/ miércoles 24 de abril de 2019

El memorandum y su polémica

Excelentes juristas de México han criticado el memorándum escrito por el Presidente de la República el día 16 de abril del año en curso, comentan que ese memorándum, deja en estado de indefensión a los poderes instituidos por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se cita al presidente de una forma como escribe Enrique Krauze en su obra “La Presidencia Imperial”, quien narra con su estilo la presidencia desde Manuel Ávila Camacho hasta la de Carlos Salinas de Gortari, donde platica que en esas presidencias imperiales se caracterizaron por la falta de libertades.

Don Daniel Cosío Villegas maestro de Enrique Krauze, escribió en su obra del “Presidencialismo en México”, una crítica que nos lleva a la reflexión de las facultades meta-constitucionales de los presidentes en México; asimismo en la obra “Historia moderna de México” publicada en 1955, donde eran los tiempos de la ilustración del Colegio Nacional y haciendo historia en esos caminos de la vida nacional habla de Porfirio Díaz como un gobernante autoritario al imponer a Manuel González quién era ajeno a la política, y desdeñar la candidatura de Justo Benítez, como una presidencia que el tiempo la envejeció.

Jorge Carpizo reseña en su libro “El presidencialismo mexicano”, las facultades meta-constitucionales que el presidente hasta la fecha tiene por encima de la Constitución ejercida con Benito Juárez dentro de la historia de México, y que aún no se ha podido erradicar.

La presidencia de la República es la más vista y la más anhelada por los mexicanos, por lo tanto es la más criticada y el escribir un memorándum no implica una orden, solamente una comunicación interna que bien se puede acatar o no acatar, ya que la obediencia de los funcionarios públicos estatales o federales está en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que la figura presidencial y los poderes instituidos no se encuentran en riesgo por un simple memorándum; esto es una comunicación al interior de su administración, por lo que no tiene la figura de amparo que es el instrumento jurídico tan importante en México para la protección del gobernado por la justicia de la nación, asimismo el memorándum no es un desacato a la supremacía constitucional, ya que la misma tiene instrumentos jurídicos tan necesarios como la Suprema Corte de Justicia de la Nación o el Senado de la República, dentro del Pacto Federal.

El punto fino del memorándum no se encuentra en el desacato a las instituciones, sino a un exhorto a los maestros de todas las tendencias y corrientes a mantener un diálogo permanente, e impedir la confrontación y buscar una formulación legal que garantice el derecho del pueblo a la educación bajo el principio juarista de que: “Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho”.

Asimismo se tiene que discutir en foros educativos la centralización de la nómina de los profesores en educación básica, donde el mismo no atente con el federalismo educativo como lo establece el artículo 124 constitucional.


Excelentes juristas de México han criticado el memorándum escrito por el Presidente de la República el día 16 de abril del año en curso, comentan que ese memorándum, deja en estado de indefensión a los poderes instituidos por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se cita al presidente de una forma como escribe Enrique Krauze en su obra “La Presidencia Imperial”, quien narra con su estilo la presidencia desde Manuel Ávila Camacho hasta la de Carlos Salinas de Gortari, donde platica que en esas presidencias imperiales se caracterizaron por la falta de libertades.

Don Daniel Cosío Villegas maestro de Enrique Krauze, escribió en su obra del “Presidencialismo en México”, una crítica que nos lleva a la reflexión de las facultades meta-constitucionales de los presidentes en México; asimismo en la obra “Historia moderna de México” publicada en 1955, donde eran los tiempos de la ilustración del Colegio Nacional y haciendo historia en esos caminos de la vida nacional habla de Porfirio Díaz como un gobernante autoritario al imponer a Manuel González quién era ajeno a la política, y desdeñar la candidatura de Justo Benítez, como una presidencia que el tiempo la envejeció.

Jorge Carpizo reseña en su libro “El presidencialismo mexicano”, las facultades meta-constitucionales que el presidente hasta la fecha tiene por encima de la Constitución ejercida con Benito Juárez dentro de la historia de México, y que aún no se ha podido erradicar.

La presidencia de la República es la más vista y la más anhelada por los mexicanos, por lo tanto es la más criticada y el escribir un memorándum no implica una orden, solamente una comunicación interna que bien se puede acatar o no acatar, ya que la obediencia de los funcionarios públicos estatales o federales está en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que la figura presidencial y los poderes instituidos no se encuentran en riesgo por un simple memorándum; esto es una comunicación al interior de su administración, por lo que no tiene la figura de amparo que es el instrumento jurídico tan importante en México para la protección del gobernado por la justicia de la nación, asimismo el memorándum no es un desacato a la supremacía constitucional, ya que la misma tiene instrumentos jurídicos tan necesarios como la Suprema Corte de Justicia de la Nación o el Senado de la República, dentro del Pacto Federal.

El punto fino del memorándum no se encuentra en el desacato a las instituciones, sino a un exhorto a los maestros de todas las tendencias y corrientes a mantener un diálogo permanente, e impedir la confrontación y buscar una formulación legal que garantice el derecho del pueblo a la educación bajo el principio juarista de que: “Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho”.

Asimismo se tiene que discutir en foros educativos la centralización de la nómina de los profesores en educación básica, donde el mismo no atente con el federalismo educativo como lo establece el artículo 124 constitucional.