/ viernes 15 de noviembre de 2019

Dobles remolques: el chantaje permanente

A principios del sexenio de Enrique Peña Nieto y ante la reiterada colisión de trailers mega pesados de doble remolque con vidas humanas perdidas en las carreteras mexicanas, y en esa ocasión en la Maxipista del Sol cerca de la Ciudad de México, el entonces Secretario de Comunicaciones y Transporte Gerardo Ruiz Esparza aseguró como uno de sus compromisos a partir de las Normas Internacionales, principalmente en los Estados Unidos de América y para consecuentar el Tratado de Libre Comercio, retirar este tipo de transporte articulado peligroso e inapropiado para las características de las carreteras en nuestro país.

Por supuesto se trató de otra afirmación demagógica, análoga a su pésima coordinación en la construcción de la Línea 3 del Tren Eléctrico en la ciudad de Guadalajara, o la corrupción evidenciada en los trágicos socavones aparecidos como en el de la vía, recién construida en el estado de Morelos.

Sin embargo, como lo demuestran las presiones ejercidas por los transportistas esta semana en Jalisco, el chantaje de ese sector empresarial se hace una vez más presente para impedir a un gobierno local el tomar decisiones definitivas a favor de la seguridad de los ciudadanos bajo la premisa, sin bases verificables de encarecer, con esa decisión, la canasta básica a partir del sistema de abasto del Área Metropolitana de Guadalajara.

La resistencia de los empresarios del transporte para aceptar la regulación en Jalisco y mejorar la vialidad en las colapsadas arterias de acceso y toda la extensión del anillo periférico, tiene mayores y múltiples consecuencias. Para expertos de la Universidad de Guadalajara como la Doctora Claudia Chan Gamboa académica de psicología de la salud en el CUCS, las consecuencias del caos vial generado, entre otras variables, por este tipo de transporte “… tienen relación con el estrés característico para el usuario de esta caótica ciudad. Y en ese aspecto comparto la opinión de mi colega José Gutiérrez Rodríguez autor de diversos artículos y opiniones ampliamente documentadas sobre la generación de ansiedad ante el peligro representado en el caos vial y el trágico transporte en nuestra ciudad”.

Como sabemos, nada ha pasado salvo más muertos, mega contaminación y un costo millonario en horas–hombre perdidas en estas vialidades urbanas y suburbanas en las cuales sólo algunos estados, a partir de sus congresos locales, han logrado contener y regular o prohibirlos en su territorio, como el estado de San Luis Potosí.

Por ello resulta preocupante acceder a la presión de la Unión de Comerciantes del Mercado de Abastos UCMA, el Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco CCIJ, la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (CONATRAM) y la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (CANACAR) cuando estos manifestaron su rechazo al proyecto de ordenamiento presentado por el Instituto Metropolitano de Planeación (IMEPLAN) para establecer horarios y mapas de circulación con detalles de la clasificación vehicular con base a su peso.

Por otra parte el IMEPLAN, según declaró su titular Mario Silva, deberá presentar a más tardar el próximo 1 de diciembre la propuesta de lineamientos, por aprobar, a la Junta de Coordinación Metropolitana, ante lo cual los profesionales del análisis de la ciudad y del urbanismo observamos una oportunidad para el Gobierno del estado y el legislativo.

* Académico del Cuaad, UdeG

carlosm_orozco@hotmail.com

A principios del sexenio de Enrique Peña Nieto y ante la reiterada colisión de trailers mega pesados de doble remolque con vidas humanas perdidas en las carreteras mexicanas, y en esa ocasión en la Maxipista del Sol cerca de la Ciudad de México, el entonces Secretario de Comunicaciones y Transporte Gerardo Ruiz Esparza aseguró como uno de sus compromisos a partir de las Normas Internacionales, principalmente en los Estados Unidos de América y para consecuentar el Tratado de Libre Comercio, retirar este tipo de transporte articulado peligroso e inapropiado para las características de las carreteras en nuestro país.

Por supuesto se trató de otra afirmación demagógica, análoga a su pésima coordinación en la construcción de la Línea 3 del Tren Eléctrico en la ciudad de Guadalajara, o la corrupción evidenciada en los trágicos socavones aparecidos como en el de la vía, recién construida en el estado de Morelos.

Sin embargo, como lo demuestran las presiones ejercidas por los transportistas esta semana en Jalisco, el chantaje de ese sector empresarial se hace una vez más presente para impedir a un gobierno local el tomar decisiones definitivas a favor de la seguridad de los ciudadanos bajo la premisa, sin bases verificables de encarecer, con esa decisión, la canasta básica a partir del sistema de abasto del Área Metropolitana de Guadalajara.

La resistencia de los empresarios del transporte para aceptar la regulación en Jalisco y mejorar la vialidad en las colapsadas arterias de acceso y toda la extensión del anillo periférico, tiene mayores y múltiples consecuencias. Para expertos de la Universidad de Guadalajara como la Doctora Claudia Chan Gamboa académica de psicología de la salud en el CUCS, las consecuencias del caos vial generado, entre otras variables, por este tipo de transporte “… tienen relación con el estrés característico para el usuario de esta caótica ciudad. Y en ese aspecto comparto la opinión de mi colega José Gutiérrez Rodríguez autor de diversos artículos y opiniones ampliamente documentadas sobre la generación de ansiedad ante el peligro representado en el caos vial y el trágico transporte en nuestra ciudad”.

Como sabemos, nada ha pasado salvo más muertos, mega contaminación y un costo millonario en horas–hombre perdidas en estas vialidades urbanas y suburbanas en las cuales sólo algunos estados, a partir de sus congresos locales, han logrado contener y regular o prohibirlos en su territorio, como el estado de San Luis Potosí.

Por ello resulta preocupante acceder a la presión de la Unión de Comerciantes del Mercado de Abastos UCMA, el Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco CCIJ, la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (CONATRAM) y la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (CANACAR) cuando estos manifestaron su rechazo al proyecto de ordenamiento presentado por el Instituto Metropolitano de Planeación (IMEPLAN) para establecer horarios y mapas de circulación con detalles de la clasificación vehicular con base a su peso.

Por otra parte el IMEPLAN, según declaró su titular Mario Silva, deberá presentar a más tardar el próximo 1 de diciembre la propuesta de lineamientos, por aprobar, a la Junta de Coordinación Metropolitana, ante lo cual los profesionales del análisis de la ciudad y del urbanismo observamos una oportunidad para el Gobierno del estado y el legislativo.

* Académico del Cuaad, UdeG

carlosm_orozco@hotmail.com