/ sábado 27 de octubre de 2018

En el PRI silencios estridentes como formas de expresión

Eduardo Sadot-Morales

Hay diversas formas de leguajes: oral, escrito y corporal. Igualmente lo hacen las instituciones y las multitudes.

En la reunión del Consejo Político Nacional del PRI, también estuvo presente el sentir de su militancia donde se comunicó, pero esta vez, el lenguaje utilizado no fue ni escrito ni oral, con su silencio, manifestó su opinión y dijo mucho, en la orden del día se incluyó, lo de cajón, más tres nombramientos; Secretario General, Secretario Técnico y Secretario de Relaciones Internacionales.

Le recomendaron a alguien, que para no hacer sentir las ausencias de los más destacados personajes del priísmo, que llegaran como en el siglo pasado con batucada y porras asistiendo como invitados, desde luego sin obstaculizar los espacios de los Consejeros, abundaron los aplausos y las felicitaciones para los nombrados y la toma de protesta de los nuevos consejeros políticos, que en virtud de la nueva composición legislativa debían rendir protesta y todo se llevó a cabo conforme al protocolo establecido desde hace muchos años, casi pudiera decirse al pie de la letra, como fue, como ha sido, como es, pero lo que habrá de cuestionarse es, si así habrá también de ser en el futuro, en cuyo caso, se vislumbra efímero.

Las matracas y la batucada en la solemnidad de un Consejo Político donde se elige, nada menos, que al segundo cargo más importante del tricolor. De los dieciocho expresidentes vivos y reconocidos institucionalmente, acudieron cinco, excluyendo a los que por su condición de salud era difícil que asistieran. Gobernadores cuatro. Exgobernadores no más de cinco, exdiputados y exsenadores en número reducido también, el mismo Comité Ejecutivo estuvo incompleto y liderazgos tradicionales muy escasos.

El informe del diagnóstico, tan interesante y trascendente que leyó Samuel Palma a nombre de la comisión, con las opiniones de los militantes que participaron, fue interrumpido por las porras y obligado a terminar, estaba claro que los invitados fueron parte de la CNOP para respaldar a quien hasta ese momento era su líder, que pasó a la Secretaría General, ni los responsables, ni el propio Zamora pudo contener las faltas de respeto de las porras, que les urgía que terminara el evento para irse, sin poder controlar a los propios, que desde la Secretaría General menos lo hará. La no menos importante información que preparó Reyes Baeza la minimizaron las porras.

El discurso de despedida de Gándara, un hombre serio respetuoso y disciplinado tuvo que acortar su discurso y la batucada, con absoluta falta de respeto le interrumpió en el momento más emotivo, con porras a Zamora, por más esfuerzos de sus colaboradores desde atrás del presídium mientras respetuosa y sigilosamente se retiraba también José Murat.

Se percibió un evento donde la inconformidad de la mayoría de la militancia lo expresó con silencio y vació. Las señales y el mensaje visibles en el Plutarco, si no se comprende, quien sepa historia y política, entiende, que equivale a la firma de los tratados de Versalles de la Primera Guerra Mundial, que solo sirvió para sembrar las bases de la Segunda. Los movimientos en el PRI, anticipan abrir un espacio en la CNOP vista como una secretaría de Estado más, donde el requisito es surgir del afecto de quien decide, ya sin guardar las formas. Sin pretender señalar culpables, quienes deciden, siguen desinformados y mal asesorados, porque es evidente que no les sensibilizan ni alertan de lo que sucede.

sadot16@hotmail.com


Eduardo Sadot-Morales

Hay diversas formas de leguajes: oral, escrito y corporal. Igualmente lo hacen las instituciones y las multitudes.

En la reunión del Consejo Político Nacional del PRI, también estuvo presente el sentir de su militancia donde se comunicó, pero esta vez, el lenguaje utilizado no fue ni escrito ni oral, con su silencio, manifestó su opinión y dijo mucho, en la orden del día se incluyó, lo de cajón, más tres nombramientos; Secretario General, Secretario Técnico y Secretario de Relaciones Internacionales.

Le recomendaron a alguien, que para no hacer sentir las ausencias de los más destacados personajes del priísmo, que llegaran como en el siglo pasado con batucada y porras asistiendo como invitados, desde luego sin obstaculizar los espacios de los Consejeros, abundaron los aplausos y las felicitaciones para los nombrados y la toma de protesta de los nuevos consejeros políticos, que en virtud de la nueva composición legislativa debían rendir protesta y todo se llevó a cabo conforme al protocolo establecido desde hace muchos años, casi pudiera decirse al pie de la letra, como fue, como ha sido, como es, pero lo que habrá de cuestionarse es, si así habrá también de ser en el futuro, en cuyo caso, se vislumbra efímero.

Las matracas y la batucada en la solemnidad de un Consejo Político donde se elige, nada menos, que al segundo cargo más importante del tricolor. De los dieciocho expresidentes vivos y reconocidos institucionalmente, acudieron cinco, excluyendo a los que por su condición de salud era difícil que asistieran. Gobernadores cuatro. Exgobernadores no más de cinco, exdiputados y exsenadores en número reducido también, el mismo Comité Ejecutivo estuvo incompleto y liderazgos tradicionales muy escasos.

El informe del diagnóstico, tan interesante y trascendente que leyó Samuel Palma a nombre de la comisión, con las opiniones de los militantes que participaron, fue interrumpido por las porras y obligado a terminar, estaba claro que los invitados fueron parte de la CNOP para respaldar a quien hasta ese momento era su líder, que pasó a la Secretaría General, ni los responsables, ni el propio Zamora pudo contener las faltas de respeto de las porras, que les urgía que terminara el evento para irse, sin poder controlar a los propios, que desde la Secretaría General menos lo hará. La no menos importante información que preparó Reyes Baeza la minimizaron las porras.

El discurso de despedida de Gándara, un hombre serio respetuoso y disciplinado tuvo que acortar su discurso y la batucada, con absoluta falta de respeto le interrumpió en el momento más emotivo, con porras a Zamora, por más esfuerzos de sus colaboradores desde atrás del presídium mientras respetuosa y sigilosamente se retiraba también José Murat.

Se percibió un evento donde la inconformidad de la mayoría de la militancia lo expresó con silencio y vació. Las señales y el mensaje visibles en el Plutarco, si no se comprende, quien sepa historia y política, entiende, que equivale a la firma de los tratados de Versalles de la Primera Guerra Mundial, que solo sirvió para sembrar las bases de la Segunda. Los movimientos en el PRI, anticipan abrir un espacio en la CNOP vista como una secretaría de Estado más, donde el requisito es surgir del afecto de quien decide, ya sin guardar las formas. Sin pretender señalar culpables, quienes deciden, siguen desinformados y mal asesorados, porque es evidente que no les sensibilizan ni alertan de lo que sucede.

sadot16@hotmail.com