/ jueves 17 de diciembre de 2020

GDL y la peligrosa motocicleta

De acuerdo a datos oficiales del INEGI, en Jalisco se han duplicado el número de muertes en accidentes viales donde intervienen motocicletas en los últimos 10 años. De hecho, de acuerdo a datos de esa institución y otros analistas de la siniestralidad de nuestras ciudades en México, “los motociclistas están dentro del grupo de usuarios más vulnerables en la vía pública, al igual que los peatones y ciclistas, se estima que alrededor de 600 millones de este grupo, mueren por accidentes de tránsito al año a nivel mundial, de acuerdo a la OMS”, afirmó Francisco Medina del Salón Internacional de la Bicicleta en nuestro país.

Las causas habituales de estos accidentes viales sons de sobra conocidas como el exceso de velocidad, la incapacidad para maniobrar, la infrestructura vial inadecuada y por supuesto el caos vial presente en las ciudades precisamente con el mayor índice de siniestros como Guanajuato, Jalisco y Nuevo León.

No obstante, el factor epidemiológico se hizo presente este 2020 en ciudades como Guadalajara al recurrir la población como defensa sanitaria mayormente al uso de la motocicleta para acceder al abasto de alimentos, medicinas y todo tipo de mensajería que se ha distinguido por el poco respeto a los reglamentos de vialidad. Este aspecto se puede notar constantemente cuando el motociclista de una de estas empresas recurrentemente circula a altas velocidades en carriles inapropiados o maniobrando con un alto nivel de peligro.

Sin embargo, es habitual observar conductores de motocicletas de bajo cilindraje y en funciones laborales sin portar el casco certificado que puede reducir hasta en un 40% el riesgo de muerte y un 70% el riesgo de lesiones graves. Por otra parte, el uso de la ropa apropiada para la protección puede disminuir la posibilidad de lesiones en un accidente de un 33 a un 55%, de acuerdo a parámetros de las asociaciones de usuarios de este accesible vehículo de transporte.

Lamentablemente el factor sociocultural y económico se acentúa al provenir de colonias marginales la mayoría de los usuarios de este vehículo de transporte. La gentrificación que ha llevado a los trabajadores y sus familias a migrar a sectores habitacionales de alta densidad hacia las orillas metropolitanas como las de Guadalajara, con una deficiente solución para el transporte colectivo, acentúa la vulnerabilidad de este mayoritario segmento poblacional que día a día debe trasladarse desde las regiones dormitorio hacia los diferentes centros laborales. A veces con una conectividad que sólo se logra vía carreteras de alta velocidad, viaductos como el periférico o avenidas de alta densidad vial y caos en el tráfico cotidiano como la Avenida López Mateos, Lázaro Cárdenas, Gobernador Curiel, González Gallo, Avenida Patria, Avenida Colón, 8 de Julio y la Calzada Independencia.

Por el contrario, algunos estados como Colima, Tabasco y Puebla han registrado una disminución considerable de accidentes entre usuarios de motocicletas, lo cual debe estar relacionado con una mayor inversión del recurso público en el desarrollo de una mejor cultura vial. Es decir, que en Jalisco y Guadalajara nos queda mucho por hacer en esa materia y en medio de una pandemia cuya contención implica salir lo menos de casa y por lo tanto ser proveídos en la misma, y en eso sin duda, el estado y la sociedad debería contar con los empresarios que otorgan ese tipo de servicios.

De acuerdo a datos oficiales del INEGI, en Jalisco se han duplicado el número de muertes en accidentes viales donde intervienen motocicletas en los últimos 10 años. De hecho, de acuerdo a datos de esa institución y otros analistas de la siniestralidad de nuestras ciudades en México, “los motociclistas están dentro del grupo de usuarios más vulnerables en la vía pública, al igual que los peatones y ciclistas, se estima que alrededor de 600 millones de este grupo, mueren por accidentes de tránsito al año a nivel mundial, de acuerdo a la OMS”, afirmó Francisco Medina del Salón Internacional de la Bicicleta en nuestro país.

Las causas habituales de estos accidentes viales sons de sobra conocidas como el exceso de velocidad, la incapacidad para maniobrar, la infrestructura vial inadecuada y por supuesto el caos vial presente en las ciudades precisamente con el mayor índice de siniestros como Guanajuato, Jalisco y Nuevo León.

No obstante, el factor epidemiológico se hizo presente este 2020 en ciudades como Guadalajara al recurrir la población como defensa sanitaria mayormente al uso de la motocicleta para acceder al abasto de alimentos, medicinas y todo tipo de mensajería que se ha distinguido por el poco respeto a los reglamentos de vialidad. Este aspecto se puede notar constantemente cuando el motociclista de una de estas empresas recurrentemente circula a altas velocidades en carriles inapropiados o maniobrando con un alto nivel de peligro.

Sin embargo, es habitual observar conductores de motocicletas de bajo cilindraje y en funciones laborales sin portar el casco certificado que puede reducir hasta en un 40% el riesgo de muerte y un 70% el riesgo de lesiones graves. Por otra parte, el uso de la ropa apropiada para la protección puede disminuir la posibilidad de lesiones en un accidente de un 33 a un 55%, de acuerdo a parámetros de las asociaciones de usuarios de este accesible vehículo de transporte.

Lamentablemente el factor sociocultural y económico se acentúa al provenir de colonias marginales la mayoría de los usuarios de este vehículo de transporte. La gentrificación que ha llevado a los trabajadores y sus familias a migrar a sectores habitacionales de alta densidad hacia las orillas metropolitanas como las de Guadalajara, con una deficiente solución para el transporte colectivo, acentúa la vulnerabilidad de este mayoritario segmento poblacional que día a día debe trasladarse desde las regiones dormitorio hacia los diferentes centros laborales. A veces con una conectividad que sólo se logra vía carreteras de alta velocidad, viaductos como el periférico o avenidas de alta densidad vial y caos en el tráfico cotidiano como la Avenida López Mateos, Lázaro Cárdenas, Gobernador Curiel, González Gallo, Avenida Patria, Avenida Colón, 8 de Julio y la Calzada Independencia.

Por el contrario, algunos estados como Colima, Tabasco y Puebla han registrado una disminución considerable de accidentes entre usuarios de motocicletas, lo cual debe estar relacionado con una mayor inversión del recurso público en el desarrollo de una mejor cultura vial. Es decir, que en Jalisco y Guadalajara nos queda mucho por hacer en esa materia y en medio de una pandemia cuya contención implica salir lo menos de casa y por lo tanto ser proveídos en la misma, y en eso sin duda, el estado y la sociedad debería contar con los empresarios que otorgan ese tipo de servicios.