/ jueves 15 de julio de 2021

Golpes a los que menos tienen

Tras las votaciones del pasado 6 de junio los gobernantes parecen regresar de lleno a sus funciones o al menos a cobrar sus nada despreciables salarios. Ahora ya no hay problema para aumentar su acción recaudatoria. Aunque demagógicamente (pa’no variar) los empleados de la ciudadanía dicen que no habrá “nuevos” impuestos, esta acción se disfraza con respaldo jurídico como es el hasta ahora aplazado, pero ya amenazante cobro de 500 pesos por “la obligatoriedad” de la verificación vehicular y peor aún, el castigo con multas por no cumplir con las imposiciones gubernamentales.

Sin duda el gobierno de Jalisco requiere dinero pero, ¿para qué? Con la mayor facilidad responderán que “se requiere mayor presupuesto para el desarrollo de Jalisco, con todo lo que esto implica en obras, servicios y demás. Peor aún para el ciudadano, engordador del presupuesto porque cada gobernante aplica los dineros para beneficiar primero sus ideas, proyectos o caprichos que le permitan conservar el poder así como a sus “achichincles”. ¿O de verdad cree usted, amable lector que todas las obras públicas se hacen para mejorar la convivencia humana? ¿Será sólo para gastar el presupuesto que también derramen dinerito a terceras personas? Se calcula que recaudarán unos mil 900 millones “para combatir la contaminación” dicen los de SEMADET

Comprobado está que la verificación vehicular es un programa recaudatorio y no soluciona ni atenúa considerablemente la, polución. En cambio, es otro golpe a la economía ciudadana que tiene un auto como herramienta, no por lujo, en tanto que los gobernantes cuentan con todo lo que la gente aporta y dice el refrán: “el que a la Iglesia sirve, de la Iglesia se mantiene” y al pueblo nomás lo entretiene. La inflación en México es de casi en 6 por ciento. La canasta básica es imposible para el trabajador, no así para los gobernantes. Muchos de ellos, hasta en el extranjero tienen a su parentela estudiando o “becados”.

Ojalá los estudiosos investigadores y académicos aporten cifras certeras y reiteren en qué medida, la verificación vehicular será un gran paliativo contra la contaminación ambiental por gases derivados de los automotores de combustión interna.

Los empleados de la SEMADET en Jalisco están dando otro golpe económico a la ciudadanía que tiene un automotor al informar que los que no acrediten la verificación en dos intentos tendrán un año para hacer las reparaciones correspondientes y hacer la tramitología correspondiente, el pago de multas y la pérdida de tiempo. Y peor aún: “A partir de ese año de prórroga van a tener que solucionar el problema o sacar de circulación el vehículo”. Esta es una displicente y criminal acción que ahora pueden manifestarse porque ya pasaron las votaciones. Esa acción impositiva arteramente inquisitoria, estaba al acecho cual delincuente en las sombras.

Es demencial ordenarle al trabajador que simplemente retire de circulación su vehículo cuando podría no tener mejora herramienta para su subsistencia. Que dizque el gobierno promovería créditos a través de “financieras particulares” (recuerde que un negocio de Lemus es el financiamiento) pero ¿podrá la ciudadanía echarse más deudas para conservar el derecho a la subsistencia, mientras que el gobierno está como el becerro de año: “Mama y da de topes”.

Esta medida hará proclive el abuso de operativos y operadores ante la incapacidad ciudadana de contar con parques vehiculares como los de los funcionarios que nada más ordenan aumentar impuestos disfrazados. Hay quienes sugieren judicializar el tema mediante amparos. Podría salir “más caro el caldo que las albóndigas”. Hay mucho que polemizar cobre el tema porque el ir y venir de vehículos en Jalisco no solo es de gente local sino de muchas partes del país. Sin duda el sector privado de la entidad está de acuerdo pero la ciudadanía puede solventar ese golpe económico a su raquítica economía? Así como los sectores sociales de Jalisco se unieron para demandar al gobierno federal por las disminuciones presupuestales para la entidad ahora deberían actuar en consecuencia. Y…qué pasa?

* Periodista

mjimenezibanez58@gmail.com

Tras las votaciones del pasado 6 de junio los gobernantes parecen regresar de lleno a sus funciones o al menos a cobrar sus nada despreciables salarios. Ahora ya no hay problema para aumentar su acción recaudatoria. Aunque demagógicamente (pa’no variar) los empleados de la ciudadanía dicen que no habrá “nuevos” impuestos, esta acción se disfraza con respaldo jurídico como es el hasta ahora aplazado, pero ya amenazante cobro de 500 pesos por “la obligatoriedad” de la verificación vehicular y peor aún, el castigo con multas por no cumplir con las imposiciones gubernamentales.

Sin duda el gobierno de Jalisco requiere dinero pero, ¿para qué? Con la mayor facilidad responderán que “se requiere mayor presupuesto para el desarrollo de Jalisco, con todo lo que esto implica en obras, servicios y demás. Peor aún para el ciudadano, engordador del presupuesto porque cada gobernante aplica los dineros para beneficiar primero sus ideas, proyectos o caprichos que le permitan conservar el poder así como a sus “achichincles”. ¿O de verdad cree usted, amable lector que todas las obras públicas se hacen para mejorar la convivencia humana? ¿Será sólo para gastar el presupuesto que también derramen dinerito a terceras personas? Se calcula que recaudarán unos mil 900 millones “para combatir la contaminación” dicen los de SEMADET

Comprobado está que la verificación vehicular es un programa recaudatorio y no soluciona ni atenúa considerablemente la, polución. En cambio, es otro golpe a la economía ciudadana que tiene un auto como herramienta, no por lujo, en tanto que los gobernantes cuentan con todo lo que la gente aporta y dice el refrán: “el que a la Iglesia sirve, de la Iglesia se mantiene” y al pueblo nomás lo entretiene. La inflación en México es de casi en 6 por ciento. La canasta básica es imposible para el trabajador, no así para los gobernantes. Muchos de ellos, hasta en el extranjero tienen a su parentela estudiando o “becados”.

Ojalá los estudiosos investigadores y académicos aporten cifras certeras y reiteren en qué medida, la verificación vehicular será un gran paliativo contra la contaminación ambiental por gases derivados de los automotores de combustión interna.

Los empleados de la SEMADET en Jalisco están dando otro golpe económico a la ciudadanía que tiene un automotor al informar que los que no acrediten la verificación en dos intentos tendrán un año para hacer las reparaciones correspondientes y hacer la tramitología correspondiente, el pago de multas y la pérdida de tiempo. Y peor aún: “A partir de ese año de prórroga van a tener que solucionar el problema o sacar de circulación el vehículo”. Esta es una displicente y criminal acción que ahora pueden manifestarse porque ya pasaron las votaciones. Esa acción impositiva arteramente inquisitoria, estaba al acecho cual delincuente en las sombras.

Es demencial ordenarle al trabajador que simplemente retire de circulación su vehículo cuando podría no tener mejora herramienta para su subsistencia. Que dizque el gobierno promovería créditos a través de “financieras particulares” (recuerde que un negocio de Lemus es el financiamiento) pero ¿podrá la ciudadanía echarse más deudas para conservar el derecho a la subsistencia, mientras que el gobierno está como el becerro de año: “Mama y da de topes”.

Esta medida hará proclive el abuso de operativos y operadores ante la incapacidad ciudadana de contar con parques vehiculares como los de los funcionarios que nada más ordenan aumentar impuestos disfrazados. Hay quienes sugieren judicializar el tema mediante amparos. Podría salir “más caro el caldo que las albóndigas”. Hay mucho que polemizar cobre el tema porque el ir y venir de vehículos en Jalisco no solo es de gente local sino de muchas partes del país. Sin duda el sector privado de la entidad está de acuerdo pero la ciudadanía puede solventar ese golpe económico a su raquítica economía? Así como los sectores sociales de Jalisco se unieron para demandar al gobierno federal por las disminuciones presupuestales para la entidad ahora deberían actuar en consecuencia. Y…qué pasa?

* Periodista

mjimenezibanez58@gmail.com