El Estado de Jalisco se encuentra a punto de apretar el botón de emergencia sanitaria, ante la pandemia que estamos sufriendo los jaliscienses, con la sana distancia, el uso de cubre bocas, el lavado de manos de manera constante, el sanitizar el lugar donde vivimos, estudiamos o trabajamos, las clases desde educación básica hasta educación superior, se dan por medio de internet utilizando las plataformas, las exposiciones y las tareas a cumplir, en fin una serie de medidas que hasta el momento no han sido suficientes para que no sumen más el número de fallecidos y enfermos por el Covid-19 que ha puesto en jaque a la población trabajadora, así como a los hospitales públicos y privados.
Las noticias por esta enfermedad son desalentadoras, no hemos podido revertir el número de seres humanos que mueren a diario así como los contagiados a nivel estatal, estamos a unos cuantos para llegar a los noventa mil fallecidos a nivel nacional.
El Estado de Jalisco se encuentra a unas décimas para llegar al colapso hospitalario, así como el número de respiradores que son insuficientes y necesarios para los enfermos de Covid, el botón de emergencia sanitaria está en la incertidumbre de apretarlo o no apretarlo, de pasar del color naranja a color rojo, de enfrentarse ante la decisión de salvar vidas como una medida de emergencia, de parar las actividades productivas y económicas, pero salvar vidas es de suma importancia y es una decisión que supera a las actividades productivas y económicas.
La vida y la actividad económica son necesarias para el ser humano y ambas se necesitan para alimentarse y vivir, por lo que la decisión de apretar el botón de emergencia y condicionar las actividades económicas con días y horarios representarían pérdidas para todo tipo de empresarios de Jalisco, desde las empresas de necesidades cotidianas y emergentes como de las empresas no cotidianas y emergentes, porque la cadena productiva se rompería y disminuiría el salario que es fundamental para la alimentación del ser humano, ya que el salario es sagrado y el trabajo una bendición.
Cuando inicio la pandemia del Covid-19, Jalisco y la Universidad de Guadalajara, con una visión de futuro ante la amenaza de muerte, suspendieron actividades productivas y académicas, así las actividades productivas reformaron la actividad laboral para hacer del hogar un centro de trabajo, la Universidad transformó el hogar en aulas de clases.
Más sin embargo mencionadas medidas, de manera desafortunada deben de volver a la actividad hogar y trabajo, hogar y escuela, pero sigue la discusión y el análisis para enfrentar este nuevo reto que se avecina para apretar el botón de emergencia.
* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro del Observatorio sobre Seguridad y Justicia.
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