Nos preguntamos qué sucedió ese día 12 de diciembre de 1531, según las narraciones tradicionales, es la fecha de la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego en el cerro del Tepeyac, donde están dedicados sus templos, el antiguo y el moderno, por esa estación del metro conocido como la Villa en la ciudad de México.
Comentaba mi maestro de historia de México en la preparatoria, que en este país se puede ser ateo, pero siempre se es Guadalupano, como un símbolo de identidad nacional.
La Guadalupana ha representado para los mexicanos la unidad nacional, su figura tal cual se plasmó en el ayate de Juan Diego (tela de hilo confeccionada con fibra de maguey), el ayate fue una prueba plena que se le mostro al Obispo de México, Fray Juan de Zumárraga, para que se le erigiera un templo, de allí comienza la devoción Guadalupana con toda la crónica y el sincretismo que representa para los mexicanos, entre la vida y la muerte, entre la devoción y la fe, así como el proceso de evangelización para los pueblos originarios de esta nación.
Con el Obispo Fray Antonio Alcalde y Barriga a finales del siglo XVIII, en Guadalajara se construyó el Santuario a la Virgen de Guadalupe que se encuentra situado por la calle de Manuel Acuña y Av. Alcalde, se comenta que en este Santuario sigue depositado el corazón de este Obispo que dedico su vida a la construcción de obras piadosas como el Hospital Civil, así como la fundación de la Universidad de Guadalajara.
El estandarte de la Virgen de Guadalupe ha caminado con los mexicanos, en nuestra historia desde los inicios de la Independencia con Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón, el estandarte Guadalupano antes de constituirse este país como nación creo la identidad entre los indígenas, criollos y españoles en el reino de la Nueva España.
La fecha del 12 de diciembre en la ciudad de México, es considerada como un día festivo, se cierran las escuelas y algunas instituciones públicas y privadas, los peregrinos se masifican por la devoción Guadalupana, transitan por las carreteras de cualquier parte de la República Mexicana, caminando a pie o en vehículos particulares, así como en los camiones de pasajeros, para llegar a la villa Guadalupana como un acto de fe y devoción.
Este día de este año por motivos de la pandemia (COVID-19), los accesos a los templos de la Villa Guadalupana están restringidos, la sociedad no quiere más muertos ni contagios por esta enfermedad que a los mexicanos nos tiene con el miedo y el temor fundado de enfermarnos y morir, por lo que la fe Guadalupana está en el respeto y el amor a la vida.
* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara y Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.
twitter@mendozaAntoio
