Armando Maya Castro
"¡Qué orgullo y satisfacción invaden mi ser al presentarme ante vosotros!, amada esposa del Cordero. Veo la bendición que Dios ha traído a este estado, y observo el amor con que me habéis recibido, y no puedo decir otra cosa, porque no es el amor al hombre, no es mi cuerpo, no es mi físico, no es mi personalidad la que ha conquistado vuestros corazones. Ha sido la gracia de Dios, que me puso al frente de sus almas para llevarlos a la vida eterna”.
Con estas palabras el Apóstol de Jesucristo Naasón Joaquín García, guía espiritual de más de 8 millones de fieles de la Iglesia La Luz del Mundo en 58 naciones de los cinco continentes, comenzó su presentación apostólica acompañada con un mensaje que con amor paternal dirigió a los aproximadamente 11 mil delegados de Tamaulipas que este domingo 3 de febrero se dieron cita en el Centro de Convenciones y Exposiciones de Tampico, procedentes de los 43 municipios de la entidad.
Desde la ciudad que se sitúa en la boca del caudaloso Río Pánuco, a la que el Apóstol Aarón Joaquín González llevó el Evangelio de Cristo en marzo de 1937, el Ungido de Dios expresó su saludo apostólico a la multitud que abarrotó el complejo ubicado a orillas de la Laguna del Carpintero: “Con mi corazón ensanchado por el amor de Jesucristo, y abriendo mis brazos paternales, tengo la dicha de deciros: que la paz de Dios y la gracia de Jesucristo, abunden en cada uno de vuestros corazones”.
Luego de su saludo paternal y apostólico, que fue correspondido por su pueblo con un amen unísono y estruendoso, el Apóstol de Jesucristo explicó la razón por la que Tamaulipas fue la última escala de su Gira Apostólica Universal en territorio mexicano:
“Dentro del desarrollo de la Gira Universal que Dios me ha indicado realizar, Tamaulipas es el estado que me faltaba visitar dentro de la República Mexicana. Y hoy que el Señor me permite estar con vosotros, os digo con gran amor: hijos amados de Tamaulipas, no es tardanza mi llegada a vosotros, sino es confianza, seguridad de vuestra fe, y madurez espiritual. Sé que estabais esperando con el mismo anhelo con el que yo deseaba verles".
Enseguida rememoró las actividades que realizó en Tamaulipas antes de su glorioso llamamiento al Apostolado, cuando se desempeñaba como director de la Jurisdicción Norte por mandato del Apóstol Samuel Joaquín Flores:
“Aquí en Tampico, inicié las capacitaciones legales al Cuerpo Ministerial, aquí entregué a la representación del Senado nuestras peticiones para defensa de nuestras libertades como cristianos y como ciudadanos. Aquí trabajamos juntos por la defensa de nuestros derechos, aquí luchamos juntos por mantener viva la llama del evangelio”.
Tras afirmar que en la Iglesia La Luz del Mundo el evangelio no es por imposición, ni se acepta por miedo a los tormentos de una inquisición semejante a la que impuso el catolicismo en la Edad Media, el Apóstol de Dios expuso el tema “La influencia del evangelio en nuestras vidas”, el cual fue llevado por Internet a las iglesias de todo el mundo, gracias a los esfuerzos de Berea Internacional.
“No somos ajenos a la problemática social que se vive en el día a día en México. El cristiano no puede ni debe mantenerse al margen del dolor o de la necesidad, pues nuestra misión no está en lo reservado de un convento, o claustro de cuatro paredes, sino que en nuestro nombre llevamos realmente nuestro objetivo: somos La Luz del Mundo”, señaló el Apóstol de Dios, quien enseguida recordó a su pueblo: “nuestra Iglesia no es de puertas adentro; nuestra misión está en la calle, en las plazas, en el malecón, en las cárceles, en los hospitales, en donde exista necesidad y haya oscuridad, allí llegará la Iglesia La Luz del Mundo”
Al explicar el motivo de su visita, dijo: “Aquí en Tamaulipas yo presento el evangelio de Cristo como una alternativa al descontento social, como una solución a la descomposición social, como un freno a la corrupción, y como un nuevo camino, lleno de libertad, para la delincuencia organizada”.
Al terminó de su explicación, que demostró bíblicamente que el evangelio es poder de Dios para transformar integralmente a los hombres, el Apóstol de Dios invitó a los fieles de la Iglesia a orar por las autoridades, así como por los que integran los grupos delictivos, pues para estos últimos –dijo– también hay esperanza de cambio por medio del evangelio revelado.
