Hace meses llegó el aviso, acompañado de una amenaza que dicho sea de paso tenía una justificación: la salud, la vida misma; el Gobernador Enrique Alfaro si bien adelantó el confinamiento 5 días, también traía una especie de expectativa respecto al comportamiento de una pandemia que no se ha domado – aunque algunos afirmen lo contrario-, pero eso no ocurrió, no ha ocurrido y por el escenario internacional que prevalece será difícil que en corto plazo se logre, ¿por qué? Sencillo, es la gente la que no entiende y la que juzga al gobierno por las medidas que adopta, o dejó de adoptar.
La pandemia llegó a Jalisco así con una medida de encierro, en medio de la incertidumbre y hasta de la incredulidad, pero el mensaje siempre ha sido el mismo: prevención. Hubo quien, hasta la fecha ha adoptado el Quédate en casa, y en la medida de lo posible generaron una dinámica de trabajo que incluso en el regreso a la nueva normalidad crearon hábitos de sanitización en sus negocios y casas que han hecho la diferencia. Sin embargo no ha sido suficiente; hoy los números han llegado al nivel de apretar el botón, ese que se había negado a usar como medida para frenar los contagios, el que obligaba en el papel al gobierno a ejercer la ley por encima de lo que representara.
No es de nadie desconocido que el Gobernador tenía a los empresarios en reuniones constantes para evaluar los números, para darle seguimiento a las acciones y para conocer los avances en la cooperación para detener contagios, en casa Jalisco se gestó la estrategia de apoyo primero en lo económico y luego en la etapa de regreso a la actividad mediante un engomado – del cual hasta ahora no ha quedado transparentado – donde las cortinas poco a poco volvieron a abrirse… el botón mientras tanto estuvo ahí, para presionarse y era el discurso amenazador ante el evidente crecimiento en casos, esos que cada semana discrepaba el ex rector de la U de G Víctor Manuel González Romero que con matemática simpe, comprobaba que las cifras simplemente no daban, y que en suma detonaría casi cada semana el mentado botón.
En una ocasión, Miguel Angel Landeros, presidente de COMCE de Occidente me dijo en exclusiva saliendo de una reunión que se había determinado cerrar Balnearios, salones de fiestas, terrazas y centros comerciales, apenas a una semana de reactivarse, era un Botón que no era el original, que había sufrido cambios, pero no ocurrió asi, todo siguió igual; ahora la amenaza está por cumplir, con otra versión del Botón, que contempla el cierre de toda actividad de lunes a viernes hasta las 7 pm, los fines de semana todo cerrado a excepción de Farmacias y supermercados, y esto será inminente esta o la próxima semana a decir del actual rector de la U de G. Ricardo Villanueva.
Entendamos que el debate en el tema del golpe de la economía es en vano si no partimos que somos nosotros los únicos responsables de este asunto, no hemos aprendido de quienes llevan la ventaja por ejemplo al menos en cierto conocimiento: Madrid, Paris, Italia que en este caso amplía la contingencia hasta el 31 de enero de 2020. No hemos aceptado que el gobierno puede tener un discurso y una acción, pero al final la sana distancia, el uso del cubre bocas, el lavado de manos constante con agua y jabón nos hace la diferencia, el virus que nos tiene de rodillas se combate asi de fácil, y ahora el botón Light no es otra cosa más que el intento de hacer entender que si no aceptamos que somos los que hacemos la diferencia, la cifra seguirá siendo asi, ascendente y mortal.
Los empresarios dejaron de hacer, muchos, los empleados también, y en la calle muchos que en su “Inmunidad” hoy, como el presidente Trump, la libraron y dicen haber aprendido de esto que es real, que está aquí y ahora, y que durará mucho tiempo, sin importar si hay o no Vacuna.
* Periodista
