/ domingo 14 de octubre de 2018

Entorno / Texcoco y Santa Lucía

En épocas antiguas como en épocas de modernidad, las vías de comunicación terrestres, marítimas y aéreas, han sido fundamentales en el desarrollo del comercio; en los pueblos mesoamericanos la comunicación terrestre era fluida, y Moctezuma podía comer pescado fresco traído de Veracruz.

Con la conquista y el desarrollo de las ciudades en la Nueva España, el comercio tuvo una actividad importante, desde la producción minera hasta el desarrollo del campo y la ganadería, se construyeron los caminos reales ordenados por el Rey de España, donde vemos hasta el momento que en el Estado de Jalisco todavía damos cuenta del Camino Real de Colima que recorría hacia el sur de la ciudad de Guadalajara hasta llegar al Puerto de Manzanillo, o bien los caminos donde se desarrollo el comercio hacia el norte de la ciudad de Guadalajara, en lo que se conoce como la Barranca de Huentitán llegando hasta el estado de Zacatecas o al estado de Guanajuato, la importancia de los caminos crearon las rutas comerciales en ese territorio nacional, desde México hasta Ensenada, desde Quintana Roo hasta Tamaulipas, así los puertos del Océano Pacífico como Manzanillo y Acapulco hasta los puertos del Océano Atlántico, donde se construyó el más antiguo de los puertos conocido como el “Puerto de Veracruz”, o como lo llamaban los españoles “Villa Rica de la Vera Cruz”, rutas comerciales marítimas y terrestres, primero jaladas por caballos, bueyes y mulas, hasta el invento del ferrocarril, el mismo se desarrolló en el gobierno de Porfirio Díaz, posteriormente la innovación del motor y la gasolina y con ello la construcción de caminos y puentes federales, conocidos como las carreteras y posteriormente las autopistas, estas últimas tuvieron su desarrollo en el mercado en el gobierno presidencial de Carlos Salinas de Gortari, en su programa de Solidaridad, así el hombre con capacidades para la invención descubre la aeronáutica, primero con fines militares y posteriormente con fines de transporte de carga comercial y humana, de allí el rompimiento de la velocidad de la carretera al espacio aéreo, así como la generación del mercado en la construcción de los aeropuertos, donde estaba su pista de aterrizaje en Guadalajara en una población conocida como “Las Juntas”, en Tlaquepaque, posteriormente la construcción del aeropuerto Miguel Hidalgo en la carretera Chapala, el cual es insuficiente ante el tráfico aéreo que dificulta los aterrizajes que son programados a diario en la torre de control.

El tráfico aéreo es cada día más complicado, tanto en la tierra como en el aire, donde llegan y salen los aviones a diferentes destinos, nacionales o internacionales, así tenemos el aeropuerto de la Ciudad de México que desde el gobierno del presidente Fox, trató de construir un nuevo aeropuerto en el Estado de México, que los lugareños de Texcoco, con machete en mano hicieron que la obra de construcción diera marcha atrás, siguió el gobierno del presidente Felipe Calderón y no se volvió a tomar el tema de la construcción del nuevo aeropuerto del centro de la República, el actual presidente Enrique Peña Nieto, retomó el tema ya tarde, dentro de su periodo de gobierno presidencial, las obras se comenzaron a realizar, los estudios técnicos y científicos demostraron la viabilidad del aeropuerto en la población de Texcoco, la licitación por parte del gobierno federal, se abrió al mercado de obra, pero el mismo se politizó hasta llegar a ser compromiso de campaña, tanto del entonces candidato López Obrador, que siempre manifestó el estar en contra para la realización del aeropuerto como de José Antonio Meade que estuvo a favor del aeropuerto, se dice que hasta el momento hay una inversión de cien mil millones de pesos, y donde se necesitan para seguir con el proyecto de obra la cantidad de ochenta y ocho mil millones de pesos.

Ante ello el presidente electo, sin facultades constitucionales ha mostrado su rechazo para la construcción del aeropuerto de Texcoco, para inclinarse por la base aérea de Santa Lucía, y establecer una encuesta como instrumento para decidir el futuro del tráfico aéreo y la inversión por diferentes empresarios, está el dilema de cancelar o continuar la obra del aeropuerto de Texcoco.


* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.


Correo: antonio_dejesus@hotmail.com

Twitter: @mendozaAntonio

En épocas antiguas como en épocas de modernidad, las vías de comunicación terrestres, marítimas y aéreas, han sido fundamentales en el desarrollo del comercio; en los pueblos mesoamericanos la comunicación terrestre era fluida, y Moctezuma podía comer pescado fresco traído de Veracruz.

Con la conquista y el desarrollo de las ciudades en la Nueva España, el comercio tuvo una actividad importante, desde la producción minera hasta el desarrollo del campo y la ganadería, se construyeron los caminos reales ordenados por el Rey de España, donde vemos hasta el momento que en el Estado de Jalisco todavía damos cuenta del Camino Real de Colima que recorría hacia el sur de la ciudad de Guadalajara hasta llegar al Puerto de Manzanillo, o bien los caminos donde se desarrollo el comercio hacia el norte de la ciudad de Guadalajara, en lo que se conoce como la Barranca de Huentitán llegando hasta el estado de Zacatecas o al estado de Guanajuato, la importancia de los caminos crearon las rutas comerciales en ese territorio nacional, desde México hasta Ensenada, desde Quintana Roo hasta Tamaulipas, así los puertos del Océano Pacífico como Manzanillo y Acapulco hasta los puertos del Océano Atlántico, donde se construyó el más antiguo de los puertos conocido como el “Puerto de Veracruz”, o como lo llamaban los españoles “Villa Rica de la Vera Cruz”, rutas comerciales marítimas y terrestres, primero jaladas por caballos, bueyes y mulas, hasta el invento del ferrocarril, el mismo se desarrolló en el gobierno de Porfirio Díaz, posteriormente la innovación del motor y la gasolina y con ello la construcción de caminos y puentes federales, conocidos como las carreteras y posteriormente las autopistas, estas últimas tuvieron su desarrollo en el mercado en el gobierno presidencial de Carlos Salinas de Gortari, en su programa de Solidaridad, así el hombre con capacidades para la invención descubre la aeronáutica, primero con fines militares y posteriormente con fines de transporte de carga comercial y humana, de allí el rompimiento de la velocidad de la carretera al espacio aéreo, así como la generación del mercado en la construcción de los aeropuertos, donde estaba su pista de aterrizaje en Guadalajara en una población conocida como “Las Juntas”, en Tlaquepaque, posteriormente la construcción del aeropuerto Miguel Hidalgo en la carretera Chapala, el cual es insuficiente ante el tráfico aéreo que dificulta los aterrizajes que son programados a diario en la torre de control.

El tráfico aéreo es cada día más complicado, tanto en la tierra como en el aire, donde llegan y salen los aviones a diferentes destinos, nacionales o internacionales, así tenemos el aeropuerto de la Ciudad de México que desde el gobierno del presidente Fox, trató de construir un nuevo aeropuerto en el Estado de México, que los lugareños de Texcoco, con machete en mano hicieron que la obra de construcción diera marcha atrás, siguió el gobierno del presidente Felipe Calderón y no se volvió a tomar el tema de la construcción del nuevo aeropuerto del centro de la República, el actual presidente Enrique Peña Nieto, retomó el tema ya tarde, dentro de su periodo de gobierno presidencial, las obras se comenzaron a realizar, los estudios técnicos y científicos demostraron la viabilidad del aeropuerto en la población de Texcoco, la licitación por parte del gobierno federal, se abrió al mercado de obra, pero el mismo se politizó hasta llegar a ser compromiso de campaña, tanto del entonces candidato López Obrador, que siempre manifestó el estar en contra para la realización del aeropuerto como de José Antonio Meade que estuvo a favor del aeropuerto, se dice que hasta el momento hay una inversión de cien mil millones de pesos, y donde se necesitan para seguir con el proyecto de obra la cantidad de ochenta y ocho mil millones de pesos.

Ante ello el presidente electo, sin facultades constitucionales ha mostrado su rechazo para la construcción del aeropuerto de Texcoco, para inclinarse por la base aérea de Santa Lucía, y establecer una encuesta como instrumento para decidir el futuro del tráfico aéreo y la inversión por diferentes empresarios, está el dilema de cancelar o continuar la obra del aeropuerto de Texcoco.


* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.


Correo: antonio_dejesus@hotmail.com

Twitter: @mendozaAntonio