Una intensa semana se comenzó a vivir en la Cámara de Diputados; el inicio de la discusión del paquete presupuestal 2022 arrancó con la discusión de la miscelánea fiscal, que es el compendio de modificaciones a diferentes ordenamientos que impactan en los ingresos de las finanzas públicas, como la Ley de Impuesto Sobre la Renta, la Ley del Impuesto al Valor Agregado o el Código Fiscal. Después de la aprobación de esta miscelánea, y posteriormente la discusión inmediata de la Ley de Derechos y la Ley de Ingresos 2022.
En este espacio vale la pena hacer mención de los tres temas que como oposición responsable en el PAN, tenemos la obligación de defender en esta miscelánea; el primero de ellos, nuestro desacuerdo en la legalización de los autos chocolate, un tema que impactará en mayor medida a los estados cuya fuerza económica radica en la cadena de producción automotriz; en segundo lugar, la obligatoriedad para que los jóvenes de 18 años se inscriban en el Registro Federal de Contribuyentes, una medida cuya única finalidad es inflar un padrón de contribuyentes que serán, de entrada, multados por no realizar su inscripción, es decir, le daremos a través de terrorismo fiscal, cargas innecesarias a los jóvenes que ni siquiera han comenzado a trabajar; y por último, el tope a las deducción de personas físicas donatarias, eliminando la excepción para hacerlo hasta el 7% de sus ingresos y metiéndolo al tope común de deducciones personales.
Sobre este último tema, hay que reconocer que las Organizaciones de la Sociedad Civil realizan en México una labor fundamental de manera subsidiaria y solidaria con el Estado. Son promotoras de ayuda, apoyo y acompañamiento en temas como salud, medio ambiente, educación y alimentación. Sin duda, la medida del gobierno federal hará un boquete desmedido en las finanzas de las organizaciones que no tendrá la suficiencia presupuestal para mantener sus estándares de atención, justamente en temas tan importantes como la alimentación, donde vale recordar que presenté una iniciativa que busca el reconocimiento en Ley de la labor de los Bancos de Alimentos que con un extraordinario trabajo logran rescatar y repartir a quien más lo necesita, toneladas de alimentos.
También particularmente denuncié en tribuna el contra sentido que tiene esta medida, justamente en el mes rosa, este mes en el que buscamos visibilizar y concientizar sobre la importancia de la prevención del cáncer de mama. Es desolador pensar que fundaciones como CIMA, FUCAM o De Alba y muchas otras más, dejarán de apoyar a miles de mujeres que salvan sus vidas cada año gracias al apoyo en atención, medicamentos, estudios, quimios, radios, reconstrucciones mamarias y todo el esquema de seguimiento que se necesita para combatir un cáncer de mama.
Cómo es que las y los legisladores de Morena pueden portar un moño rosa, si no les interesó destruir a la forma más legitima de apoyo ciudadano, es decir a la de la sociedad civil organizada. Quizá creen que la diputación les durará toda la vida, pero lo cierto es que quizá un día, sean ellas y ellos los que necesiten de las fundaciones a las que un día destruyeron.
Diputada federal PAN
