La semana pasada, los futuros funcionarios de la próxima administración federal, anunciaron su propuesta para pacificar el país a través del Plan Nacional de Paz y Seguridad, que tendrá vigencia durante el sexenio 2018-2024, con este nuevo proyecto se pretende “que las familias de México recuperen la tranquilidad y confianza en las instituciones” y también “garantizar la paz y mejorar la vida de cada uno de los mexicanos”.
La propuesta que se presento tiene Ocho Ejes realmente interesantes, el Primero, consistiría en erradicar la corrupción y reactivar la procuración de justicia; Es decir se intentará eliminar fueros, paraísos fiscales y monitorear en tiempo real las adquisiciones de Gobierno, así mismo, las declaraciones patrimoniales y de impuestos de los funcionarios serían obligatorias, además, se buscaría la tipificación de la corrupción como delito grave; eliminar el fuero; y debilitar o colapsar las finanzas del crimen organizado y reducir el lavado de dinero.
El segundo, persigue garantizar empleo, educación y salud, a través de programas de desarrollo y bienestar para reducir la pobreza y la marginación.
El tercer punto, quiere garantizar el respeto y la promoción de los derechos humanos, se advierte que no se permitirá la represión ni tortura, y que se investigarán todas las denuncias de violación a los derechos humanos, así como, tipificar, con sanción definida, los incumplimientos de las recomendaciones hechas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y por las Comisiones Estatales.
El cuarto eje, aspira a regenerar la ética de la sociedad a través de una constitución moral para mejorar la relación en lo individual y colectivo. Además de prometer un gobierno austero honesto, incluyente y respetuoso de las libertades.
El quinto punto, procura reformular el combate a las drogas, y reorientar los recursos para aplicarlos en la reinserción y desintoxicación.
El sexto eje, busca emprender la construcción de la paz aumentando modelos de justicia que garanticen los derechos de las víctimas con base en cuatro vertientes de justicia transicional: verdad, justicia, reparación del daño, y garantía de no repetición de los crímenes.
A la vez, se impulsarían leyes que contribuyan a poner fin a las confrontaciones armadas y posibilitar los procesos de desarme del crimen organizado, se incluirían leyes especiales que puedan brindar reducción de penas a infractores y amnistía a miembros de grupos criminales, siempre y cuando las víctimas acepten otorgar su perdón.
Con el séptimo punto, se intentará recuperar el control de las cárceles y su dignificación, así como la implementación de planes para la reinserción social, al mismo tiempo se buscará separar a los imputados de los sentenciados y garantizar que la cárcel no sea un doble castigo para las mujeres.
En el octavo y último eje, se busca constituir una guardia nacional para la prevención del delito, preservación de la seguridad y el combate a la delincuencia. Esta guardia estará formada por elementos de las policías, militares y oficiales navales. Además se busca convocar a civiles para que se integren y reciban formación y adiestramiento con nuevas prácticas que incluyen la enseñanza de procedimientos policiales, derecho penal, derechos humanos, perspectiva de género, primeros auxilios, protección civil y actualización de la tecnología para mejorar su desempeño.
Asimismo se proyectan coordinaciones a nivel nacional, estatal y regional, en las que se pretende sumar asociaciones civiles u organismos ciudadanos para revisar los resultados, en suma, se busca que la guardia nacional se encargue de la prevención del delito, de la seguridad pública, y del combate a la delincuencia en todo el país.
Si estas proyecciones se llegaran a cumplir, estaríamos disfrutando de una nueva era de paz y desarrollo en nuestro país, por lo que no tengo ninguna duda, de que la mayoría de los ciudadanos apoyaríamos este nuevo modelo de seguridad, en busca de alcanzar el bienestar que anhelamos todos los mexicanos.
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