/ martes 22 de septiembre de 2020

Disidencia en la Conago es señal de desgobierno

La Conferencia Nacional de Gobernadores Conago surgió a principios de este Siglo y a iniciativa de los Gobernadores Manuel Ángel Núñez Soto de Hidalgo por el PRI, Alfonso Sánchez Anaya de Tlaxcala por el PRD, Joaquín Hendricks Díaz de Quintana Roo por el PRI a la que se sumaron, René Juárez Cisneros de Guerrero por el PRI y luego los demás Gobernadores, estaban dadas las condiciones para crear una institución que unificara a todos los gobernadores, frente a las decisiones equivocadas – por su novatez – del entonces presidente Vicente Fox Quezada.

En su origen, los gobernadores panistas y el secretario de gobernación de entonces Santiago Creel, se alarmaron y acusaron de asonada en contra del gobierno panista, hubieron de pasar dos sesiones para que los mismos gobernadores panistas comprendieran la importancia de conformar un grupo de diálogo y deliberación que contribuyera a la solución tersa de la relación entre Estados y la Federación, que en un acto solemne en Barra de Navidad en los limites entre Colima y Jalisco se sumaron los gobernadores del Partido Acción Nacional, entonces en el poder.

Tradicionalmente el poder del Presidente le permitía distribuir en tiempo y forma los recursos económicos que le correspondían a cada Estado lo que le permitía manejarlos discrecionalmente sin que los gobernadores de su mismo partido pudieran protestar, pero a la llegada de un nuevo partido hubo la necesidad de modificar esas condiciones que los mismos panistas comprendieron, que también les podría afectar en virtud de no pertenecer a los mismos grupos de quienes eran los secretarios de Estado lo que le obligó a ingresar a la Conago.

Durante los últimos años esta institución permitió homogeneizar las decisiones de Estado, al Ejecutivo le permitió establecer mecanismos de comunicación y solución de problemas nacionales con todos los gobernadores y a los gobernadores evidencia y limitar los desaciertos del Presidente orillándolo a corregirlos llegado el momento.

La Conago le ha permitido a México sostener una relación de la vida institucional del país, evitando gobiernos de cacicazgos en los Estados y el autoritarismo – tentación permanente – que seduce a los presidentes.

Desde luego la Conago no desaparece con la salida de diez gobernadores de varios partidos, pero evidencia el desaire del gobierno federal hacia la soberanía de los Estados.

La salida de la Conago de los gobernadores Javier Corral de Chihuahua, José Rosas Aispuro, de Durango; Enrique Alfaro Ramírez de Jalisco; Silvano Aureoles Conejo de Michoacán; Francisco Javier García Cabeza de Vaca de Tamaulipas; José Ignacio Peralta Sánchez de Colima; Miguel Ángel Riquelme Solís de Coahuila; Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón de Nuevo León; Martín Orozco de Aguascalientes y Diego Sinhué Rodríguez Vallejo de Guanajuato, son una señal de desacuerdo y falta de gobernabilidad, más ante el escenario electoral del próximo año. Evidencia un descalabro y un completo fracaso en las relaciones Federación y Presidencia, da en un flanco sensible de gobernabilidad del país.

La postura de los gobernadores que salen de Conago, surgidos de diversos partidos, digna y congruente con sus gobernados, es indispensable ante la cerrazón de Obrador, habrá que esperar la postura de los que se quedan, pues es el momento en que la construcción de la unidad nacional está en riesgo y no conduce a nada bueno.

sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot

La Conferencia Nacional de Gobernadores Conago surgió a principios de este Siglo y a iniciativa de los Gobernadores Manuel Ángel Núñez Soto de Hidalgo por el PRI, Alfonso Sánchez Anaya de Tlaxcala por el PRD, Joaquín Hendricks Díaz de Quintana Roo por el PRI a la que se sumaron, René Juárez Cisneros de Guerrero por el PRI y luego los demás Gobernadores, estaban dadas las condiciones para crear una institución que unificara a todos los gobernadores, frente a las decisiones equivocadas – por su novatez – del entonces presidente Vicente Fox Quezada.

En su origen, los gobernadores panistas y el secretario de gobernación de entonces Santiago Creel, se alarmaron y acusaron de asonada en contra del gobierno panista, hubieron de pasar dos sesiones para que los mismos gobernadores panistas comprendieran la importancia de conformar un grupo de diálogo y deliberación que contribuyera a la solución tersa de la relación entre Estados y la Federación, que en un acto solemne en Barra de Navidad en los limites entre Colima y Jalisco se sumaron los gobernadores del Partido Acción Nacional, entonces en el poder.

Tradicionalmente el poder del Presidente le permitía distribuir en tiempo y forma los recursos económicos que le correspondían a cada Estado lo que le permitía manejarlos discrecionalmente sin que los gobernadores de su mismo partido pudieran protestar, pero a la llegada de un nuevo partido hubo la necesidad de modificar esas condiciones que los mismos panistas comprendieron, que también les podría afectar en virtud de no pertenecer a los mismos grupos de quienes eran los secretarios de Estado lo que le obligó a ingresar a la Conago.

Durante los últimos años esta institución permitió homogeneizar las decisiones de Estado, al Ejecutivo le permitió establecer mecanismos de comunicación y solución de problemas nacionales con todos los gobernadores y a los gobernadores evidencia y limitar los desaciertos del Presidente orillándolo a corregirlos llegado el momento.

La Conago le ha permitido a México sostener una relación de la vida institucional del país, evitando gobiernos de cacicazgos en los Estados y el autoritarismo – tentación permanente – que seduce a los presidentes.

Desde luego la Conago no desaparece con la salida de diez gobernadores de varios partidos, pero evidencia el desaire del gobierno federal hacia la soberanía de los Estados.

La salida de la Conago de los gobernadores Javier Corral de Chihuahua, José Rosas Aispuro, de Durango; Enrique Alfaro Ramírez de Jalisco; Silvano Aureoles Conejo de Michoacán; Francisco Javier García Cabeza de Vaca de Tamaulipas; José Ignacio Peralta Sánchez de Colima; Miguel Ángel Riquelme Solís de Coahuila; Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón de Nuevo León; Martín Orozco de Aguascalientes y Diego Sinhué Rodríguez Vallejo de Guanajuato, son una señal de desacuerdo y falta de gobernabilidad, más ante el escenario electoral del próximo año. Evidencia un descalabro y un completo fracaso en las relaciones Federación y Presidencia, da en un flanco sensible de gobernabilidad del país.

La postura de los gobernadores que salen de Conago, surgidos de diversos partidos, digna y congruente con sus gobernados, es indispensable ante la cerrazón de Obrador, habrá que esperar la postura de los que se quedan, pues es el momento en que la construcción de la unidad nacional está en riesgo y no conduce a nada bueno.

sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot