/ martes 25 de diciembre de 2018

Desde mi óptica / Tradición milenaria

El Akitu o Zagmuk, que significa cabeza o comienzo del año, es un festival babilónico (actualmente Irak) que se realizaba hace más de dos mil años A.C. es el registro más antiguo de la celebración del Año Nuevo.

La primera luna nueva después del equinoccio vernal (marzo), un tiempo lógico para empezar un año nuevo ya que el invierno había terminado, esta celebración duraba once días, durante estos días, se agregaban también sacrificios, procesiones, ritos de la fertilidad y cerraban con la ceremonia en la que se coronaba al rey o éste renovaba simbólicamente su gobierno, así es como se anunciaba el inicio de un año nuevo.

Desde entonces y bajo diversas fechas del calendario usado en esos momentos, todas las culturas celebran el comienzo de un año nuevo en la que sigue habiendo rituales sobre el cambio del ciclo y que se asocia a procesos naturales, por ejemplo; pasar de la época de seca a la lluvia y que resultan las cosechas de las siembras.

En el año 46 A.C., el emperador Romano Julio César escuchando a sus astrónomos y matemáticos, modificó el calendario e instituyó el Juliano, ya que consideraba que el año empezaba en el mes de marzo a efecto de que tuviera una vinculación con el sol, de tal manera que el año nuevo partía en enero para conmemorar e inmortalizar a Jano dios romano de los inicios, porque en dicho calendario le permitía que a través de sus dos caras se viera el pasado y el futuro, celebrándolo con fiestas, decoración de las casas y el intercambio de regalos.

Si bien es cierto que el 1º de enero no tiene un significado agrícola o estacional, sí constaba de uno civil ya que en aquellos tiempos los cónsules romanos asumían sus cargos. Así, en términos astronómicos o ciclos de la Tierra, nada ocurre en esta fecha, pero es la más usada en el mundo para marcar el inicio de un nuevo periodo.

En otro orden de ideas, en la Edad Media los líderes cristianos consideraban estas festividades como paganas e invitaban a dejar de tocar la cosa inmunda y que se limpiaran de la contaminación de la carne y volvieron a cambiar la fecha por las celebraciones del 25 de diciembre que es el nacimiento de Jesús y el 25 de marzo se celebra la anunciación. En el año de 1582, el Papa Gregorio XIII, introdujo el calendario Gregoriano (sustituyendo el Juliano), que es el utilizado en el mundo occidental y que toma como año cero el nacimiento de Jesús, restableciendo el 1º de enero día de Año Nuevo que se conserva hasta el día de hoy.

En cambio, varias culturas mantienen sus fechas originales y variables para esta celebración, como el 19 de enero en China y Vietnam, 14 de septiembre la judía (puede variar el día), la Mapuche son un pueblo amerindio que se localiza en chile y argentina que tiene dos fechas el 21 y 24 de junio, la tibetana que celebra entre enero y marzo, la iraní es para el equinoccio vernal el 21 de marzo al igual que la celebración del Behaísmo, los Ortodoxos radicales celebran el 14 de enero al mantener el calendario juliano, Etiopia el 11 de septiembre, en Tailandia, Camboya, Birmania y Bengala se celebra entre el 13 y 15 de abril.

Finalmente, más allá de la celebración colectiva, el año nuevo contiene un sentido religioso y social ya que el ser humano siempre ha utilizado rituales individuales o colectivos, porque dan un gran sentido de vida.

Apreciable lector, así como el contenido de la edición anterior, en las fechas de año nuevo son tradiciones milenarias y no en toda la tierra se celebran en forma uniforme. Por este conducto le expreso mis mejores deseos hoy y siempre y agradecimiento por sus comentarios que me fortalecen para continuar colaborando en esta tarea.

Rector General del Centro Universitario UTEG*

E: mail joseroque@uteg.edu.mx

El Akitu o Zagmuk, que significa cabeza o comienzo del año, es un festival babilónico (actualmente Irak) que se realizaba hace más de dos mil años A.C. es el registro más antiguo de la celebración del Año Nuevo.

La primera luna nueva después del equinoccio vernal (marzo), un tiempo lógico para empezar un año nuevo ya que el invierno había terminado, esta celebración duraba once días, durante estos días, se agregaban también sacrificios, procesiones, ritos de la fertilidad y cerraban con la ceremonia en la que se coronaba al rey o éste renovaba simbólicamente su gobierno, así es como se anunciaba el inicio de un año nuevo.

Desde entonces y bajo diversas fechas del calendario usado en esos momentos, todas las culturas celebran el comienzo de un año nuevo en la que sigue habiendo rituales sobre el cambio del ciclo y que se asocia a procesos naturales, por ejemplo; pasar de la época de seca a la lluvia y que resultan las cosechas de las siembras.

En el año 46 A.C., el emperador Romano Julio César escuchando a sus astrónomos y matemáticos, modificó el calendario e instituyó el Juliano, ya que consideraba que el año empezaba en el mes de marzo a efecto de que tuviera una vinculación con el sol, de tal manera que el año nuevo partía en enero para conmemorar e inmortalizar a Jano dios romano de los inicios, porque en dicho calendario le permitía que a través de sus dos caras se viera el pasado y el futuro, celebrándolo con fiestas, decoración de las casas y el intercambio de regalos.

Si bien es cierto que el 1º de enero no tiene un significado agrícola o estacional, sí constaba de uno civil ya que en aquellos tiempos los cónsules romanos asumían sus cargos. Así, en términos astronómicos o ciclos de la Tierra, nada ocurre en esta fecha, pero es la más usada en el mundo para marcar el inicio de un nuevo periodo.

En otro orden de ideas, en la Edad Media los líderes cristianos consideraban estas festividades como paganas e invitaban a dejar de tocar la cosa inmunda y que se limpiaran de la contaminación de la carne y volvieron a cambiar la fecha por las celebraciones del 25 de diciembre que es el nacimiento de Jesús y el 25 de marzo se celebra la anunciación. En el año de 1582, el Papa Gregorio XIII, introdujo el calendario Gregoriano (sustituyendo el Juliano), que es el utilizado en el mundo occidental y que toma como año cero el nacimiento de Jesús, restableciendo el 1º de enero día de Año Nuevo que se conserva hasta el día de hoy.

En cambio, varias culturas mantienen sus fechas originales y variables para esta celebración, como el 19 de enero en China y Vietnam, 14 de septiembre la judía (puede variar el día), la Mapuche son un pueblo amerindio que se localiza en chile y argentina que tiene dos fechas el 21 y 24 de junio, la tibetana que celebra entre enero y marzo, la iraní es para el equinoccio vernal el 21 de marzo al igual que la celebración del Behaísmo, los Ortodoxos radicales celebran el 14 de enero al mantener el calendario juliano, Etiopia el 11 de septiembre, en Tailandia, Camboya, Birmania y Bengala se celebra entre el 13 y 15 de abril.

Finalmente, más allá de la celebración colectiva, el año nuevo contiene un sentido religioso y social ya que el ser humano siempre ha utilizado rituales individuales o colectivos, porque dan un gran sentido de vida.

Apreciable lector, así como el contenido de la edición anterior, en las fechas de año nuevo son tradiciones milenarias y no en toda la tierra se celebran en forma uniforme. Por este conducto le expreso mis mejores deseos hoy y siempre y agradecimiento por sus comentarios que me fortalecen para continuar colaborando en esta tarea.

Rector General del Centro Universitario UTEG*

E: mail joseroque@uteg.edu.mx