/ lunes 29 de julio de 2019

Gobierno y municipios de la mano

La Organización de la Naciones Unidas (ONU) estima que existen alrededor de 370 millones de indígenas en el mundo. En México, hay al menos 68 pueblos indígenas u originarios.

En general, los pueblos indígenas son sociedades y comunidades culturalmente diferentes. La tierra en la que viven y los recursos naturales de los que dependen están vinculados a su identidad, cultura y medios de subsistencia, asimismo a su bienestar físico y espiritual.

Sin embargo, solo una parte de estas tierras están reconocidas oficialmente como territorios indígenas por los Estados, ya sean territorios que tradicionalmente son propiedad de los pueblos indígenas o que poseen en virtud de derechos consuetudinarios.

Jalisco, por la riqueza de su tierra y su ubicación geográfica, tiene hondas raíces indigenistas, históricamente se sabe que la fundación de los Toltecas del llamado Reino de Jalisco (año 618 D.C.), es la primera administración conocida en esa zona, sus grupos étnicos son muy reducidos en población a diferencia de lo que se pueda pensar, resaltando que pocas personas indígenas conservan el idioma de sus antepasados.

A su vez, esas personas se dividían entre las culturas Huichol o Wixárikas, concentrados, principalmente, en Bolaños y Mezquitic extendiéndose también en Nayarit. Los Nahuas, descendientes de los mexicas, se concentran en la zona sur del Estado, en municipios como Cuautitlán de García Barragán, Tuxpan o Zapotitlán de Vadillo, siguen hablando su lengua de raíz, el náhuatl. Los Purépechas o Tarascos, aunque son originarios del estado de Michoacán, han establecido una importante comunidad en Jalisco, asentados principalmente en Guadalajara y Zapopan, su idioma, michoacano se ha ido perdiendo en la actualidad. Los Mixtecos son emigrantes de estados como Oaxaca o Puebla, su número es reducido se encuentran instalados principalmente en Guadalajara. Los Otomíes que residen en el Estado, provienen de otras zonas del país, su asentamiento inició en el sur de Jalisco principalmente en Tamazula de Gordiano, cabe señalar que, al mezclarse con los Nahuas, desapareció.

En las últimas décadas, el gobernador en turno, trabajando con las instituciones dedicadas a la atención de estos pueblos, han creado las condiciones para reconocerles sus derechos y obligaciones, en la conservación de sus tradiciones, su autonomía y estructura de gobierno, respetando sus asentamientos territoriales.

Además, en cumplimiento a las leyes respectivas, Jalisco ha visionado el futuro de estas comunidades creando fuentes de trabajo, principalmente rurales apoyando con proyectos para que en su dotación de tierras se dediquen a la siembra y el cultivo para ser autosuficientes en sus necesidades alimentarias y, así, no abandonen sus comunidades.

El detonante que más ocupa y preocupa al Estado y sus Municipios, es la educación, de tal forma que, de la mano de los representantes, consejos o gobernantes de estas comunidades, construyendo espacios cercanos, se formalizaron condiciones y términos para que tuvieran acceso a la escuela aprendiendo en su propia lengua con maestros preparados y capacitados, incluso, de su propio pueblo, para con ello, cumplir con las diferentes normativas para que las niñas, niños y adolescentes que pertenezcan a un grupo indígena tengan derecho de disfrutar libremente de su lengua, cultura, usos, costumbres, religión, recursos y formas especificas en su organización social.

Sean nombrados pueblos indígenas o pueblos originarios, existe una máxima; son mexicanos, para ello también se ha difundido la riqueza de la que son poseedores y en el año 2003 se decretó la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación.

Respetable lector, los asuntos de la vida, la educación, la economía, la alimentación y el arraigo, son temas complejos, pero no difíciles de resolver, menos aun cuando el Estado y los Municipios trabajan de la mano para reducir estas dificultades que se presentan por varias razones, primeramente, la comunicación entre personas; gracias por sus valiosos comentarios.

Rector General del Centro Universitario UTEG

e-mail: joseroque@uteg.edu,mx




La Organización de la Naciones Unidas (ONU) estima que existen alrededor de 370 millones de indígenas en el mundo. En México, hay al menos 68 pueblos indígenas u originarios.

En general, los pueblos indígenas son sociedades y comunidades culturalmente diferentes. La tierra en la que viven y los recursos naturales de los que dependen están vinculados a su identidad, cultura y medios de subsistencia, asimismo a su bienestar físico y espiritual.

Sin embargo, solo una parte de estas tierras están reconocidas oficialmente como territorios indígenas por los Estados, ya sean territorios que tradicionalmente son propiedad de los pueblos indígenas o que poseen en virtud de derechos consuetudinarios.

Jalisco, por la riqueza de su tierra y su ubicación geográfica, tiene hondas raíces indigenistas, históricamente se sabe que la fundación de los Toltecas del llamado Reino de Jalisco (año 618 D.C.), es la primera administración conocida en esa zona, sus grupos étnicos son muy reducidos en población a diferencia de lo que se pueda pensar, resaltando que pocas personas indígenas conservan el idioma de sus antepasados.

A su vez, esas personas se dividían entre las culturas Huichol o Wixárikas, concentrados, principalmente, en Bolaños y Mezquitic extendiéndose también en Nayarit. Los Nahuas, descendientes de los mexicas, se concentran en la zona sur del Estado, en municipios como Cuautitlán de García Barragán, Tuxpan o Zapotitlán de Vadillo, siguen hablando su lengua de raíz, el náhuatl. Los Purépechas o Tarascos, aunque son originarios del estado de Michoacán, han establecido una importante comunidad en Jalisco, asentados principalmente en Guadalajara y Zapopan, su idioma, michoacano se ha ido perdiendo en la actualidad. Los Mixtecos son emigrantes de estados como Oaxaca o Puebla, su número es reducido se encuentran instalados principalmente en Guadalajara. Los Otomíes que residen en el Estado, provienen de otras zonas del país, su asentamiento inició en el sur de Jalisco principalmente en Tamazula de Gordiano, cabe señalar que, al mezclarse con los Nahuas, desapareció.

En las últimas décadas, el gobernador en turno, trabajando con las instituciones dedicadas a la atención de estos pueblos, han creado las condiciones para reconocerles sus derechos y obligaciones, en la conservación de sus tradiciones, su autonomía y estructura de gobierno, respetando sus asentamientos territoriales.

Además, en cumplimiento a las leyes respectivas, Jalisco ha visionado el futuro de estas comunidades creando fuentes de trabajo, principalmente rurales apoyando con proyectos para que en su dotación de tierras se dediquen a la siembra y el cultivo para ser autosuficientes en sus necesidades alimentarias y, así, no abandonen sus comunidades.

El detonante que más ocupa y preocupa al Estado y sus Municipios, es la educación, de tal forma que, de la mano de los representantes, consejos o gobernantes de estas comunidades, construyendo espacios cercanos, se formalizaron condiciones y términos para que tuvieran acceso a la escuela aprendiendo en su propia lengua con maestros preparados y capacitados, incluso, de su propio pueblo, para con ello, cumplir con las diferentes normativas para que las niñas, niños y adolescentes que pertenezcan a un grupo indígena tengan derecho de disfrutar libremente de su lengua, cultura, usos, costumbres, religión, recursos y formas especificas en su organización social.

Sean nombrados pueblos indígenas o pueblos originarios, existe una máxima; son mexicanos, para ello también se ha difundido la riqueza de la que son poseedores y en el año 2003 se decretó la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación.

Respetable lector, los asuntos de la vida, la educación, la economía, la alimentación y el arraigo, son temas complejos, pero no difíciles de resolver, menos aun cuando el Estado y los Municipios trabajan de la mano para reducir estas dificultades que se presentan por varias razones, primeramente, la comunicación entre personas; gracias por sus valiosos comentarios.

Rector General del Centro Universitario UTEG

e-mail: joseroque@uteg.edu,mx