/ viernes 8 de noviembre de 2019

Hacia una ciudad cultural

La promoción cultural lograda por la Universidad de Guadalajara a partir de la creación de la Red Universitaria en Jalisco a lo largo de 25 años, tiene como pendiente la consolidación del anhelado corredor cultural, turístico e incluyente merecido por una ciudad con una historia rica en todos los ámbitos más trascendentes para el país.

Nuestra ciudad ha sido todo lo documentado por investigadores como el Dr. José María Muriá, en su Breve historia de Guadalajara, obra en la cual se consigna la importante fundación del primer periódico de América y la llegada de la imprenta para emitir “El Despertador Americano”, o bien la presencia de una población afromexicana aún considerada, en los albores de la independencia de México, legalmente propiedad privada. Lo anterior explica la significativa, más que capitalizada, abolición de la exclavitud en América el 6 de diciembre de 1810 por exclamación de Miguel Hidalgo.

Sin embargo nuestra ciudad debe restaurar, para beneplácito del imaginario colectivo mexicano, la riqueza patrimonial aún conservada desde la segunda mitad del siglo XX con la aparición de una arquitectura ejemplar para el resto del país luego de la fundación de la primera Facultad de Arquitectura en México, fuera de la ciudad capital en 1948. Cuando la pujanza de la ciudad comercial nos identificó como una potencia urbana en todo México y arquitectos como Erik Coufal y su magnífico Teatro Experimental de Jalisco y Condominio Guadalajara o Alejandro Zon y el Mercado Libertad y la Concha Acústica así como las intervenciones urbanas y arquitectónicas del Mtro. Ignacio Díaz Morales y su amigo Julio de la Peña con la glorieta Minerva y el remate icónico del Parque de la Revolución y la intervención del jaliscience Luis Barragán en el diseño del mismo.

Lo cual convoca a la integración para consecuentar ese corredor cultural anhelado por los universitarios con el planteamiento de estrategias de promoción cultural para el centro histórico de Guadalajara y sea “… un proyecto que involucra varias vertientes, dentro de las cuales la difusión y la presevasión del proyecto arquitectónico de la ciudad será una de las más favorecidas y gracias a ello podremos deleitarnos desde diferentes perspectivas con importantes monumentos que dieron fisionomía y fueron referente de los ideales sociales del devenir histórico de nuestra sociedad; la cual va desde el siglo XVI, el Barroco Neoclásico y Ecléctico, hasta las desafortunadas intervenciones de transformación radical de la imágen urbana con las ampliaciones de la Av. Alcalde, Juárez e Hidalgo”, señaló enfáticamente el Mtro. Alfredo Alcantar Director del Instituto de Estudios sobre Centros Históricos del CUAAD de la U.de G., y agregó el propósito de este necesario y definido corredor cultural: “… Los visitantes y habitantes locales podrán percatarse de las grandes aportaciones que se produjeron al interior de nuestro Centro Histórico y constatar la capacidad creativa de las generaciones que nos precedieron; auguro un gran éxito en el proyecto y sin duda el fortalecimiento de nuestra identidad y el respectivo encaminamiento a la preservación de nuestro patrimonio cultural”.

Remató el Arquitecto Alcantar al referirse al patrimonio arquitectónico sin escudriñar en la anfitronía lograda por los tapatíos al Gobierno de Juárez, o la propuesta de transformación del Estado Mexicano de Mariano Otero, de Ignacio L. Vallarta o Fray Antonio Alcalde; lo cual sería otra vertiente más para enriquecer el patrimonio cultural promovido por la máxima casa de estudios desde hace 200 años.

Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com


La promoción cultural lograda por la Universidad de Guadalajara a partir de la creación de la Red Universitaria en Jalisco a lo largo de 25 años, tiene como pendiente la consolidación del anhelado corredor cultural, turístico e incluyente merecido por una ciudad con una historia rica en todos los ámbitos más trascendentes para el país.

Nuestra ciudad ha sido todo lo documentado por investigadores como el Dr. José María Muriá, en su Breve historia de Guadalajara, obra en la cual se consigna la importante fundación del primer periódico de América y la llegada de la imprenta para emitir “El Despertador Americano”, o bien la presencia de una población afromexicana aún considerada, en los albores de la independencia de México, legalmente propiedad privada. Lo anterior explica la significativa, más que capitalizada, abolición de la exclavitud en América el 6 de diciembre de 1810 por exclamación de Miguel Hidalgo.

Sin embargo nuestra ciudad debe restaurar, para beneplácito del imaginario colectivo mexicano, la riqueza patrimonial aún conservada desde la segunda mitad del siglo XX con la aparición de una arquitectura ejemplar para el resto del país luego de la fundación de la primera Facultad de Arquitectura en México, fuera de la ciudad capital en 1948. Cuando la pujanza de la ciudad comercial nos identificó como una potencia urbana en todo México y arquitectos como Erik Coufal y su magnífico Teatro Experimental de Jalisco y Condominio Guadalajara o Alejandro Zon y el Mercado Libertad y la Concha Acústica así como las intervenciones urbanas y arquitectónicas del Mtro. Ignacio Díaz Morales y su amigo Julio de la Peña con la glorieta Minerva y el remate icónico del Parque de la Revolución y la intervención del jaliscience Luis Barragán en el diseño del mismo.

Lo cual convoca a la integración para consecuentar ese corredor cultural anhelado por los universitarios con el planteamiento de estrategias de promoción cultural para el centro histórico de Guadalajara y sea “… un proyecto que involucra varias vertientes, dentro de las cuales la difusión y la presevasión del proyecto arquitectónico de la ciudad será una de las más favorecidas y gracias a ello podremos deleitarnos desde diferentes perspectivas con importantes monumentos que dieron fisionomía y fueron referente de los ideales sociales del devenir histórico de nuestra sociedad; la cual va desde el siglo XVI, el Barroco Neoclásico y Ecléctico, hasta las desafortunadas intervenciones de transformación radical de la imágen urbana con las ampliaciones de la Av. Alcalde, Juárez e Hidalgo”, señaló enfáticamente el Mtro. Alfredo Alcantar Director del Instituto de Estudios sobre Centros Históricos del CUAAD de la U.de G., y agregó el propósito de este necesario y definido corredor cultural: “… Los visitantes y habitantes locales podrán percatarse de las grandes aportaciones que se produjeron al interior de nuestro Centro Histórico y constatar la capacidad creativa de las generaciones que nos precedieron; auguro un gran éxito en el proyecto y sin duda el fortalecimiento de nuestra identidad y el respectivo encaminamiento a la preservación de nuestro patrimonio cultural”.

Remató el Arquitecto Alcantar al referirse al patrimonio arquitectónico sin escudriñar en la anfitronía lograda por los tapatíos al Gobierno de Juárez, o la propuesta de transformación del Estado Mexicano de Mariano Otero, de Ignacio L. Vallarta o Fray Antonio Alcalde; lo cual sería otra vertiente más para enriquecer el patrimonio cultural promovido por la máxima casa de estudios desde hace 200 años.

Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com