ¿lograrán sortear con éxito la jornada del 6 de junio ante la llegada de Hagamos y Futuro?

La incógnita mayor se centra en el Partido Revolucionario Institucional. Como es sabido, las desbandadas se convirtieron en la nota común del otrora partidazo. En todas las encuestas, incluso en las realizadas por empresas de dudosa reputación, aparece como la expresión más rechazada. Sin liderazgos emergentes ni condiciones reales de competencia, el PRI enfrentará uno de sus más grandes desafíos, que es conservar su registro en la entidad.

En cuanto al Partido Acción Nacional las cosas no pintan mejor. Y aunque a nivel nacional hay evidencia de que comienza a repuntar en las simpatías de la población, la realidad es que todavía está muy lejos de su glorioso esplendor. Si bien la alianza incondicional que sostiene con Movimiento Ciudadano le ha generado buenos negocios e interesantes espacios en el quehacer público, también es innegable que está pagando las consecuencias de haber pactado con la pedante aristocracia naranja. Al respecto, habrá que estar atentos sobre el modo en que actuarán los puristas del PAN en el marco de lo que será una de las elecciones más cerradas de la historia.

En la otra esquina se ubican el PRD y el PT, dos partidos sin prerrogativas en lo local y cuya aspiración se basa justo en la conquista de ello. Sobre el primero hay que decir que terminó siendo un instrumento (ya desechable en virtud de la llegada de Hagamos) para satisfacer las necesidades del grupo que controla los destinos de la Benemérita. Y del segundo, su situación es en extremo interesante, debido a que en el plano nacional se impulsa una coalición con Morena, tema que aquí disgusta a quienes consideran que es preferible enfrentar la tormenta en una balsa que subirse a un trasatlántico.

Faltan poco más de ocho meses para nuestro encuentro con las urnas. El tiempo corre veloz y las estructuras comienzan a moverse. La aparición en escena de Hagamos y Futuro amplían el número de actores que serán protagonistas en el siempre impredecible e implacable mundo de la política.

Reconocimiento

Si alguien ha sido crítico del senador en funciones Alejandro Peña soy yo; sin embargo, mi lado periodístico impone la aspiración de encontrarme con la objetividad. Por eso hoy, desde este espacio, debo reconocer su labor como enviado especial por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, para velar por el funcionamiento eficiente del sistema federal de salud en nuestro Estado. El que se brinden los servicios y no falten los recursos económicos para atender la pandemia del Covid-19 en Colima y Jalisco, se debe a su gestión eficaz y oportuna. Enhorabuena.


* Periodista y empresario