/ jueves 14 de enero de 2021

Elección digital y disruptiva

La pandemia de COVID 19 nos ha afectado bastante y a todos. La convivencia social, nuestros hábitos, nuestras relaciones interpersonales, nuestro comportamiento consumidor, nuestra vida cotidiana. De cara a las elecciones del próximo día 6 de junio, partidos políticos y candidatos, deberán enfrentar nuevas formas de acceder a la atención de los ciudadanos, intentando convencerlos con propuestas, mensajes, alternativas de solución y personajes que buscaran ganar la confianza y alentar al voto.

Los políticos enfrentaran a una ciudadanía inmersa en un nerviosismo sin precedentes, en la angustia generada por el temor de la enfermedad acechante, con la economía familiar afectada, enfrentando desempleo, baja de salarios, perdida de clientela o cierre de negocios como consecuencia del aislamiento y las medidas de salud que impiden el desarrollo de las actividades que apenas hace 1 año eran consideradas ordinarias y que han venido alterándose de acuerdo a los semáforos epidemiológicos, a las estadísticas de contagios, casos activos, defunciones y disponibilidad hospitalaria.

Hoy podemos afirmar que esta crisis nos ha afectado a todos. A algunos más, a algunos menos, pero a todos. El interés por la política ha cambiado. Hoy nos ha quedado claro que la salud pública es un tema que debe ser prioridad, que todos quienes aspiran a que votemos por ellos deberán tomar con seriedad el planteamiento sobre la salud, que se acumula como deficitaria en conjunto con la seguridad pública y el desempleo en la opinión de los ciudadanos.

Temas de infraestructura y servicios públicos han sido desplazados temporalmente por el COVID-19 de la mente del elector. No es temerario afirmar que la vacunación en México es uno de los sucesos que serán categóricos al definir la intención del voto ciudadano. Que el voto de castigo será cruel contra los gobiernos que han sido poco sensibles con la angustia popular, por los que han sido incapaces de procurar condiciones de abasto, trabajo, transportación y atención médica. También a quienes utilizaron la crisis de salud para justiciar endeudamientos excesivos, compras sin licitación y beneficiaron a proveedores consentidos sin licitaciones transparentes o por invitaciones directas bajo el argumento de la urgencia.

Las carencias, los malos gobiernos, los políticos inservibles e insensibles, fueron exhibidos por su ausencia, por su negligencia, por su incapacidad... y por la facilidad de remplazarlos, pues pocos o ningún argumentos dan para pensar en extenderles el periodo de gobierno mediante la reelección. Así pasa en los municipios. En el Congreso Local, varios hoy Diputados también buscaran su reelección, con pocos méritos para ello.

No hay entusiasmo entre la gente. La elección no despierta emoción popular. Aún más, a la gente no le interesa asistir a eventos, escuchar candidatos, participar e involucrarse en las campañas, toda vez que pone en riesgo su salud y tienen la mente pensando en otras cosas más importantes e indispensables.

En un marco en el que los institutos electorales nacional y estatales intentaran marcar lineamientos que dispensen mayores medidas de protección e higiene para el cuidado de los electores, la campaña de llamar a los electores a acudir a las urnas es una prioridad para que la elección no culmine con la más baja participación de la historia. Es una elección intermedia, en condiciones inéditas.

Los políticos deberán utilizar nuevas habilidades sociales y herramientas digitales para potencializar su imagen y difundir su propaganda a distancia. Sera una elección sumamente diferente. Digital, tecnológica, disruptiva a fuerzas. Sorprender al elector con contenidos útiles, frescos, positivos y colaborativos, son clave del éxito.


www.youtube.com/user/carlosanguianoz


La pandemia de COVID 19 nos ha afectado bastante y a todos. La convivencia social, nuestros hábitos, nuestras relaciones interpersonales, nuestro comportamiento consumidor, nuestra vida cotidiana. De cara a las elecciones del próximo día 6 de junio, partidos políticos y candidatos, deberán enfrentar nuevas formas de acceder a la atención de los ciudadanos, intentando convencerlos con propuestas, mensajes, alternativas de solución y personajes que buscaran ganar la confianza y alentar al voto.

Los políticos enfrentaran a una ciudadanía inmersa en un nerviosismo sin precedentes, en la angustia generada por el temor de la enfermedad acechante, con la economía familiar afectada, enfrentando desempleo, baja de salarios, perdida de clientela o cierre de negocios como consecuencia del aislamiento y las medidas de salud que impiden el desarrollo de las actividades que apenas hace 1 año eran consideradas ordinarias y que han venido alterándose de acuerdo a los semáforos epidemiológicos, a las estadísticas de contagios, casos activos, defunciones y disponibilidad hospitalaria.

Hoy podemos afirmar que esta crisis nos ha afectado a todos. A algunos más, a algunos menos, pero a todos. El interés por la política ha cambiado. Hoy nos ha quedado claro que la salud pública es un tema que debe ser prioridad, que todos quienes aspiran a que votemos por ellos deberán tomar con seriedad el planteamiento sobre la salud, que se acumula como deficitaria en conjunto con la seguridad pública y el desempleo en la opinión de los ciudadanos.

Temas de infraestructura y servicios públicos han sido desplazados temporalmente por el COVID-19 de la mente del elector. No es temerario afirmar que la vacunación en México es uno de los sucesos que serán categóricos al definir la intención del voto ciudadano. Que el voto de castigo será cruel contra los gobiernos que han sido poco sensibles con la angustia popular, por los que han sido incapaces de procurar condiciones de abasto, trabajo, transportación y atención médica. También a quienes utilizaron la crisis de salud para justiciar endeudamientos excesivos, compras sin licitación y beneficiaron a proveedores consentidos sin licitaciones transparentes o por invitaciones directas bajo el argumento de la urgencia.

Las carencias, los malos gobiernos, los políticos inservibles e insensibles, fueron exhibidos por su ausencia, por su negligencia, por su incapacidad... y por la facilidad de remplazarlos, pues pocos o ningún argumentos dan para pensar en extenderles el periodo de gobierno mediante la reelección. Así pasa en los municipios. En el Congreso Local, varios hoy Diputados también buscaran su reelección, con pocos méritos para ello.

No hay entusiasmo entre la gente. La elección no despierta emoción popular. Aún más, a la gente no le interesa asistir a eventos, escuchar candidatos, participar e involucrarse en las campañas, toda vez que pone en riesgo su salud y tienen la mente pensando en otras cosas más importantes e indispensables.

En un marco en el que los institutos electorales nacional y estatales intentaran marcar lineamientos que dispensen mayores medidas de protección e higiene para el cuidado de los electores, la campaña de llamar a los electores a acudir a las urnas es una prioridad para que la elección no culmine con la más baja participación de la historia. Es una elección intermedia, en condiciones inéditas.

Los políticos deberán utilizar nuevas habilidades sociales y herramientas digitales para potencializar su imagen y difundir su propaganda a distancia. Sera una elección sumamente diferente. Digital, tecnológica, disruptiva a fuerzas. Sorprender al elector con contenidos útiles, frescos, positivos y colaborativos, son clave del éxito.


www.youtube.com/user/carlosanguianoz