/ jueves 4 de junio de 2020

El paciente diabético y el obeso ante la nueva normalidad

La diabetes es una creciente amenaza para la salud mundial. En 2003, la Federación Internacional de Diabetes calculó que había 194 millones de personas con diabetes en todo el mundo. Se calcula que para el año 2025 esta cifra aumentará hasta alcanzar los 333 millones, lo cual significa que el 6,3% de la población mundial vivirá con diabetes. “La diabetes es hoy en día la cuarta causa de muerte en la mayoría de los países desarrollados.”

Este breve comunicado tiene por único fin aumentar la concienciación acerca del fuerte vínculo existente entre diabetes y obesidad. Un aumento alarmante del sobrepeso y la obesidad está teniendo lugar en todo el mundo y es probable que esto impulse un aumento de la prevalencia de diabetes aún mayor del que sugieren los cálculos actuales. La obesidad es el principal factor de riesgo modificable en el 90% de todos los casos de diabetes.

En muchos casos, la diabetes se puede prevenir, y varios estudios han demostrado que esto puede hacerse mediante “simples cambios del estilo de vida” (una dieta más sana y un aumento de la actividad física) y “la educación.” Es posible actuar para ralentizar las crecientes epidemias de obesidad y diabetes. Esto exige un enfoque integrado e internacional en el que se impliquen las autoridades sanitarias nacionales, la sociedad civil y el sector privado.

Diabetes y obesidad

El riesgo de desarrollar diabetes aumenta progresivamente tanto en hombres como en mujeres con la cantidad de exceso de peso. El alarmante aumento de la prevalencia mundial de diabetes tipo 2, especialmente en países en vías de desarrollo, entre las minorías étnicas y los niños, parece estar principalmente relacionado con el sobrepeso y la obesidad.

Obesidad y diabetes tipo 2, sin embargo, no siempre van unidas. No todo el que tiene sobrepeso o es obeso desarrolla diabetes y no todo el que tiene diabetes tipo 2 está obeso.

El 80% de las personas con diabetes tipo 2 sufre sobrepeso o es obeso.

El sobrepeso y la obesidad suelen afectar hoy día a un alarmante 50-65% de la población de algunos países, no sólo en los EEUU, Europa y Australia, sino también en países como México.

Reducir los riesgos

Hay algunos indicios de que la probabilidad de un individuo de convertirse en obeso se puede reducir si se presta atención a los siguientes factores de riesgo modificables:

Nutrición materna adecuada durante el embarazo.

Introducir sabores variados a los bebés tras concluir la lactancia materna.

Desarrollar el gusto por el consumo de frutas y verduras desde edades tempranas.

Estimular la actividad física durante la infancia.

Seguir dietas bajas en densidad energética.

Se calcula que al menos “la mitad de todos los casos de diabetes serían eliminados si se pudiese prevenir el aumento de peso en adultos.”

Es importante “establecer sistemas nacionales fuertes y colaboraciones que capaciten a los gobiernos, a la sociedad civil y al sector privado para evaluar e implementar nuevas políticas eficaces.” Dada la epidemia de obesidad y la creciente incidencia de diabetes que parece probable que sea su consecuencia, debería establecerse sistemas que aseguren la monitorización anual de la prevalencia de diabetes en la población.

Ya es tarde, pero aún se puede realizar un “esfuerzo mundial para transformar las dietas, estimular una menor dependencia del transporte motorizado, y promover esfuerzos para devolver a nuestra vida diaria la actividad física.”

Considero que ahora, esperando que ya pronto salgamos de esta Pandemia por CORONAVIRUS que tanto nos ha afectado, y reconociendo sin duda a ciertos estados de mayor vulnerabilidad ante ella, como son entre otros, precisamente la Diabetes y el Sobrepeso y la Obesidad, es importante considerar estos factores, aprovechando la lamentable enseñanza que la vida a nivel mundial nos ha proporcionado sobre todo en relación a estas dos enfermedades. En resumen debemos conocerlas, comprenderlas y aceptarlas en conjunto para lograr su control permanente para así sus múltiples y severas consecuencias.

Médico jefe del Servicio de Endocrinología del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde” Profesor Honorario de la Clínica de Endocrinología en la Carrera de Medicina del CUCS de la UDG E-mail: hegovidrio@hotmail.com

La diabetes es una creciente amenaza para la salud mundial. En 2003, la Federación Internacional de Diabetes calculó que había 194 millones de personas con diabetes en todo el mundo. Se calcula que para el año 2025 esta cifra aumentará hasta alcanzar los 333 millones, lo cual significa que el 6,3% de la población mundial vivirá con diabetes. “La diabetes es hoy en día la cuarta causa de muerte en la mayoría de los países desarrollados.”

Este breve comunicado tiene por único fin aumentar la concienciación acerca del fuerte vínculo existente entre diabetes y obesidad. Un aumento alarmante del sobrepeso y la obesidad está teniendo lugar en todo el mundo y es probable que esto impulse un aumento de la prevalencia de diabetes aún mayor del que sugieren los cálculos actuales. La obesidad es el principal factor de riesgo modificable en el 90% de todos los casos de diabetes.

En muchos casos, la diabetes se puede prevenir, y varios estudios han demostrado que esto puede hacerse mediante “simples cambios del estilo de vida” (una dieta más sana y un aumento de la actividad física) y “la educación.” Es posible actuar para ralentizar las crecientes epidemias de obesidad y diabetes. Esto exige un enfoque integrado e internacional en el que se impliquen las autoridades sanitarias nacionales, la sociedad civil y el sector privado.

Diabetes y obesidad

El riesgo de desarrollar diabetes aumenta progresivamente tanto en hombres como en mujeres con la cantidad de exceso de peso. El alarmante aumento de la prevalencia mundial de diabetes tipo 2, especialmente en países en vías de desarrollo, entre las minorías étnicas y los niños, parece estar principalmente relacionado con el sobrepeso y la obesidad.

Obesidad y diabetes tipo 2, sin embargo, no siempre van unidas. No todo el que tiene sobrepeso o es obeso desarrolla diabetes y no todo el que tiene diabetes tipo 2 está obeso.

El 80% de las personas con diabetes tipo 2 sufre sobrepeso o es obeso.

El sobrepeso y la obesidad suelen afectar hoy día a un alarmante 50-65% de la población de algunos países, no sólo en los EEUU, Europa y Australia, sino también en países como México.

Reducir los riesgos

Hay algunos indicios de que la probabilidad de un individuo de convertirse en obeso se puede reducir si se presta atención a los siguientes factores de riesgo modificables:

Nutrición materna adecuada durante el embarazo.

Introducir sabores variados a los bebés tras concluir la lactancia materna.

Desarrollar el gusto por el consumo de frutas y verduras desde edades tempranas.

Estimular la actividad física durante la infancia.

Seguir dietas bajas en densidad energética.

Se calcula que al menos “la mitad de todos los casos de diabetes serían eliminados si se pudiese prevenir el aumento de peso en adultos.”

Es importante “establecer sistemas nacionales fuertes y colaboraciones que capaciten a los gobiernos, a la sociedad civil y al sector privado para evaluar e implementar nuevas políticas eficaces.” Dada la epidemia de obesidad y la creciente incidencia de diabetes que parece probable que sea su consecuencia, debería establecerse sistemas que aseguren la monitorización anual de la prevalencia de diabetes en la población.

Ya es tarde, pero aún se puede realizar un “esfuerzo mundial para transformar las dietas, estimular una menor dependencia del transporte motorizado, y promover esfuerzos para devolver a nuestra vida diaria la actividad física.”

Considero que ahora, esperando que ya pronto salgamos de esta Pandemia por CORONAVIRUS que tanto nos ha afectado, y reconociendo sin duda a ciertos estados de mayor vulnerabilidad ante ella, como son entre otros, precisamente la Diabetes y el Sobrepeso y la Obesidad, es importante considerar estos factores, aprovechando la lamentable enseñanza que la vida a nivel mundial nos ha proporcionado sobre todo en relación a estas dos enfermedades. En resumen debemos conocerlas, comprenderlas y aceptarlas en conjunto para lograr su control permanente para así sus múltiples y severas consecuencias.

Médico jefe del Servicio de Endocrinología del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde” Profesor Honorario de la Clínica de Endocrinología en la Carrera de Medicina del CUCS de la UDG E-mail: hegovidrio@hotmail.com