/ miércoles 8 de abril de 2020

El mundo del presidente


Abel Campirano


Queda claro que el Presidente no ve la prensa, porque durante años le trató mal, fue inequitativo y cada vez que pude arremete contra un diario, o medio electrónico, es quizá parte de una explicación lógica que permite justificar que sus datos no correspondan con la otra realidad.

En el informe trimestral dejó a un lado una verdad que pudiera ser como una granada en sus propias palabras, criticó el pasado por la cantidad de pobres sin entender que con su propuesta de “rescate” fabricará muchos más y encima los mantendrá, con los impuestos que generan las empresas que dicho sea de paso contribuyen al empleo en el país.

El presidente se reúne con empresarios, a aquellos que un día les dio de cenar croquetas en toda una intención de interpretación sobre el trato que en el pasado tuvo de parte de ellos.

El presidente tiene cuentas en redes sociales pero no las ve, no las lee, no contesta, está fuera de la realidad de las opiniones que ahí el pueblo expresa, y sorpresas se lleva cuando en los recibimientos en aeropuertos o colonias los reclamos le hace enojarse y hasta refutar sus dichos o vincularlos a sus opositores.

La imagen del Presidente solo en ese informe del domingo da muchas interpretaciones, aislado de su gabinete, al cual sólo le permite hablar en sus mañaneras, no entrevistas de banqueta o en sus oficinas; Solo, en medio del patio central de Palacio Nacional en la realidad de una pandemia que se negó a aceptar y que ahora lo pone en un papel de dosificador de la realidad que nos alcanzará a una fase 3 como ya lo había adelantado Hugo López Gatell hace dos semanas; Un presidente solo en esas 4 paredes porque a las afueras, las manifestaciones que no han cesado, ahora por la falta de empleos, no eran becas, eran trabajos que generaban, que producían.

La mañanera está desgastada, el Presidente lo sabe y ante ello el Lunes, su defensa a los pobres en medio de la interpretación de no perdonar impuestos porque de ello depende el cumplimento de los objetivos los planes de apoyo a los que se comprometió el domingo, una matemática también inexacta en su economía moral que promete 2 millones y medio de empleos en medio de una serie de cierre de cortinas ante la espalda que da su administración al apoyo que requieren para subsistir de la pandemia. El Presidente no sabe, no entiende que para poder pagar a los trabajadores la empresa debe operar y por más que busco en su currículum no encuentro experiencia laboral alguna, lo que me hace suponer que el supone que así funciona.

Los pobres serán siempre su prioridad dijo, emulando también los adjetivos que le puso el padre Solalinde al compararlo como un apóstol de Cristo, la manera más religiosa para justificar el error del lunes fue compartir en el estado laico de su gobierno un twit del Papa Francisco en donde cita un episodio evangélico donde Jesús justificaba su presencia con los pobres y la razón que éstos representan, nada fuera de una excelente manera de comunicar en un pueblo mayoritariamente católico.

Por si fuera poco, y para seguir sacando de aquí y de allá los partidos políticos serán exhibidos y calificados en la mañanera por su capacidad de respuesta a la contingencia en lo que deben donar para los pobres, así, como circo Romano en tiempos donde el presidente tiene una visión propia y no la de un México que prepara su decisión en la próxima elección.


Abel Campirano


Queda claro que el Presidente no ve la prensa, porque durante años le trató mal, fue inequitativo y cada vez que pude arremete contra un diario, o medio electrónico, es quizá parte de una explicación lógica que permite justificar que sus datos no correspondan con la otra realidad.

En el informe trimestral dejó a un lado una verdad que pudiera ser como una granada en sus propias palabras, criticó el pasado por la cantidad de pobres sin entender que con su propuesta de “rescate” fabricará muchos más y encima los mantendrá, con los impuestos que generan las empresas que dicho sea de paso contribuyen al empleo en el país.

El presidente se reúne con empresarios, a aquellos que un día les dio de cenar croquetas en toda una intención de interpretación sobre el trato que en el pasado tuvo de parte de ellos.

El presidente tiene cuentas en redes sociales pero no las ve, no las lee, no contesta, está fuera de la realidad de las opiniones que ahí el pueblo expresa, y sorpresas se lleva cuando en los recibimientos en aeropuertos o colonias los reclamos le hace enojarse y hasta refutar sus dichos o vincularlos a sus opositores.

La imagen del Presidente solo en ese informe del domingo da muchas interpretaciones, aislado de su gabinete, al cual sólo le permite hablar en sus mañaneras, no entrevistas de banqueta o en sus oficinas; Solo, en medio del patio central de Palacio Nacional en la realidad de una pandemia que se negó a aceptar y que ahora lo pone en un papel de dosificador de la realidad que nos alcanzará a una fase 3 como ya lo había adelantado Hugo López Gatell hace dos semanas; Un presidente solo en esas 4 paredes porque a las afueras, las manifestaciones que no han cesado, ahora por la falta de empleos, no eran becas, eran trabajos que generaban, que producían.

La mañanera está desgastada, el Presidente lo sabe y ante ello el Lunes, su defensa a los pobres en medio de la interpretación de no perdonar impuestos porque de ello depende el cumplimento de los objetivos los planes de apoyo a los que se comprometió el domingo, una matemática también inexacta en su economía moral que promete 2 millones y medio de empleos en medio de una serie de cierre de cortinas ante la espalda que da su administración al apoyo que requieren para subsistir de la pandemia. El Presidente no sabe, no entiende que para poder pagar a los trabajadores la empresa debe operar y por más que busco en su currículum no encuentro experiencia laboral alguna, lo que me hace suponer que el supone que así funciona.

Los pobres serán siempre su prioridad dijo, emulando también los adjetivos que le puso el padre Solalinde al compararlo como un apóstol de Cristo, la manera más religiosa para justificar el error del lunes fue compartir en el estado laico de su gobierno un twit del Papa Francisco en donde cita un episodio evangélico donde Jesús justificaba su presencia con los pobres y la razón que éstos representan, nada fuera de una excelente manera de comunicar en un pueblo mayoritariamente católico.

Por si fuera poco, y para seguir sacando de aquí y de allá los partidos políticos serán exhibidos y calificados en la mañanera por su capacidad de respuesta a la contingencia en lo que deben donar para los pobres, así, como circo Romano en tiempos donde el presidente tiene una visión propia y no la de un México que prepara su decisión en la próxima elección.