En este año 2021 el aumento de letalidad en las carreteras mexicanas y las lesiones ocasionadas por los más de 19 mil casos que elevan al 34% el índice de accidentes en comparación con el año anterior 2020, lamentablemente se ha permeado a las zonas urbanas y en particular a las megalópolis como Guadalajara.
De hecho, el impacto generado por accidentes como el registrado hace apenas unos días en el cual perdieron la vida 3 jóvenes a manos del raudo desplazamiento de un pseudo piloto de automovilismo profesional de poca monta, es un ejemplo de lo que está sucediendo en la realidad concreta de las vialidades en el AMG donde no sólo los baches, las inundaciones, poca iluminación, la falta de puentes peatonales y la pésima semaforización son factores de alta peligrosidad. Ahora a todo ello hay que agregar la irresponsabilidad, la falta de educación vial y la impresionante ausencia de autoridades viales en las peligrosas calles del AMG empezando por las raudas avenidad de López Mateos Sur, Calzada Independencia, Periférico, Lázaro Cárdenas, Avenida Patria, Gobernador Curiel y algunas otras, donde abundan cruces de rememoranza de quienes han perdido la vida en estas fatales arterias.
Lo más llamativo de atención sobre estos trágicos eventos, es que han sido los más notables por el interés mediáticos, por ejemplo, del ya conocido por la terrible muerte de una pareja recien casada, embestida por la irresponsabilidad de un deportista alcoholizado y conduciendo un vehículo de lujo. O bien, el trágico incidente donde perdió la vida un joven observador de los invisibles, para las autoridades, arrancones en el poniente de Zapopan y en el polígono de “el bajío”.
Todos los anteriores concatenados con una cadena de factores siniestros como el déficit de puentes peatonales, la falta de semaforización, la inexistente señalética preventiva, pero sobre todo, la impresionante e inexplicable ausencia de policía vial.
Es decir, una ciudad convertida en tierra de nadie en materia de velocidad donde los más poderosos pueden alcanzar el recurso jurídico de la impunidad a partir de la invisibilidad pública de esos constantes accidentes viales o simplemente por el desinterés de los gobiernos estatal y municipales para controlar esta cadena de tragedias que siguen ofendiendo a todos en el AMG.
Reiteradamente en cada siniestro o accidente vial ha quedado clara la inexistencia de dispositivos de la policía de vialidad que funcionen. Por le contrario, lo común es no encontrar ni observar policías viales en disposición de controlar todos los focos de conflicto y alta peligrosidad en la vialidad del AMG donde se ha convertido en una región fértil para continuar haciendo negocio las aseguradoras de autos en lugar de priorizar la movilidad, el control de la velocidad y la protección de la vida humana.
Seguramente, las nuevas autoridades municipales deberán tomar en serio la urgente intervención para contener el trágico número de eventos que han marcado a cientos de familias y miles de padres, amigos, primos, hermanos o vecinos de esas personas, muchos jóvenes, niños y adultos mayores que han pagado con su vida, la insolencia en materia vial del estado de Jalisco y que nada tenían que ver con arrancones de “niños bien” o estuvieron en el lugar y momento equivocado de una de las peligrosas arterias de Guadalajara.
* Académico del CUAAD.
@CarlosOrozcoSa
