/ domingo 30 de diciembre de 2018

Desde mi óptica / Tristeza o depresión


“La depresión es la peor
droga en el ser humano” (KP).



Paul Ekman es un psicólogo pionero en el estudio de las emociones y su expresión facial. Ha sido considerado uno de los cien psicólogos más destacados del Siglo XX.

Asevera que la tristeza es una de las siete emociones (no natales) del ser humano compuestas por el miedo, la ira, el asco, la felicidad, el desprecio y la sorpresa; agrega que esta emoción (la tristeza) es una clase de dolor emocional o estado afectivo provocado por un decaimiento espiritual y expresado a menudo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, la lasitud (estado de desfallecimiento o falta de fuerzas) etc. En algunas ocasiones nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que alegres el sentimiento opuesto es la alegría.

Ahora bien, cuando a la tristeza la dejamos entrar en nuestras vidas, nos genera un malestar que intentamos eliminar a toda costa, pero la tristeza también conforma un mensaje útil para nuestro equilibro psíquico, por ello debemos considerar a la tristeza como una emoción, aunque dolorosa, ya que es el punto de partida del proceso de aceptación de una realidad que nos daña.

La depresión clínica, es una enfermedad grave y común que nos afecta física y mentalmente en nuestro modo de sentir y de pensar es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración, provoca deseos de alejarse de la familia, amigos, la depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria, incluso puede ser una herramienta para el suicidio si no es tratada oportunamente con medicamentos antidepresivos y psicoterapia profesional.

Este fenómeno afecta a las personas de todas las edades y condiciones sociales en todo el mundo, aunque, es más frecuente en las personas de edad avanzada debido a la soledad, o que ya no desempeñan ninguna actividad laboral, porque se encuentran jubilados, también por la pérdida de la autonomía para poderse mover por si solo y tener que depender de un tercero o bien, porque se encuentran en un asilo y lo más grave, cuando están olvidados por sus familiares, etcétera.

Mediante los diversos estudios científicos, psicológicos y de campo, se ha determinado que no es lo mismo sentirse triste que estar deprimido, ya que la tristeza se define como una emoción, es ocasional y tiene duración determinada, no se acompaña de otros síntomas. En cambio, la depresión es un trastorno del estado de ánimo, con síntomas de angustia y apatía, es incapacitante ya que condiciona todos los ámbitos de la vida de quien la padece, Aún sin embargo estos dos estadios nos afectan tanto emocional como físicamente, es por ello que los estudiosos sugieren entre otras más cosas.

Para la tristeza; acudir a distracciones u ocuparse demasiado porque en algún momento el dolor saldrá, aplazar decisiones importantes, no esperar ayuda de los demás, pedirla si es necesario, disfrutar de todo lo realizado en la vida.

Para la depresión; recuperar las actividades que nos hagan sentir bien, ejemplo, hacer deporte, leer, salir con amigos, trabajar sobre nuestros pensamientos negativos ya que no sabemos el daño que nos hacen este tipo de pensamientos puesto que afectan nuestra estima, establecer objetivos claros, concretos y realistas, afrontar las situaciones que nos generan malestar.

El mejor medicamento para combatir estos síntomas se tiene a la mano, no cuesta nada y consta de cuatro letras. ¡AMOR!

Estimado lector, este tema es bastante amplio Usted tendrá la mejor opinión al respecto de la tristeza o depresión que por causas naturales se sufren en todo el mundo. Le deseo lo mejor en este y todos los años venideros.


Rector General del Centro Universitario UTEG*

E-mail: joseroque@uteg.edu.mx


“La depresión es la peor
droga en el ser humano” (KP).



Paul Ekman es un psicólogo pionero en el estudio de las emociones y su expresión facial. Ha sido considerado uno de los cien psicólogos más destacados del Siglo XX.

Asevera que la tristeza es una de las siete emociones (no natales) del ser humano compuestas por el miedo, la ira, el asco, la felicidad, el desprecio y la sorpresa; agrega que esta emoción (la tristeza) es una clase de dolor emocional o estado afectivo provocado por un decaimiento espiritual y expresado a menudo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, la lasitud (estado de desfallecimiento o falta de fuerzas) etc. En algunas ocasiones nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que alegres el sentimiento opuesto es la alegría.

Ahora bien, cuando a la tristeza la dejamos entrar en nuestras vidas, nos genera un malestar que intentamos eliminar a toda costa, pero la tristeza también conforma un mensaje útil para nuestro equilibro psíquico, por ello debemos considerar a la tristeza como una emoción, aunque dolorosa, ya que es el punto de partida del proceso de aceptación de una realidad que nos daña.

La depresión clínica, es una enfermedad grave y común que nos afecta física y mentalmente en nuestro modo de sentir y de pensar es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración, provoca deseos de alejarse de la familia, amigos, la depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria, incluso puede ser una herramienta para el suicidio si no es tratada oportunamente con medicamentos antidepresivos y psicoterapia profesional.

Este fenómeno afecta a las personas de todas las edades y condiciones sociales en todo el mundo, aunque, es más frecuente en las personas de edad avanzada debido a la soledad, o que ya no desempeñan ninguna actividad laboral, porque se encuentran jubilados, también por la pérdida de la autonomía para poderse mover por si solo y tener que depender de un tercero o bien, porque se encuentran en un asilo y lo más grave, cuando están olvidados por sus familiares, etcétera.

Mediante los diversos estudios científicos, psicológicos y de campo, se ha determinado que no es lo mismo sentirse triste que estar deprimido, ya que la tristeza se define como una emoción, es ocasional y tiene duración determinada, no se acompaña de otros síntomas. En cambio, la depresión es un trastorno del estado de ánimo, con síntomas de angustia y apatía, es incapacitante ya que condiciona todos los ámbitos de la vida de quien la padece, Aún sin embargo estos dos estadios nos afectan tanto emocional como físicamente, es por ello que los estudiosos sugieren entre otras más cosas.

Para la tristeza; acudir a distracciones u ocuparse demasiado porque en algún momento el dolor saldrá, aplazar decisiones importantes, no esperar ayuda de los demás, pedirla si es necesario, disfrutar de todo lo realizado en la vida.

Para la depresión; recuperar las actividades que nos hagan sentir bien, ejemplo, hacer deporte, leer, salir con amigos, trabajar sobre nuestros pensamientos negativos ya que no sabemos el daño que nos hacen este tipo de pensamientos puesto que afectan nuestra estima, establecer objetivos claros, concretos y realistas, afrontar las situaciones que nos generan malestar.

El mejor medicamento para combatir estos síntomas se tiene a la mano, no cuesta nada y consta de cuatro letras. ¡AMOR!

Estimado lector, este tema es bastante amplio Usted tendrá la mejor opinión al respecto de la tristeza o depresión que por causas naturales se sufren en todo el mundo. Le deseo lo mejor en este y todos los años venideros.


Rector General del Centro Universitario UTEG*

E-mail: joseroque@uteg.edu.mx