/ sábado 7 de diciembre de 2019

El performance feminista y la performatividad de paz

Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía

Las Tesis


Usted se preguntará de dónde y para qué ha surgido el performance “Un violador en tu camino” que ya se ha reproducido como un himno feminista en diversas partes del mundo. Fue hace año y medio en el puerto chileno de Valparaíso donde se formó un colectivo denominado “Las Tesis”. Sibila Sotomayor, Daffne Valdés, Paula Cometa Stange y Lea Cáceres, son cuatro mujeres de 31 años quienes se encargaron de darle vida a este movimiento, sin imaginar que su letra y canción iban a convertirse en un potente mensaje contra la desigualdad y la violencia de género.

“El patriarcado es un juez, que nos juzga por nacer, y nuestro castigo es la violencia que no ves”. Inicia la coreografía que tiene varios mensajes. Son decenas de mujeres reunidas para cantar al unísono. Con vendas en los ojos, para representar que la violencia de género es invisibilizada; con ropa “provocativa” para decir que el abuso hacia una mujer no es culpa del cómo vestía. “Es femicidio. Impunidad para mi asesino. Es la desaparición. Es la violación”, continúa la canción. Entre el baile, las mujeres hacen sentadillas porque en ese país cuando las mujeres son detenidas sin razón se les ordena hacer estos ejercicios desnudas. Las Tesis prepararon esta intervención artística en medio de denuncias de abusos policiales en Chile durante el mes de octubre, pero el baile tomó fuerza en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre.

En Chile, el 8% de los casos de violación denunciados tienen una condena. En México apenas alcanza el 1%. El nivel de impunidad en nuestro país es del 99%, por ello es que este mensaje cobró relevancia y se ha replicado en diversos estado de la República. Revisando más cifras de México, nos encontramos que entre agosto y octubre de 2019 se registraron 18 mil 616 delitos contra las mujeres, entre los principales fueron lesiones dolosas, homicidios, feminicidios, trata de personas y secuestro, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Del 01 de enero al 31 de octubre de este año suman ya 809 casos de feminicidios en todo el territorio nacional.

Estas protestas feministas llegaron a Guadalajara, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) 2019, donde este viernes dos grupos de mujeres se apoderaron de la explanada de la Expo Guadalajara y los pasillos del recinto, con el fin de atraer miradas de los asistentes a este evento cultural, para concientizar sobre la violencia de género que viven las mujeres todos los días en México y el mundo. Sin embargo, estas protestas terminaron en la quema de libros de terapias para convertir y curar a homosexuales. El pasado 29 de noviembre el performance “Un violador en tu camino” también se replicó en la Plaza de Armas frente a Palacio de Gobierno, con la participación de alrededor de 500 mujeres. En Jalisco las cifras de feminicidio suman 39 casos en lo que va del año.

“El Estado opresor es un macho violador” también puede escucharse en la letra de la canción, para denunciar la corrupción que impera entre las autoridades. El movimiento ya ha recorrido diferentes ciudades del mundo, como Nueva York, Bruselas, Ciudad de México, Berlín, Madrid y Barcelona, incluso se ha traducido en otros idiomas como el francés. Las autoras de Las Tesis lo definen como “un colectivo interdisciplinario de mujeres que a través de performances abordan las problemáticas de género desde una perspectiva feminista”. Uno de los principios es hacer trabajos artísticos “somos cuatro personas que trabajamos y resistimos desde el arte en un país donde la gran mayoría de sus trabajadores se encuentran precarizados”, explicaron en un mensaje publicado en redes sociales.

Ante la realidad y las estadísticas sobre las mujeres, este movimiento de resistencia social es una buena iniciativa. La resistencia social está encaminada a solucionar contextos complejos, problemas puntuales y propios de una determinada comunidad. Fortalecen las acciones colectivas y el valor civil para sobreponerse a ellas. Toda expresión del esfuerzo local es para resolver una situación concreta pero, al mismo tiempo, tienen la capacidad de incidir en las políticas públicas locales. Importante que el arte traducido en estos performances retomen precisamente lo que hemos recogido en cultura de paz de la performatividad estudiada por John Langshaw Austin y desarrollada por la feminista Judith Butler que habla de que la identidad sexual es performativa porque siempre se está dinámicamente constituyendo, construyendo y realizando. Precisamente una consideración compleja del concepto de performatividad no se queda en su mero carácter constitutivo o de construcción social sino que insiste, como hemos dicho, en las responsabilidades que asumimos y los compromisos que tenemos unos seres humanos con otros, por lo que nos decimos, hacemos y callamos.


* Coordinador de Análisis y Comunicación del PAN Jalisco

Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía

Las Tesis


Usted se preguntará de dónde y para qué ha surgido el performance “Un violador en tu camino” que ya se ha reproducido como un himno feminista en diversas partes del mundo. Fue hace año y medio en el puerto chileno de Valparaíso donde se formó un colectivo denominado “Las Tesis”. Sibila Sotomayor, Daffne Valdés, Paula Cometa Stange y Lea Cáceres, son cuatro mujeres de 31 años quienes se encargaron de darle vida a este movimiento, sin imaginar que su letra y canción iban a convertirse en un potente mensaje contra la desigualdad y la violencia de género.

“El patriarcado es un juez, que nos juzga por nacer, y nuestro castigo es la violencia que no ves”. Inicia la coreografía que tiene varios mensajes. Son decenas de mujeres reunidas para cantar al unísono. Con vendas en los ojos, para representar que la violencia de género es invisibilizada; con ropa “provocativa” para decir que el abuso hacia una mujer no es culpa del cómo vestía. “Es femicidio. Impunidad para mi asesino. Es la desaparición. Es la violación”, continúa la canción. Entre el baile, las mujeres hacen sentadillas porque en ese país cuando las mujeres son detenidas sin razón se les ordena hacer estos ejercicios desnudas. Las Tesis prepararon esta intervención artística en medio de denuncias de abusos policiales en Chile durante el mes de octubre, pero el baile tomó fuerza en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre.

En Chile, el 8% de los casos de violación denunciados tienen una condena. En México apenas alcanza el 1%. El nivel de impunidad en nuestro país es del 99%, por ello es que este mensaje cobró relevancia y se ha replicado en diversos estado de la República. Revisando más cifras de México, nos encontramos que entre agosto y octubre de 2019 se registraron 18 mil 616 delitos contra las mujeres, entre los principales fueron lesiones dolosas, homicidios, feminicidios, trata de personas y secuestro, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Del 01 de enero al 31 de octubre de este año suman ya 809 casos de feminicidios en todo el territorio nacional.

Estas protestas feministas llegaron a Guadalajara, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) 2019, donde este viernes dos grupos de mujeres se apoderaron de la explanada de la Expo Guadalajara y los pasillos del recinto, con el fin de atraer miradas de los asistentes a este evento cultural, para concientizar sobre la violencia de género que viven las mujeres todos los días en México y el mundo. Sin embargo, estas protestas terminaron en la quema de libros de terapias para convertir y curar a homosexuales. El pasado 29 de noviembre el performance “Un violador en tu camino” también se replicó en la Plaza de Armas frente a Palacio de Gobierno, con la participación de alrededor de 500 mujeres. En Jalisco las cifras de feminicidio suman 39 casos en lo que va del año.

“El Estado opresor es un macho violador” también puede escucharse en la letra de la canción, para denunciar la corrupción que impera entre las autoridades. El movimiento ya ha recorrido diferentes ciudades del mundo, como Nueva York, Bruselas, Ciudad de México, Berlín, Madrid y Barcelona, incluso se ha traducido en otros idiomas como el francés. Las autoras de Las Tesis lo definen como “un colectivo interdisciplinario de mujeres que a través de performances abordan las problemáticas de género desde una perspectiva feminista”. Uno de los principios es hacer trabajos artísticos “somos cuatro personas que trabajamos y resistimos desde el arte en un país donde la gran mayoría de sus trabajadores se encuentran precarizados”, explicaron en un mensaje publicado en redes sociales.

Ante la realidad y las estadísticas sobre las mujeres, este movimiento de resistencia social es una buena iniciativa. La resistencia social está encaminada a solucionar contextos complejos, problemas puntuales y propios de una determinada comunidad. Fortalecen las acciones colectivas y el valor civil para sobreponerse a ellas. Toda expresión del esfuerzo local es para resolver una situación concreta pero, al mismo tiempo, tienen la capacidad de incidir en las políticas públicas locales. Importante que el arte traducido en estos performances retomen precisamente lo que hemos recogido en cultura de paz de la performatividad estudiada por John Langshaw Austin y desarrollada por la feminista Judith Butler que habla de que la identidad sexual es performativa porque siempre se está dinámicamente constituyendo, construyendo y realizando. Precisamente una consideración compleja del concepto de performatividad no se queda en su mero carácter constitutivo o de construcción social sino que insiste, como hemos dicho, en las responsabilidades que asumimos y los compromisos que tenemos unos seres humanos con otros, por lo que nos decimos, hacemos y callamos.


* Coordinador de Análisis y Comunicación del PAN Jalisco