/ miércoles 10 de noviembre de 2021

El Agua: primero el bien común

Los jaliscienses y en particular los tapatíos, juntan las manos en actitud de ruego y hacen votos porque durante la próxima visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, se llegue a un acuerdo respecto a lo que se tiene que hacer para resolver la falta de agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Parece algo curioso, pero sí ha llamado la atención de los observadores desinteresados, el hecho de que habiendo supuestamente ideas y hasta planes acertados acerca de las obras que se deben construir para elevar la captación del vital elemento, han podido más como obstáculo, las posiciones encontradas, en el esfuerzo por hallar la solución.

La gente que observa los toros de la barrera, insiste en que cuestiones tan delicadas como es el abasto de agua al Area Conurbada, deben considerarse definitivamente como asuntos de interés común, haciendo a un lado las posibles banderas políticas o partidistas.

A nadie escapa que las diferencias entre autoridades estatales y federales en momentos parecen más bien ser de tinte ideológico, aun cuando a la par se observan perfiles de índole política, muy identificadas con aspiraciones para un futuro próximo. A lo que los expertos opinan que esto está bien, o que no tiene remedio, pero que finalmente cuando se trata de resolver problemas graves y satisfacer las necesidades de millones de consumidores, convendría hacer conciencia a fondo, de la posibilidad de unir una cosa con la otra. El interés personal o de grupo, con el de las mayorías.

¿Y como se conseguiría esto? Desde luego que no buscando que una parte ceda todo a la otra. Pero si llegando al término medio.

En lo técnico, desde luego que deben afinarse los proyectos para seleccionar el mejor. ¿Y en lo político? Pues transando. Ni buscando la victoria total, ni aceptando la derrota sin condiciones

¿Se puede? Aparentemente, a primera vista, se ve bastante difícil. Pero haciendo un esfuerzo y pensando en hacer historia y trascender como mandatarios acertados y positivos, seguramente que sí se puede.

La gente es lo que quiere, según se desprende de la opinión de los enterados.

Las discusiones pueden existir, sí, pero sustentadas en el propósito de brindar el mejor servicio a los demás, dentro del quehacer público.

La gente ruega por ello. Y hay firmes esperanzas de que el acuerdo se consiga y se establezca al fin un ambiente de coordinación. El asunto vale la pena. Servir de manera eficiente a la ciudadanía es un excelente motivo. El acuerdo tiene que llegar.

* Periodista

Los jaliscienses y en particular los tapatíos, juntan las manos en actitud de ruego y hacen votos porque durante la próxima visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, se llegue a un acuerdo respecto a lo que se tiene que hacer para resolver la falta de agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Parece algo curioso, pero sí ha llamado la atención de los observadores desinteresados, el hecho de que habiendo supuestamente ideas y hasta planes acertados acerca de las obras que se deben construir para elevar la captación del vital elemento, han podido más como obstáculo, las posiciones encontradas, en el esfuerzo por hallar la solución.

La gente que observa los toros de la barrera, insiste en que cuestiones tan delicadas como es el abasto de agua al Area Conurbada, deben considerarse definitivamente como asuntos de interés común, haciendo a un lado las posibles banderas políticas o partidistas.

A nadie escapa que las diferencias entre autoridades estatales y federales en momentos parecen más bien ser de tinte ideológico, aun cuando a la par se observan perfiles de índole política, muy identificadas con aspiraciones para un futuro próximo. A lo que los expertos opinan que esto está bien, o que no tiene remedio, pero que finalmente cuando se trata de resolver problemas graves y satisfacer las necesidades de millones de consumidores, convendría hacer conciencia a fondo, de la posibilidad de unir una cosa con la otra. El interés personal o de grupo, con el de las mayorías.

¿Y como se conseguiría esto? Desde luego que no buscando que una parte ceda todo a la otra. Pero si llegando al término medio.

En lo técnico, desde luego que deben afinarse los proyectos para seleccionar el mejor. ¿Y en lo político? Pues transando. Ni buscando la victoria total, ni aceptando la derrota sin condiciones

¿Se puede? Aparentemente, a primera vista, se ve bastante difícil. Pero haciendo un esfuerzo y pensando en hacer historia y trascender como mandatarios acertados y positivos, seguramente que sí se puede.

La gente es lo que quiere, según se desprende de la opinión de los enterados.

Las discusiones pueden existir, sí, pero sustentadas en el propósito de brindar el mejor servicio a los demás, dentro del quehacer público.

La gente ruega por ello. Y hay firmes esperanzas de que el acuerdo se consiga y se establezca al fin un ambiente de coordinación. El asunto vale la pena. Servir de manera eficiente a la ciudadanía es un excelente motivo. El acuerdo tiene que llegar.

* Periodista