La elección intermedia del 6 de Julio enseñó hasta el más experto a aprender sobre las estrategias que advierten partidas claves y ganar más que un Juego en el ajedrez político Nacional; podrán existir perfiles, experiencias de quienes cada 3 años coordinen o generen dinámicas para convencer y ganar, pero un sólo hombre rompió de facto esa “tradición” para convertir a Puerto Vallarta en un tema no menor para el objetivo del Presidente de México y la recomposición de su partido en Jalisco.
El nombre de Salvador Llamas no es del todo ajeno para el mundo de la alta política, un hombre con agenda sin reflector y con relaciones en todos los sectores, lo mismo con los que dirigen partidos, así como los que no militan o son constructores de sociedad.
Salvador trabajó en el anonimato a propósito y fue factor para el triunfo de Morena en ese municipio y donde a las 10 de la mañana de ese Domingo 6 de Junio ya daba cuenta del triunfo en las urnas, lo que lo hizo también un estadista, al mismo tiempo constructor de alianzas y fuerza de trabajo. Nunca se pronunció como el Poder tas el Poder, era facilitador, el estratega de discurso y de acción, Movido por la elocuencia y el Don de gente ( dicen sus cercanos ), alguien que en el actuar cotidiano generaba congruencia y convicción.
Este enigmático personaje adquirió reconocimiento en los pasillos de Palacio Nacional ese mismo Domingo electoral, en un escenario donde los números llegaban y que no favorecían a la Zona Metropolitana de Guadalajara, el Factor Vallarta no sólo entregaba buenos números, sino tierra fértil para fincar un proyecto hacia el 2024.
Salvador Llamas es un personaje entre personajes, y seguramente ganará posicionamiento tras esa receta que le ha hecho ganar en contundencia más que una elección, el respeto de su estrategia y relacionamiento, la manera de generar pensamiento y acción en resultado y más allá. Sin temor a equivocarme sabe entender cómo sí puede llegar a concretarse el proyecto de una 4T involucrando las voluntades bajo el camino del trabajo ordenado. El político pinta sin duda y por qué no para trabajar en favor de Morena rumbo al 2024 presentando en sus cartas credenciales el triunfo para los sorprendidos en el CEN en Puerto Vallarta.
A diferencia de otros políticos, estoy seguro que Llamas no quiere ser candidato, pero tiene experiencia en ganar elecciones, prefiere hacer lo que le gusta: mover el Jumanji electoral y generar sorprendidos más que sorpresas; la mano izquierda y la derecha que saben manejarse sin que se ponga en riesgo el resultado, al final de todo buscar siempre el consenso y el trabajo en conjunto, sin confrontaciones y en el querer sacar a flote proyectos mediante la experiencia de personas. Este personaje a quien ya llamo nuevamente el Factor Vallarta tiene en su mano la operación de la presidenciable y por qué no, la de gubernaturas al ser incluso amigo y cercano del propio Enrique Alfaro a quien le operó su campaña rumbo a la presidencia Municipal de Guadalajara.
Salvador es Factor, es determinante para las próximas presidenciales, no hay hasta el momento quien le compita entre sus contactos para generar el mapa y la estrategia, amigos tiene y muchos, el poder lo ha compartido y ha gestado una nueva forma de hacer política con saldo blanco… al tiempo Llamas, el factor Vallarta pudiera estar representando eso que el propio Presidente ha mostrado como el Jalisco de su visión electoral en el 2024.
* Periodista
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Salvador Llamas es un personaje entre personajes, y seguramente ganará posicionamiento tras esa receta que le ha hecho ganar en contundencia más que una elección, el respeto de su estrategia y relacionamiento, la manera de generar pensamiento y acción en resultado y más allá.
