/ domingo 10 de noviembre de 2019

Extorsiones y secuestros

En días pasados nuestra comunidad universitaria fue víctima de otro ataque. Una de nuestras estudiantes de la Universidad de Guadalajara, recibió una llamada de intento de secuestro virtual, recibiendo ordenes e instrucciones de posibles extorsionadores y/o secuestradores. El evento se inicio en el municipio de Teocaltiche, y llevando a la joven estudiante a parar hasta el estado de Aguascalientes.

Es importante destacar que la Benemérita Universidad de Guadalajara, por medio de la Coordinación de Seguridad Universitaria, tan solo en lo que va del año, ha capacitado a mas de 75 mil personas con diversa información que tiene que ver con la prevención de delitos, cultura de denuncia, entre otras.

Con la finalidad de informar a la ciudadanía de qué es lo que debe hacer o no hacer en caso de un posible delito como es la extorsión o secuestro virtual, es que nos hemos dado la tarea elaborando las siguientes líneas.

La extorsión telefónica o secuestro virtual es un fraude que simula un secuestro o una venta de protección. Se ha vuelto común desde el año 2001 con el impulso masivo de los teléfonos celulares. Es posiblemente derivado del secuestro exprés, es básicamente una extorsión telefónica, se calcula que cada extorsionador hace un aproximado de siete mil llamadas al mes actualmente.

Al principio afectaba más a personas con familiares en el extranjeros o ausentes y su modalidad consistía en engañar al familiar identificándose con un policía, médico o agente aduanal pidiendo dinero para sacar de la cárcel, pagar una multa o tratamiento médico de la supuesta víctima. En muchos casos se conocía a las víctimas.

Surgieron modalidades mediante el uso de directorio telefónicos por delincuentes que hacen dichas llamadas desde los reclusorios usando celulares. La modalidad de secuestro exprés usa un lenguaje agresivo, a veces simulando la voz del supuesto secuestrado en el que se intenta obligar al pago de un rescate en unas pocas horas. Por lo general los delincuentes dentro de las cárceles tienen ayuda del exterior para completar el fraude.

Otra modalidad. La llamada la hace una persona que elige al azar al interlocutor. En forma imperiosa y simulando llanto y desesperación, la persona se hace pasar, por ejemplo, por un hijo que se encuentra en otro lado. Entonces la persona empieza a entablar conversación con supuestamente ese familiar y sigue todos las instrucciones que el delincuente decide, le manda el dinero a donde el delincuente indica. Si el delincuente es hábil esto se hace en no más de 10 minutos. Lo primero que se hace luego de llamar al hijo por teléfono y ahí es cuando se dan cuenta de la extorsión.

Todo empieza cuando una persona extorsiona a la otra diciéndole que tiene a unos de sus familiares cercanos secuestrado o hurtado. Pero en realidad tienen muy cuidada a toda su familia y a veces amenaza con matarlos o hacerles daño si no dan cierta cantidad de dinero. y también donde les prohíben dar parte a las autoridades.

El otro es el fraude telefónico donde según te informan que has ganado dinero un auto o cualquier cosa de valor diciéndote que debes depositar dinero a una cuenta y en cuestión de horas llega tu premio y no es cierto solo es para que les des dinero.

Se recomienda realizar la denuncia a la Policía y no aportar información a los presuntos secuestradores.

No brinde ningún dato o información a la persona que lo está llamando, de ningún tema y menos sobre familiares que estuvieran ausentes en ese momento. Pida un teléfono de contacto de la presunta empresa desde la cual le están llamando para poder chequear la información.

Esté atento ya que, generalmente, estas personas se hacen pasar por policías, inspectores municipales o médicos.

Si el llamado procede desde un teléfono público ubicado en la cárcel, esta circunstancia le será informada por un mensaje automático previo. Rechace la comunicación si no tiene personas conocidas alojadas en establecimientos penitenciarios.

No llene cupones con datos telefónicos a desconocidos: ya sea en comercios, cines, boliches o en la calle.

No agendar en los celulares números con la palabra "mami" o "papi". Ponga nombres y evitará problemas en caso de que extravíe o le roben el celular.

Si recibe un llamado extorsivo:

Corte la llamada: tenga presente que en caso de accidentes la Policía informa personalmente.

Mantenga la calma y comuníquese rápidamente al 911 (emergencia policial) dando cuenta de los pormenores del hecho. Personal policial le puede ofrecer asesoramiento y contención adecuada.

Contáctese con el familiar que no está en la casa y que supuestamente está "secuestrado".

jimenezabogado@gmail.com

En días pasados nuestra comunidad universitaria fue víctima de otro ataque. Una de nuestras estudiantes de la Universidad de Guadalajara, recibió una llamada de intento de secuestro virtual, recibiendo ordenes e instrucciones de posibles extorsionadores y/o secuestradores. El evento se inicio en el municipio de Teocaltiche, y llevando a la joven estudiante a parar hasta el estado de Aguascalientes.

Es importante destacar que la Benemérita Universidad de Guadalajara, por medio de la Coordinación de Seguridad Universitaria, tan solo en lo que va del año, ha capacitado a mas de 75 mil personas con diversa información que tiene que ver con la prevención de delitos, cultura de denuncia, entre otras.

Con la finalidad de informar a la ciudadanía de qué es lo que debe hacer o no hacer en caso de un posible delito como es la extorsión o secuestro virtual, es que nos hemos dado la tarea elaborando las siguientes líneas.

La extorsión telefónica o secuestro virtual es un fraude que simula un secuestro o una venta de protección. Se ha vuelto común desde el año 2001 con el impulso masivo de los teléfonos celulares. Es posiblemente derivado del secuestro exprés, es básicamente una extorsión telefónica, se calcula que cada extorsionador hace un aproximado de siete mil llamadas al mes actualmente.

Al principio afectaba más a personas con familiares en el extranjeros o ausentes y su modalidad consistía en engañar al familiar identificándose con un policía, médico o agente aduanal pidiendo dinero para sacar de la cárcel, pagar una multa o tratamiento médico de la supuesta víctima. En muchos casos se conocía a las víctimas.

Surgieron modalidades mediante el uso de directorio telefónicos por delincuentes que hacen dichas llamadas desde los reclusorios usando celulares. La modalidad de secuestro exprés usa un lenguaje agresivo, a veces simulando la voz del supuesto secuestrado en el que se intenta obligar al pago de un rescate en unas pocas horas. Por lo general los delincuentes dentro de las cárceles tienen ayuda del exterior para completar el fraude.

Otra modalidad. La llamada la hace una persona que elige al azar al interlocutor. En forma imperiosa y simulando llanto y desesperación, la persona se hace pasar, por ejemplo, por un hijo que se encuentra en otro lado. Entonces la persona empieza a entablar conversación con supuestamente ese familiar y sigue todos las instrucciones que el delincuente decide, le manda el dinero a donde el delincuente indica. Si el delincuente es hábil esto se hace en no más de 10 minutos. Lo primero que se hace luego de llamar al hijo por teléfono y ahí es cuando se dan cuenta de la extorsión.

Todo empieza cuando una persona extorsiona a la otra diciéndole que tiene a unos de sus familiares cercanos secuestrado o hurtado. Pero en realidad tienen muy cuidada a toda su familia y a veces amenaza con matarlos o hacerles daño si no dan cierta cantidad de dinero. y también donde les prohíben dar parte a las autoridades.

El otro es el fraude telefónico donde según te informan que has ganado dinero un auto o cualquier cosa de valor diciéndote que debes depositar dinero a una cuenta y en cuestión de horas llega tu premio y no es cierto solo es para que les des dinero.

Se recomienda realizar la denuncia a la Policía y no aportar información a los presuntos secuestradores.

No brinde ningún dato o información a la persona que lo está llamando, de ningún tema y menos sobre familiares que estuvieran ausentes en ese momento. Pida un teléfono de contacto de la presunta empresa desde la cual le están llamando para poder chequear la información.

Esté atento ya que, generalmente, estas personas se hacen pasar por policías, inspectores municipales o médicos.

Si el llamado procede desde un teléfono público ubicado en la cárcel, esta circunstancia le será informada por un mensaje automático previo. Rechace la comunicación si no tiene personas conocidas alojadas en establecimientos penitenciarios.

No llene cupones con datos telefónicos a desconocidos: ya sea en comercios, cines, boliches o en la calle.

No agendar en los celulares números con la palabra "mami" o "papi". Ponga nombres y evitará problemas en caso de que extravíe o le roben el celular.

Si recibe un llamado extorsivo:

Corte la llamada: tenga presente que en caso de accidentes la Policía informa personalmente.

Mantenga la calma y comuníquese rápidamente al 911 (emergencia policial) dando cuenta de los pormenores del hecho. Personal policial le puede ofrecer asesoramiento y contención adecuada.

Contáctese con el familiar que no está en la casa y que supuestamente está "secuestrado".

jimenezabogado@gmail.com

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