/ martes 24 de abril de 2018

Expresión ciudadana / Lo redimible y lo delusorio del debate presidencial

Víctor M. De La Cruz Ruvalcaba

El pasado domingo se efectuó el primer debate organizado por el INE en donde participaron los candidatos a presidentes de la república mexicana, este primer ejercicio democrático aportó información aceptable de la visión de cada uno de ellos para liderar el país en la próxima administración de seis años, los primeros temas a analizar fueron la seguridad pública, la corrupción y los grupos vulnerables.

Los candidatos exhibieron sus fortalezas y sus debilidades para afrontar los conceptos que más preocupan y demandan los mexicanos, aunque fue un acto saludable fue incompleto, sobre todo para todos aquellos que esperábamos propuestas más estructuradas con viabilidad de efectividad, que garantizaran resolver la crisis que estamos padeciendo en casi todo el territorio mexicano.

Particularmente en este momento en el que se ha definido como uno de los más caóticos en los temas de inseguridad y corrupción, las propuestas que ofrecieron los participantes del debate, también nos mostraron que sus asesores se están quedando cortos para estudiar y afrontar estos temas tan vitales para el desarrollo armónico y eficiente de la nación.

Lo rescatable fue que José Antonio Meade, expuso varias medidas que son muy interesantes si realmente se llevaran a la práctica, el primero es el de eliminar el fuero a todos los funcionarios públicos, el segundo sería el otorgarle una total y absoluta independencia a los ministerios públicos que se encargarían de la procuración de justicia, el tercero es cuadruplicar a los funcionarios que se encargarían de realizar las investigaciones de los delitos y el cuarto es el de identificar y confiscar los recursos económicos de los individuos que se dediquen a delinquir.

De realizarlo generaría un enorme beneficio para todos los ciudadanos, primero porque ya no habría fuero que protegiera a los funcionarios desleales a la sociedad lo que implicaría que serían juzgados igual que el resto de los ciudadanos cuando cometan cualquier acto ilícito, al ser independientes los agentes del ministerio funcionarían mucho mejor, porque eso les daría la libertad para investigar a todos los miembros de la sociedad sin importar la actividad que desempeñen, al cuadruplicar el número de investigadores oficiales habría más profesionales dedicados a obtener los indicios u las evidencias para acusar y fortalecer las imputaciones en contra de las personas que no observen o respeten la ley, y por último el confiscar los recursos financieros de los grupos criminales les restaría el enorme poder que tienen para corromper a los funcionarios públicos y a los ciudadanos en general.

Estas medidas serían exitosas en el mejoramiento de la seguridad pública y en el combate a la corrupción si se lograran aplicar, también sería interesante que se implementara un plan estratégico con objetivos y fechas para su realización y que en este programa se incluyera una depuración objetiva y detallada de los policías, municipales, estatales y federales, de los policías investigadores de los estados y la federación y un análisis pulcro de los juzgadores del fuero común y de los que integran la federación, en el entendido de aquellos que no reúnan los perfiles de honestidad, imparcialidad y capacidad profesional no deberían de continuar en esa trascendente labor, todo lo anterior vigilado siempre por un consejo social integrado sólo por representantes de la sociedad.

Ricardo Anaya también propuso aspectos interesantes, como el de impulsar la independencia de la fiscalía general de la República, el sugerir un fiscal autónomo contra la corrupción, el señalar que no sólo se deben descabezar a los grupos de la delincuencia sino verdaderamente desmantelarlos y al afirmar que combatiría con energía y con toda la fuerza del Estado a los que se aparten de la ley o lastimen a la sociedad o los recursos que generamos los mexicanos con nuestros impuestos.

La participación de Andrés Manuel López Obrador francamente fue decepcionante, contestó muy pocos de los cuestionamientos que le hicieron los otros candidatos, no propuso más que la amnistía y ratificó que él está dispuesto a hacer lo que sea para conseguir el poder y posteriormente implementar su estrategia de gobierno, en la que propone designar al fiscal nacional de la forma tradicional, es decir él lo definiría a través de proponer una terna.

Margarita Zavala hizo una presentación razonable representando al sector femenino pero con pocas propuestas concretas, sólo definió que combatiría el crimen con rigor, pero algo poco valorado pero loable fue la renuncia de su parte y de Jaime el otro candidato independiente a usar los recursos el INE para su campaña.

Jaime Rodríguez “El Bronco” fue bastante efectivo en su presentación, porque logró generar polémica y presencia con sus planteamientos, pero además se vio bastante asertivo con sus cuestionamientos a los demás participantes del debate y defendió la sugerencia de que los titulares de las procuradurías o fiscalías de justicia y la de combate a la corrupción sean totalmente autónomas y designadas por consejos integrados por la sociedad.


twitter; @Xpresioncd

Víctor M. De La Cruz Ruvalcaba

El pasado domingo se efectuó el primer debate organizado por el INE en donde participaron los candidatos a presidentes de la república mexicana, este primer ejercicio democrático aportó información aceptable de la visión de cada uno de ellos para liderar el país en la próxima administración de seis años, los primeros temas a analizar fueron la seguridad pública, la corrupción y los grupos vulnerables.

Los candidatos exhibieron sus fortalezas y sus debilidades para afrontar los conceptos que más preocupan y demandan los mexicanos, aunque fue un acto saludable fue incompleto, sobre todo para todos aquellos que esperábamos propuestas más estructuradas con viabilidad de efectividad, que garantizaran resolver la crisis que estamos padeciendo en casi todo el territorio mexicano.

Particularmente en este momento en el que se ha definido como uno de los más caóticos en los temas de inseguridad y corrupción, las propuestas que ofrecieron los participantes del debate, también nos mostraron que sus asesores se están quedando cortos para estudiar y afrontar estos temas tan vitales para el desarrollo armónico y eficiente de la nación.

Lo rescatable fue que José Antonio Meade, expuso varias medidas que son muy interesantes si realmente se llevaran a la práctica, el primero es el de eliminar el fuero a todos los funcionarios públicos, el segundo sería el otorgarle una total y absoluta independencia a los ministerios públicos que se encargarían de la procuración de justicia, el tercero es cuadruplicar a los funcionarios que se encargarían de realizar las investigaciones de los delitos y el cuarto es el de identificar y confiscar los recursos económicos de los individuos que se dediquen a delinquir.

De realizarlo generaría un enorme beneficio para todos los ciudadanos, primero porque ya no habría fuero que protegiera a los funcionarios desleales a la sociedad lo que implicaría que serían juzgados igual que el resto de los ciudadanos cuando cometan cualquier acto ilícito, al ser independientes los agentes del ministerio funcionarían mucho mejor, porque eso les daría la libertad para investigar a todos los miembros de la sociedad sin importar la actividad que desempeñen, al cuadruplicar el número de investigadores oficiales habría más profesionales dedicados a obtener los indicios u las evidencias para acusar y fortalecer las imputaciones en contra de las personas que no observen o respeten la ley, y por último el confiscar los recursos financieros de los grupos criminales les restaría el enorme poder que tienen para corromper a los funcionarios públicos y a los ciudadanos en general.

Estas medidas serían exitosas en el mejoramiento de la seguridad pública y en el combate a la corrupción si se lograran aplicar, también sería interesante que se implementara un plan estratégico con objetivos y fechas para su realización y que en este programa se incluyera una depuración objetiva y detallada de los policías, municipales, estatales y federales, de los policías investigadores de los estados y la federación y un análisis pulcro de los juzgadores del fuero común y de los que integran la federación, en el entendido de aquellos que no reúnan los perfiles de honestidad, imparcialidad y capacidad profesional no deberían de continuar en esa trascendente labor, todo lo anterior vigilado siempre por un consejo social integrado sólo por representantes de la sociedad.

Ricardo Anaya también propuso aspectos interesantes, como el de impulsar la independencia de la fiscalía general de la República, el sugerir un fiscal autónomo contra la corrupción, el señalar que no sólo se deben descabezar a los grupos de la delincuencia sino verdaderamente desmantelarlos y al afirmar que combatiría con energía y con toda la fuerza del Estado a los que se aparten de la ley o lastimen a la sociedad o los recursos que generamos los mexicanos con nuestros impuestos.

La participación de Andrés Manuel López Obrador francamente fue decepcionante, contestó muy pocos de los cuestionamientos que le hicieron los otros candidatos, no propuso más que la amnistía y ratificó que él está dispuesto a hacer lo que sea para conseguir el poder y posteriormente implementar su estrategia de gobierno, en la que propone designar al fiscal nacional de la forma tradicional, es decir él lo definiría a través de proponer una terna.

Margarita Zavala hizo una presentación razonable representando al sector femenino pero con pocas propuestas concretas, sólo definió que combatiría el crimen con rigor, pero algo poco valorado pero loable fue la renuncia de su parte y de Jaime el otro candidato independiente a usar los recursos el INE para su campaña.

Jaime Rodríguez “El Bronco” fue bastante efectivo en su presentación, porque logró generar polémica y presencia con sus planteamientos, pero además se vio bastante asertivo con sus cuestionamientos a los demás participantes del debate y defendió la sugerencia de que los titulares de las procuradurías o fiscalías de justicia y la de combate a la corrupción sean totalmente autónomas y designadas por consejos integrados por la sociedad.


twitter; @Xpresioncd

ÚLTIMASCOLUMNAS