/ domingo 29 de julio de 2018

Entorno / La lengua castellana

Actualmente la gramática española se encuentra dormida, ya que el estructuralismo lingüístico en su avanzada de análisis ha desplazado a la analogía, la prosodia, la sintaxis y a la ortografía.

Nuestros niños y adolescentes en educación básica desde primaria y secundaria no dominan la gramática y mucho menos saben expresarse en su lengua materna que como idioma oficial es el español o anteriormente llamado castellano, donde es difícil establecer un diálogo oral y escrito, ya que el idioma español duerme entre los libros, donde éstos no se abren y permanecen cerrados en las bibliotecas escolares y en sus libros cotidianos, es importante rescatar dentro de la enseñanza de educación básica la gramática española, ya que un idioma sin gramática no es lengua, ni mucho menos diálogo.

El lenguaje es un medio fundamental que establece el análisis de nuestros pensamientos a través de la comunicación; cada día disminuimos en el hacer y en el hablar en la lengua española, es decir hemos perdido la capacidad de comunicarnos a través de la palabra escrita y la palabra oral. La pluma y el papel comienzan a ser desplazados por los teclados de la computadora, donde los gráficos de las letras se dan a través del diseño de la computación y no de la escritura, y así la mayoría de la información la localizamos a través de la navegación en el espacio, descuidando la lectura como un elemento fundamental dentro del manejo de las fuentes de información en los procesos de sistematización para llegar a realizar la investigación en la escuela y en la ciencia, por lo que en educación básica se debe de establecer el enriquecimiento de un lenguaje natural que con las palabras que se articulan podamos comunicar nuestros sentimientos y nuestras necesidades, así como en cada palabra realizar los movimientos corporales a través de la modulación de la voz.

El español debe de fortalecerse y enriquecerse a través de la lectura, debe de hablarse y pronunciarse a través de la dicción, donde la prosodia es fundamental en este proceso de la enseñanza del idioma, y el análisis para hacer del pensamiento el proceso de reflexión que se comunica con la voz y se crea con la imaginación, para llegar a la expresión de las ideas.

Asimismo, la analogía establece la capacidad de reflexionar a través de la voz y la escritura la palabra que se comunica, donde la sintaxis organiza todo proceso de frases y oraciones, sin descuidar la ortografía que da belleza a la letra escrita.

Recuerdo la obra del Quijote escrita por Miguel de Cervantes, el hombre que inmortalizó el castellano y quien en su libro escribía, el valor de lo caballeresco, donde se descubre siempre detrás de los objetivos propuestos la obra de arte en su esencia y conexiones inteligibles en el idioma castellano (español).

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín, flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos..."

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.


antonio_dejesus@hotmail.com

Actualmente la gramática española se encuentra dormida, ya que el estructuralismo lingüístico en su avanzada de análisis ha desplazado a la analogía, la prosodia, la sintaxis y a la ortografía.

Nuestros niños y adolescentes en educación básica desde primaria y secundaria no dominan la gramática y mucho menos saben expresarse en su lengua materna que como idioma oficial es el español o anteriormente llamado castellano, donde es difícil establecer un diálogo oral y escrito, ya que el idioma español duerme entre los libros, donde éstos no se abren y permanecen cerrados en las bibliotecas escolares y en sus libros cotidianos, es importante rescatar dentro de la enseñanza de educación básica la gramática española, ya que un idioma sin gramática no es lengua, ni mucho menos diálogo.

El lenguaje es un medio fundamental que establece el análisis de nuestros pensamientos a través de la comunicación; cada día disminuimos en el hacer y en el hablar en la lengua española, es decir hemos perdido la capacidad de comunicarnos a través de la palabra escrita y la palabra oral. La pluma y el papel comienzan a ser desplazados por los teclados de la computadora, donde los gráficos de las letras se dan a través del diseño de la computación y no de la escritura, y así la mayoría de la información la localizamos a través de la navegación en el espacio, descuidando la lectura como un elemento fundamental dentro del manejo de las fuentes de información en los procesos de sistematización para llegar a realizar la investigación en la escuela y en la ciencia, por lo que en educación básica se debe de establecer el enriquecimiento de un lenguaje natural que con las palabras que se articulan podamos comunicar nuestros sentimientos y nuestras necesidades, así como en cada palabra realizar los movimientos corporales a través de la modulación de la voz.

El español debe de fortalecerse y enriquecerse a través de la lectura, debe de hablarse y pronunciarse a través de la dicción, donde la prosodia es fundamental en este proceso de la enseñanza del idioma, y el análisis para hacer del pensamiento el proceso de reflexión que se comunica con la voz y se crea con la imaginación, para llegar a la expresión de las ideas.

Asimismo, la analogía establece la capacidad de reflexionar a través de la voz y la escritura la palabra que se comunica, donde la sintaxis organiza todo proceso de frases y oraciones, sin descuidar la ortografía que da belleza a la letra escrita.

Recuerdo la obra del Quijote escrita por Miguel de Cervantes, el hombre que inmortalizó el castellano y quien en su libro escribía, el valor de lo caballeresco, donde se descubre siempre detrás de los objetivos propuestos la obra de arte en su esencia y conexiones inteligibles en el idioma castellano (español).

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín, flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos..."

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.


antonio_dejesus@hotmail.com