/ sábado 31 de agosto de 2019

Esperándolos con amor

Nosotros queremos que los busquen en vida, porque en vida nos los arrebataron, porque en vida se los llevaron y es también como los tienen que entregar

Érika, mamá de un chico desaparecido


En Jalisco, durante el último año se ha acrecentado el índice de violencia y las desapariciones de persona son el pan de cada día, seguramente usted lector, conoce a alguien o sabe de un caso cercano donde tienen a un familiar desaparecido. Esta problemática que no conoce de estratos socioeconómicos, ni actividades laborales, posicionó a nuestro estado en el tercer lugar a nivel nacional, dentro del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y Extraviadas (RNPED) con tres mil 388 personas desaparecidas, sin embargo en marzo pasado, el Gobierno de Jalisco actualizó las cifras, y estos casos suben a siete mil 504.

Con esto, nuestro estado se posicionaría en primer lugar a nivel nacional en desapariciones, por arriba de entidades como Tamaulipas y el Estado de México. Sin embargo, en el marco del Día Internacional contra la Desaparición Forzada (30 de agosto), el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD) dio a conocer que tan sólo en lo que va del 2019, se desconoce el paradero de tres mil 579 personas, es decir que en promedio 14 personas desaparecen diariamente en nuestro estado; si seguimos con las cuentas, tenemos como resultado a más de ocho mil familias que esperan de vuelta a un integrante.

Según la Comisión Mexicana para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, las afectaciones que una desaparición provoca en la familia, van desde el ámbito privado hasta el comunitario, producto de la incertidumbre constante ante la falta de respuesta por parte de las autoridades, se convierte en eje dinamizador de sus proyectos de vida, encontrar a su ser querido, lo que genera un cambio en las dinámicas cotidianas de cada miembro y por ende de quienes les rodean, generando un desgaste en el tejido social.

Paralelo a garantizar la seguridad de las personas, en el caso de las desapariciones, el Estado debe trabajar en que la búsqueda de desaparecidos sea a partir de las garantías de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición. En este sentido, es vital cumplir y garantizar a las familias, la búsqueda de su integrante; que exista transparencia en los procesos de recopilación de datos, hallazgo y todos los indicios que vayan apareciendo durante el proceso; que las autoridades no maquillen cifras y exista impunidad ante los casos, como anteriormente se hacía para tapar la problemática; y finalmente, trabajar en conjunto como sociedad y gobierno, para generar condiciones de Seguridad Ciudadana, (de la cual hablaremos en la siguiente entrega).

Es urgente hacerlo por el bien de nuestro estado y su gente, mañana esas familias que buscan, podrían ser las nuestras. No debemos ser indiferentes ante el clamor de una madre que pide a gritos el regreso de su hijo vivo, a quien espera con tanto amor.

*Coordinador de Análisis y Comunicación del PAN Jalisco


Nosotros queremos que los busquen en vida, porque en vida nos los arrebataron, porque en vida se los llevaron y es también como los tienen que entregar

Érika, mamá de un chico desaparecido


En Jalisco, durante el último año se ha acrecentado el índice de violencia y las desapariciones de persona son el pan de cada día, seguramente usted lector, conoce a alguien o sabe de un caso cercano donde tienen a un familiar desaparecido. Esta problemática que no conoce de estratos socioeconómicos, ni actividades laborales, posicionó a nuestro estado en el tercer lugar a nivel nacional, dentro del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y Extraviadas (RNPED) con tres mil 388 personas desaparecidas, sin embargo en marzo pasado, el Gobierno de Jalisco actualizó las cifras, y estos casos suben a siete mil 504.

Con esto, nuestro estado se posicionaría en primer lugar a nivel nacional en desapariciones, por arriba de entidades como Tamaulipas y el Estado de México. Sin embargo, en el marco del Día Internacional contra la Desaparición Forzada (30 de agosto), el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD) dio a conocer que tan sólo en lo que va del 2019, se desconoce el paradero de tres mil 579 personas, es decir que en promedio 14 personas desaparecen diariamente en nuestro estado; si seguimos con las cuentas, tenemos como resultado a más de ocho mil familias que esperan de vuelta a un integrante.

Según la Comisión Mexicana para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, las afectaciones que una desaparición provoca en la familia, van desde el ámbito privado hasta el comunitario, producto de la incertidumbre constante ante la falta de respuesta por parte de las autoridades, se convierte en eje dinamizador de sus proyectos de vida, encontrar a su ser querido, lo que genera un cambio en las dinámicas cotidianas de cada miembro y por ende de quienes les rodean, generando un desgaste en el tejido social.

Paralelo a garantizar la seguridad de las personas, en el caso de las desapariciones, el Estado debe trabajar en que la búsqueda de desaparecidos sea a partir de las garantías de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición. En este sentido, es vital cumplir y garantizar a las familias, la búsqueda de su integrante; que exista transparencia en los procesos de recopilación de datos, hallazgo y todos los indicios que vayan apareciendo durante el proceso; que las autoridades no maquillen cifras y exista impunidad ante los casos, como anteriormente se hacía para tapar la problemática; y finalmente, trabajar en conjunto como sociedad y gobierno, para generar condiciones de Seguridad Ciudadana, (de la cual hablaremos en la siguiente entrega).

Es urgente hacerlo por el bien de nuestro estado y su gente, mañana esas familias que buscan, podrían ser las nuestras. No debemos ser indiferentes ante el clamor de una madre que pide a gritos el regreso de su hijo vivo, a quien espera con tanto amor.

*Coordinador de Análisis y Comunicación del PAN Jalisco