/ sábado 16 de noviembre de 2019

Don Guillermo Cosío Vidaurri

Don Guillermo Cosió pertenece a esa generación de mexicanos educados en una disciplina enérgica y exigente – a la antigua – donde uno no podía equivocarse. María Figueroa Yáñez, la maestra Mary, como él le decía, y que fuera conocida durante toda una vida dedicada a la educación, primero como profesora en la escuela anexa a la normal, después como directora del Kinder de la Anexa, durante más de cuarenta años. María Figueroa fue su maestra y tuve la oportunidad de que me compartiera sus recuerdos en el tiempo en que conoció y le impartió clases a Don Guillermo, junto con a una importante generación de jaliscienses niños – entonces – jóvenes después inquietos y destacados políticos, Carlos Ramírez Ladewig entre otros.

La maestra Mary les impartió clases como se acostumbraba en aquel tiempo, desde el primero de primaria, se acompañaba al grupo durante los seis años que permanecían en ese nivel escolar, con ello, la maestra Mary, tuvo la oportunidad de formarlos y crearles disciplinas y hábitos, siguiendo la escuela de otra gran maestra jalisciense la Señorita Irene Robledo que ocupa un espacio en la rotonda de las personas ilustres. Don Guillermo junto con Ramírez Ladewig asimilaron la importancia de servir a su país en la administración pública, ambos siguieron caminos diferentes pero en la misma dirección, ser útiles a través del gobierno.

Don Guillermo creció en el Barrio de la Capilla de Jesús, mas o menos en el cuadrante que forman hoy las calles de Enrique Díaz de León antes Tolsá, avenida Federalismo, la continuación de Avenida Vallarta y la calle de Eulogio Parra. Desde niño se le apreciaban aptitudes de trabajo en beneficio de los demás. Terminó la carrera de abogado en la Universidad del Estado, contrajo nupcias con Idolina Gaona Ruiz profesora normalista, con quien procreo ocho hijos: Lilia Guillermina, Patricia, Salvador, Guillermo, Idolina, Gabriela, María Guadalupe y Laura Patricia Cosío Gaona.

Don Guillermo fue un hombre incansable, toda su vida dedicada al servicio público, impulsando a muchos jóvenes políticos, incluso en sus últimos días.

Cosío Vidaurri, perteneció a esa generación de jaliscienses cuya formación de servicio fue ejemplo de muchos políticos, Don Guillermo gozaba de una basta cultura, sensibilidad, conocimientos jurídicos y administrativos, vocación de servicio, que ejerció sus cargos además, con carácter y oficio político. Poseía además una memoria privilegiada, aún conservo el recuerdo de un vuelo a la ciudad de México, en que tuve el privilegio de coincidir junto a él, con la sencillez que le era común, al mencionarle mi nombre, y del barrio de la capilla, me enumeró todos los nombres de mi familia, nos conocía a todos, hasta quien con quien se habían casado y hasta los nombres de descendientes, para mi familia, su partida, es una gran pérdida.

Le tocó vivir en aquellos tiempos en que en Guadalajara todos se conocían, más particularmente los jóvenes que estudiaban en la universidad y en la normal, cuando también aquí llegaban de los estados del norte a formarse profesionalmente y labrarse un porvenir, aquí llegaron a estudiar también, personajes de la vida nacional como Rodolfo González Guevara (el Popo) o Don Javier García Paniagua.

El legado para Jalisco y para México de Don Guillermo es muy amplio, por la cantidad de cargos que ocupó a nivel estatal y federal. Muchos políticos actuales de diversos partidos en algún momento recibieron el consejo directo de él, seguramente muchos conservan el recuerdo vivo de sus enseñanzas que quedarán como referencia para las nuevas generaciones.

Es una pérdida para México y para Jalisco, y yo perdí un amigo, consejero guía, un asiduo, considerado y afectuoso lector.


sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot

Don Guillermo Cosió pertenece a esa generación de mexicanos educados en una disciplina enérgica y exigente – a la antigua – donde uno no podía equivocarse. María Figueroa Yáñez, la maestra Mary, como él le decía, y que fuera conocida durante toda una vida dedicada a la educación, primero como profesora en la escuela anexa a la normal, después como directora del Kinder de la Anexa, durante más de cuarenta años. María Figueroa fue su maestra y tuve la oportunidad de que me compartiera sus recuerdos en el tiempo en que conoció y le impartió clases a Don Guillermo, junto con a una importante generación de jaliscienses niños – entonces – jóvenes después inquietos y destacados políticos, Carlos Ramírez Ladewig entre otros.

La maestra Mary les impartió clases como se acostumbraba en aquel tiempo, desde el primero de primaria, se acompañaba al grupo durante los seis años que permanecían en ese nivel escolar, con ello, la maestra Mary, tuvo la oportunidad de formarlos y crearles disciplinas y hábitos, siguiendo la escuela de otra gran maestra jalisciense la Señorita Irene Robledo que ocupa un espacio en la rotonda de las personas ilustres. Don Guillermo junto con Ramírez Ladewig asimilaron la importancia de servir a su país en la administración pública, ambos siguieron caminos diferentes pero en la misma dirección, ser útiles a través del gobierno.

Don Guillermo creció en el Barrio de la Capilla de Jesús, mas o menos en el cuadrante que forman hoy las calles de Enrique Díaz de León antes Tolsá, avenida Federalismo, la continuación de Avenida Vallarta y la calle de Eulogio Parra. Desde niño se le apreciaban aptitudes de trabajo en beneficio de los demás. Terminó la carrera de abogado en la Universidad del Estado, contrajo nupcias con Idolina Gaona Ruiz profesora normalista, con quien procreo ocho hijos: Lilia Guillermina, Patricia, Salvador, Guillermo, Idolina, Gabriela, María Guadalupe y Laura Patricia Cosío Gaona.

Don Guillermo fue un hombre incansable, toda su vida dedicada al servicio público, impulsando a muchos jóvenes políticos, incluso en sus últimos días.

Cosío Vidaurri, perteneció a esa generación de jaliscienses cuya formación de servicio fue ejemplo de muchos políticos, Don Guillermo gozaba de una basta cultura, sensibilidad, conocimientos jurídicos y administrativos, vocación de servicio, que ejerció sus cargos además, con carácter y oficio político. Poseía además una memoria privilegiada, aún conservo el recuerdo de un vuelo a la ciudad de México, en que tuve el privilegio de coincidir junto a él, con la sencillez que le era común, al mencionarle mi nombre, y del barrio de la capilla, me enumeró todos los nombres de mi familia, nos conocía a todos, hasta quien con quien se habían casado y hasta los nombres de descendientes, para mi familia, su partida, es una gran pérdida.

Le tocó vivir en aquellos tiempos en que en Guadalajara todos se conocían, más particularmente los jóvenes que estudiaban en la universidad y en la normal, cuando también aquí llegaban de los estados del norte a formarse profesionalmente y labrarse un porvenir, aquí llegaron a estudiar también, personajes de la vida nacional como Rodolfo González Guevara (el Popo) o Don Javier García Paniagua.

El legado para Jalisco y para México de Don Guillermo es muy amplio, por la cantidad de cargos que ocupó a nivel estatal y federal. Muchos políticos actuales de diversos partidos en algún momento recibieron el consejo directo de él, seguramente muchos conservan el recuerdo vivo de sus enseñanzas que quedarán como referencia para las nuevas generaciones.

Es una pérdida para México y para Jalisco, y yo perdí un amigo, consejero guía, un asiduo, considerado y afectuoso lector.


sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot